En primer lugar, saludaros a tod@s los que componéis el foro, y, en segundo término, voy a detallaros en lo que se ha convertido mi vida de unos años para acá, y es que al igual que en la inaprensible película de Lynch, mi existencia se ha convertido en una auténtica sucesión de absurdos, descontroles varios y situaciones incongruentes. Vaya por delante, que siempre he sido una persona muy impulsiva respecto a la ingesta de sustancias tóxicas, tanto legales como ilegales, lo cual creo que ha tenido bastante transcendencia para llegar a mi actual situación personal.
Bueno, voy a intentar explicar con la mayor aproximación que me sea posible lo que me sucede. El primer aviso que tuve fue hará unos ocho años; durante una salvaje “entripada”, tuve, digamos, una despersonalización agresiva, es decir, mi mente se descontroló por completo y todo lo que hacía era agredir psicológicamente y físicamente (a bienes materiales) contra todo lo que tenía a mi alrededor.
Pasados dos o tres años, durante un viaje a Marruecos y la consiguiente sobredosis de thc, me sucedió, digamos, todo lo contrario, me quedaba como sedado y aturdido, prácticamente incapaz de pronunciar palabra alguna y todo ello acompañado por ciertos pensamientos paranoides, aunque de forma puntual y que tampoco tenían excesiva importancia.
Ahora bien, de repente aconteció el suceso que supondría un punto de inflexión y, curiosamente, también tuvo lugar durante el transcurso de un viaje al extranjero. Concretamente me paso como en el anterior desplazamiento, anulación de la personalidad más el plus de un nerviosismo increíble, pero con un desmesurado aumento de las paranoias, tanto que me monté una película de que todo el mundo me criticaba (alucinaciones auditivas) y casi llegué a enfrentarme a un grupo de personas a las que desconocía por completo. Es evidente que mis sentidos se atrofiaron de forma transitoria, y sin ningún género de duda, éste duro golpe ha tenido consecuencias draconianas sobre mi personalidad.
Tras el citado “gran desfase mental” se han sucedido varios más de similares características, con la única salvedad de ocurrir con mis propios amigos, cosa que ya me descolocó por completo. Al principio, todas mis “voladas” hacían acto de presencia tras una gran ingesta de drogas ilegales, pero desde hace un par de años también me ocurre con el alcohol, aunque en estas situaciones en vez de anularme y “flipar” paranoicamente, entro en un estado como de soñar despierto -siempre con agresividad e irascibilidad por en medio- y al día siguiente, obviamente, apenas me acuerdo de nada.
Pues bien, estas son mis idas de “olla” esporádicas, pero ahora vamos con mi día a día. Principalmente, me he vuelto una persona muy nerviosa (me tomo un café de máquina y subo a la estratosfera), además de más retraído, desconfiado y con alguna que otra secuela alucinatoria, que tampoco va muy allá si no hay vicio de por medio, todo ello sazonado con depresión, cefaleas, cansancio crónico y, en ocasiones, insomnio. En síntesis, todo este cúmulo de experiencias (nefastas) vividas me han hecho que cada vez salga menos a la calle. Poco a poco he ido perdiendo a los amigos que tenía, en parte por culpa mía, aunque ell@s, que duda cabe, también han puesto de su parte.
Total que en un mes tengo que irme a Barcelona a continuar mis estudios y me entra un tremendo pavor con sólo de pensar que deberé enfrentarme al abismo de lo desconocido: compañeros nuevos -tanto de piso como de facultad-, ciudad nueva, etc. En fin ya veremos lo que pasa…
Después de ésta parrafada de mil demonios, os ruego que me indiquéis vuestra más sincera opinión al respecto de mi situación y si consideráis imperativa, que supongo que si, la ayuda profesional.
Por cierto, mis mejores deseos para el año que acabamos de comenzar
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