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11-nov-2007
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Parecido a la encuesta que nos ha puesto Clara07 sobre qué personajes : Padre, Niño, Adulto actuamos en la vida cotidiana y que se trata con terapia Gestalt , está esta explicación de Antonio Blay que profundiza más bien en cómo se crean...y nos evita poner etiquetas a algo que fluye sin esa conciencia de nombre en nosotros. Me ayuda mucho para ello los conceptos de Blay del Yo Idea, del Yo Ideal, y del Yo Experiencia, aplicados a la personalidad. Los dos primeros son los que generan esta trampa, y perpetuán el "Personaje" que creo ser. Me explico:
En Blay, bastaría cambiar:
Yo-reprimido/Yo idea por el NIÑO
Yo- ideal/ Padre
Yo-experiencia por el ADULTO
El Yo Idea es el conjunto de creencias y valoraciones negativas que tengo de mi mismo, en base a un modelo adquirido. "soy poco social" ... "nadie me quiere" ..."no puedo hacerlo"... "no soy nadie"
El Yo Ideal es la imagen futura que deseo conseguir para salir de este Yo Ideal que me hace sufrir. "quiero ser atractivo" ... "deseo que me quieran" ... "necesito ser fuerte"
Y nuestro personaje se queda atrapado en la trampa del Yo Idea y del Yo Ideal. No le gusta la imagen que percibe de él, y huye buscando una imagen perfecta de si mismo. Luchado a todas horas, sin descanso, ni aceptación de si mismo...
Cita:
Cuando un niño nace recibe principalmente dos presiones:
La presión interior del inconsciente que le induce a mostrar de forma espontánea sus impulsos naturales
y la presión exterior del mundo que quiere imponerle un modelo social,
además, el niño necesita los cuidados físicos y emocionales de los padres para poder sobrevivir y se encuentra en una indefensión absoluta, pesando muchas exigencias sobre él.
Entonces en el niño se produce una lucha interior, tiene que decidir si sigue sus propias tendencias naturales, perdiendo la aceptación de los padres, o reprime esas tendencias e intenta conseguir la aceptación de los padres (posteriormente de la sociedad) de los que depende para sobrevivir.
Normalmente el niño empieza a reprimir lo que la sociedad no acepta, creándose un yo-reprimido en el inconsciente (en el inconsciente no sólo hay eso)
y se forma una idea de si mismo que hace la función de aduana, de frontera, de lo no aceptado por la sociedad, esto es el yo-idea.
El yo-idea pregunta después de haber interiorizado el modelo social: ¿mi conducta es útil y beneficiosa desde el punto de vista social?, y se olvida completamente de lo que necesita interiormente como ser humano.
Este yo-idea es útil para controlar los impulsos, pero no representa su propia identidad, aunque el niño desde pequeño se empieza a identificar con ese yo-idea.
Pero toda esa energía que queda reprimida en el inconsciente está continuamente presionando al consciente para salir y esta energía es la que crea la necesidad de acabar de vivir eso que no ha podido vivir, crea la necesidad del yo-ideal o yo-idealizado, lo que quiero llegar a ser para ser aceptado plenamente por la sociedad.
Ya que no puede ser pleno mostrándose de forma espontánea y natural, busca esa plenitud, esa realización, en el reconocimiento y la aceptación total de la sociedad en la que se ve inmerso.
Ese montaje personal, es un nivel de conciencia en el que nos confundimos con ciertas ideas, sentimientos y formas de reaccionar introducidas en nuestra mente durante la infancia, y eso es lo que A.Blay llama el personaje.
Bueno, hasta aquí he explicado según la teoría de Blay lo que es el personaje.
Pero en el mundo condicionado de los seres humanos hay un elemento estructural de la personalidad que no está formado por ideas falsas como lo es el personaje, es lo que Blay llama el yo-experiencia, que podríamos decir que es la autentica personalidad en el mundo condicionado.
Si el personaje es aquello que se da como resultado de reprimir lo no tolerado por la sociedad y de interpretar una serie de papeles con el objetivo de que la sociedad me acepte, el yo-experiencia es aquello que hemos vivido hasta el fondo y desde el fondo, es decir de un modo consciente y activo.
El yo-experiencia es todo aquello que hemos desarrollado gracias a las experiencias vividas conscientemente, movilizando las energías sin reprimirlas.
El yo-experiencia sólo puede vivirse en el presente, es la capacidad de hacer aquí y ahora con lo que tenemos disponible, con lo que hemos desarrollado. Todo aquello que he desarrollado en el mundo condicionado me proporciona seguridad interior y paz, cuanto más alejado del yo-idea y de la idealización más viviré una evidencia profunda de mi mismo.
Pero si vivo identificado con el personaje en lugar de seguridad obtendré miedo, crispación, inseguridad, tensión, ...
Por ejemplo si no hemos desarrollado la capacidad de hablar en público, porque nos hemos identificado con ideas de infravalorización, el yo-experiencia en esa faceta estará donde esté, e intentaremos huir de la posibilidad de hablar en público, sintiendo miedo, pero a su vez impediremos que el yo-experiencia se desarrolle.
Tanto el personaje como el yo-experiencia pertenecen al mundo condicionado, es decir están sujetos a los tres láksanas: duhkha, anitya y anatman.
Duhkha se traduce como sufrimiento o insatisfacción, aunque a mi últimamente me da por traducirlo como incompleto o no-pleno.
Anitya se traduce como lo impermanente
y Anatman como carente de existencia inherente
Es decir la existencia condicionada es incompleta, impermanente e inexistente por derecho propio, porque todo depende de causas que lo preceden.
El yo-experiencia depende de lo que hayamos desarrollado durante nuestra existencia y no podemos reclamar que sea de otro modo, no podemos pedirle peras al olmo, lo que hemos trabajado hasta el fondo y desde el fondo es lo que hay.
Aunque el personaje y el yo-experiencia son condicionados, el personaje es el modo de no-ser y el yo-experiencia es el modo de ser.
Percibir la existencia condicionada con sus tres láksanas en budismo es llamado vipasyana, no es percibir sólo de un modo intelectual sino completo, y esto en castellano se podría traducir como "clara visión". Los budistas dicen que al entrar en la "clara visión" nos alejamos de lo condicionado y entramos en la corriente de lo incondicionado.
Según el Budismo, lo incondicionado no está separado de lo condicionado, sino que es lo condicionado cuando se percibe en su máxima profundidad, yendo directamente al fondo de lo condicionado.
Entonces, llegados a este punto, Blay dice que hay un yo-central y más profundo, que no se hace a través de las experiencias, y que está compuesto esencialmente por energía vital, intelectual y afectiva.
Ese yo, según Blay, es el sujeto y como sujeto no puede ser percibido directamente (porque si no sería objeto), sólo se puede Ser.
Toda la energía que pueda desarrollarse en el yo-experiencia parte de ese foco o eje central (compuesto de tres focos si intentamos modelizarlo).
El personaje y el yo-experiencia siendo "objetos" pueden ser reconocidos mediante la autobservacion, el yo-central de un modo indirecto, mediante la conciencia inferencial de la meditación.
Después del yo-central dicen que hay un yo-absoluto, pero si del yo-central poco puedo decir, de este último menos, si quiero seros honesto...
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11-nov-2007
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Cita:
Como la persona se encuentra desgarrada entre las cosas que le vienen impuestas del exterior y aquellas que ha de controlar procedentes del interior, que no están permitidas, entonces no tiene más remedio que utilizar la mente como mecanismo regulador de estas exigencias contradictorias que son las posibilidades de fuera y las posibilidades de dentro.
La persona vive entre dos fuerzas: lo que a mí me gustaría hacer, pero que no puedo porque es peligroso (el Niño) , porque despertaría la protesta, las iras o la crítica, y lo que me piden que haga, o lo que yo no me atrevo a hacer o considero que es un esfuerzo excesivo, o también lo que temo que me ocurra del exterior, etc. Yo he de estar de alguna manera vigilando, controlando, ordenando lo de dentro y lo de fuera. La mente (el Padre) cumple entonces esta función reguladora.
Pero aquí ocurre que la mente, debido a este conflicto, pasa a ocupar un lugar primordial, porque para mí esa necesidad de controlar es una exigencia constante. Constantemente he de estar vigilando que no diga nada que no esté bien, que no haga nada que no esté bien, cómo aprovechar las situaciones, cómo he de actuar en este momento y qué debo hacer en el otro. La mente adquiere la prioridad y uno, sin darse cuenta, va trasladando todo su modo de vida a la mente.
Pero esa mente no funciona de un modo correcto, no se utiliza adecuadamente; porque la función de la mente es el percibir las cosas tal como son, pero, como yo estoy metido en este conflicto, entre lo que deseo y lo que puedo o no puedo, lo que debo y lo que no debo, entonces la mente se pone al servicio de este conflicto personal, de este problema que tengo planteado, y ya no funciona con objetividad, como un espejo que estuviera reflejando las cosas de dentro y de fuera, sino que la utiliza para satisfacer mis deseos, para conseguir que lo exterior se supedite al interior o para congraciarme con el exterior, de modo que éste me ayude, me favorezca. Entonces, esa mente ya no es la mente funcionando en su correcta función, sino que efectúa una función netamente egocéntrica.
Ya no es la mente objetiva, es la mente al servicio de uno mismo, de las necesidades personales, de los problemas personales, de los conflictos internos. Por eso, porque la mente deja de efectuar su función de reflejo objetivo, imparcial, de las cosas, deja de reflejar la realidad en sí, solamente refleja lo que yo deseo y lo que yo temo; de ahí, que yo tenga que estar constantemente viviéndolo todo en la mente, de ahí, que yo me vaya separando más y más de lo que es mi espontaneidad, mi sentimiento profundo, mis necesidades instintivas, que me sitúe más y más solamente en la idea, si esto se puede o no se puede, si esto es correcto o no es correcto.
Así, contemplo el exterior también sólo desde mi mente, estoy catalogando todo lo exterior, me paso la vida interpretando ese exterior, aquello me es útil o no me es útil, me sirve o no me sirve, me ayuda o me es perjudicial. Entonces, las personas para mí son símbolos, meras imágenes con una valoración positiva o negativa. Dejo de establecer el contacto interno, viviente, directo. Dejo de tener una sintonía con lo que está vivo dentro de la persona; dejo de percibir sus estados; dejo de percibir la significación de todo lo que la persona expresa, y veo a la persona sólo como una imagen que he de interpretar constantemente para ver si va a favor de mi fórmula mental o si va en contra. Esto hace que nos hayamos mentalizado y que estemos viviendo a un nivel intelectual que nos aleja por completo de nuestra espontaneidad...
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Antonio Blay TENSIÓN, MIEDO Y LIBERACIÓN INTERIOR
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17-nov-2007
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Yo lo interpretaría así :El yo-idea según lo que pones vendría a ser equiparable al niño (deseos,intereses, necesidades, anhelos), reprimido por el yo-ideal o padre (normas pre-impuestas, complejos, valoraciones negativas) y el personaje sería el resutado de ese yo-idea lastrado (sufriendo) por el yo-ideal (yo entiendo el yo-ideal siempre como algo represor, negativo).
Asi, en tus ejemplos, el yo-idea o niño seria conjunto de necesidades y deseos: necesidad de integración, necesidad de ser aceptado, necesidad de autosuficiencia, necesidad de reconocimiento ("soy poco social" ... "nadie me quiere" ..."no puedo hacerlo"... "no soy nadie")
El yo-ideal o padre el conjunto de aspiraciones, habilidades, normas, estereotipos, que debo conseguir para satisfacer las exigencias de quien me ha "educado" y que no me veo capaz de alcanzar,
El personaje sería el resultado del sufrimiento producido por mis nececidades que chocan con la imagen creada por el yo-ideal padre,
quiero integrarme, que me quieran,que me acepten, sentirme capaz frente a "soy poco social" ... "nadie me quiere" ..."no puedo hacerlo"... "no soy nadie"
Y ahí nos quedamos atrapados porque no logramos encontrar la forma de satisfacer nuestras necesidades (yo-idea), porque a cada pasito que damos impulsados por nuestro niño, el nivel de exigencia del yo-ideal impuesto por el padre nos bloquea.
Sobre el adulto o yo-experiencia, poco puedo decir porque aun no logro ver (sentir) más alla del personaje.
Interesante esto, me gustaría seguir comparando interpretando confrotando sobre esto.
Saludos, ah y lo de besos es sólo una forma afectuosa de saludar, y no me fijo mucho en los sexos
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19-nov-2007
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Pues a mí la filosofía de Antonio Blay me gusta mucho porque personalmente me quita mucha ansiedad.
Esperguito, me parece que si seguimos a Blay , para él no fue el yo-idea exactamente igual al yo infantil siempre.
En un principio el yo infantil era yo-experiencia pura...pero, claro, sin normas sociales. Y el yo idea fue la estructura y maneras que el niño no tuvo más remedio que adoptar tras la educación para recibir aprobación.
Con ello se adapta a las exigencias sociales para conseguir su beneficio de estar integrado. Pero es al seguir esta yo-idea cuando va perdiendo su centro y espontaneidad.
Ante esta incomodidad, angustia, falta de energía... se imagina otra estructura ya "yo ideal" con la que piensa ya estaria feliz. Pero por desgracia está formada también por imperativos y exigencias superyoicas "Yo soy ahora tímido" (he coartado mi expresión por miedo a que no me aprecien ) es un yo-idea/ "quisiera ser divertido" sería un yo-ideal (para que entonces me aprecien más ) Pero cómo antes "el yo ideal" trata de descripciones de ti mismo y sigue limitando tus posibilidades.
Según Blay, estas posibilidades son muchas, todos tenemos un centro formado por una fuente de energía, amor y entendimiento. Da igual lo que hagamos, eso siempre estará en nosotros como potencialidad. Nuestra responsabilidad no es conseguir nada nuevo para la autorrealización, porque ya lo tenemos, sino actualizar y esforzarnos para actualizar lo que ya somos... Hace mucho hincapié con estar "centrado" y en contacto con uno mismo/a a la vez que en la autoobservación de estas tres fuentes . También quita angustia porque despreocupa de ideas, sólo hay que sacar la máxima energía para esforzarse en ser lo que uno mismo ya es. Se trata de esfuerzo y de estar en contacto con uno mismo sin ningún ... "tengo que ser sociable "... etc... De la autoobservación sale cual es nuestros verdaderas tendencias con las que recuperar la espontaneidad...y entonces podremos serlo...
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19-nov-2007
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Cita:
Iniciado por esperguito
El yo-ideal o padre el conjunto de aspiraciones, habilidades, normas, estereotipos, que debo conseguir para satisfacer las exigencias de quien me ha "educado" y que no me veo capaz de alcanzar,
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yo creo que a veces la educación de los padres es es una no aceptacion de la forma de ser del hijo ( y como te vas a aceptar, tener autoestima si vives en un entorno en el que no te han aceptado desde pequeño).... vale que si tienes comportamientos violentos, puedas causar daño a alguien .. te intenten educar, corregir ese comportamieno, pero tengo la sensacion de que a veces se extralimitan y aun no siendo una persona violenta, egoista, robes, no crees problemas.. ....... intentan que seas como ellos quieren, como ellos son, seas listo, te comportes igual ( socialmente), s... se tiran toda la vida juzgandote, tienes que ser asi, hacer esto u lo otro...
creandote una especie de conciencia, pensamiento, espejo, en el que te juzgaras, acompañara para siempre.. y quitandote en parte la capacidad de decidir, ya que ellos lo han hacho siempre por ti...
quieren crear al hijo perfecto
como no seas como ellos, te integres en este mundo de apariencias, te comportes socialmente, como ellos quieren(en reuniones sociales, familiares, que es donde mas se acusa esa presion, pues ellos tambien se sienten juzgados como buenos padres) , ya que eres su hijo y quieren estar orgullosos de ti... te va creando un conflicto.. que se instala en el incoscientesnsciente, de pequeño no razonas y se te mete todo, ( debo o no debo hacer, decir esto o lo otro ) que de mayor tienes que intentar desacer.. crearte un kaos mental, excavar en el inconsciente .... para despues encontrar la paz, aceptarte, reafirmarte......
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19-nov-2007
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yo quizas sea mas crudo que tu roquentin666, pienso que aveces no es para que cumplas unas determinadas expectativas sociales (en la sociedad) sino algo más egoistas en la familia, con ellos que ahi juegues el papel que ellos quieren para ti, pero no pensando en ti sino en ellos, y eso lo hacen no solo los padres sino tambien los hermanos.
saludos
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