Si, estoy de acuerdo. Yo también por cosas del destino tuve que trabajar de cara al público y ahí aprendí que no es oro todo lo que reluce. Trabajé encima en mi pueblo y al primer día que me pongo a trabajar llega un chaval al que conocía de vista y parecía "seguro" de sí mismo con una declaración de la renta que le salía a devolver. Pues bien, el muy zoquete me trajo el dinero que tenía que le tenían que devolver a él.
Te encuentras situaciones de todo tipo, de gente que te crees que es desagradable contigo, pero en realidad lo es con todo el mundo. También te encuentras a gente que da la sensación de ser muy seria pero en realidad es tímida. También te encuentras a mucha buena gente.
Y sí, yo también suelo ponerme a hablar con desconocidos y son de lo mejorcito. Recuerdo que una vez me puse a hablar con un abuelo y terminamos los dos riéndonos de cualquier chorrada. Surrealista. Otra vez me encontré a otro abuelo esperando a que terminase de llover, y le dije que le tapaba con el mío si no iba muy lejos. Pues me dio una conversación.
También es cierto que estas son las cosas que a la gente normal les tira para atrás. Vas en el tren y alguien (normalmente suelen ser personas de cierta edad que ya pasan de todo y del qué dirán) se te pone a hablar, y la gente agacha la cabeza, hace como que no ha oído, pone cara de este esta loco. Y si te ven que hablas con ellos, pues te meten en el saco, hasta que ya deriva la conversación en tintes cómicos y a alguien de los que "no escuchan" se le escapa alguna sonrisilla. Definitivamente, son muy buenos momentos y que la mayoría de la gente no sabe apreciarlos por intentar ser tan politicamente correctos.