Hombre... yo creo que los juegos
(como cualquier otra cosa que te permita aislarte), si pueden influir bastante en determinadas circunstancias.
A mí esto me huele a padres pasotas que pasan del hijo y lo tienen como a un mueble, no se preocupan por él, no hablan nunca con él, no se relacionan con su hijo, y hasta diría que les estorba... yo si creo que si te refugias desde los 6 ó los 7 años... o los que sean, en cosas para suplir el vacío de tu vida, porque tus padres creen que los niños se educan solos y ellos solo tienen que parirlos, y tu mundo y toda tu vida gira en torno a un videojuego, o a otras cosas, puede afectarte.
No digo que esto sea una norma, habrá gente que sea más propicia a que eso le afecte, porque todos no tenemos la misma mentalidad ni la misma forma de vivir las cosas... pero, yo si creo que el hecho de no hacer otra cosa durante años y siendo tan pequeño, pueda generarle cierta rabia o malestar, que esté enfadado con la vida y con el mundo, porque debe de sentir que no tiene a nadie y su único refugio son cosas irreales y ficticias, situación que un adulto sabe gestionar más menos
(aunque depende del adulto también), pero en un niño puede ser un buen caldo de cultivo.
Pero vaya, que si la historia fuera como yo digo... la culpa en todo caso sería de la mierda de padres que tiene, no de que el niño juegue o deje de jugar, el niño en todo caso sería una víctima más, víctima de sus padres. Los juegos serían una excusa que se utiliza, como bien dices... para lavarse las manos y que nadie cargue con la culpa.
Lo que no podemos es comportarnos como unos padres ausentes, o como padres mediocres, y exigirle a nuestro hijo que no se salga del tiesto, porque sí, por arte de magia, esperar que sea lo suficiente maduro o lo suficientemente tonto como para no rebelarse, sin que tengamos que enseñárselo, como si los niños nacieran ya criados y sabiendo todo lo que tienen que saber, sin necesidad de afecto, sin necesidad de confianza ni de respeto.