Interesante. Me llama la atención que diga eso de "seguimos suicidándonos por amor..." Es increíble como se puede atentar contra la propia vida cuando un objeto (persona) externo a nosotros no nos ama. Y es que, si supieramos que el amor es una adicción, una enfermedad, no lo pondríamos en un pedestal, lo tomaríamos como realmente es, con todo y sus riesgos... No hay nada más violento que el amor.
El suicida no es libre, es preso de la enfermedad llamada depresión. Todos esos monólogos nihilistas que se avienta no son más que producto de su tristeza que le impide ver opciones para poder salvarse y vivir (bien o mal), pero vivir.
Saludos
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