Siendo que acudí por primera vez en años a una convención de anime, aun cuando a mis 36 años podría hallarme un tanto fuera de lugar, pude analizar mis reacciones, mis avances y mis limitaciones al respecto.
Hay cosas que me animan, otras que me decepcionan, y muchas que simplemente me desconciertan de mi mismo...
Primero que nada, confirme una vez mas, que las multitudes por grandes y cerradas que sean, no me afectan en lo mas mínimo. Nada de ansiedad, nerviosismo, nada de nada... lo que si es que tengo la impresión de ir entre la gente encerrado en una caja de plástico transparente... es difícil de explicar.
Muchas personas (principalmente chicas) disfrazadas posaban encantadas para aquellos que quisieran tomarles fotografías... y comprobé que no soy capaz de acercarme directamente y pedir tal cosa, y sin embargo lo hice... cuando vi que una de ellas paso la mirada por donde estaba, nuestros ojos hicieron contacto por un momento y de inmediato le hice un gesto de que deseaba tomarle una foto, y ella accedió con una sonrisa... extraño
Los vendedores son algo aparte. No puedo alzar la voz para llamarles la atencion y me digan alguna información... o bueno puedo intentarlo, pero generalmente sin éxito entre la multitud, y de inmediato me desanimo de volver a tratar... así que no me queda que quedarme ahí hasta que se despeja lo suficiente, o el vendedor pasa casualmente su mirada por donde yo estoy...
Luego hubo un mini concierto. Fui lo bastante audaz y seguro para acercarme a las primeras filas, no lo bastante para levantarme de mi asiento... sentía como si estuviera atornillado al mismo, ni hablar de mover las manos y cantar como hacían los demás. Solo en cierto momento, cuando cantaron una canción que fue irresistible, seguí la letra aunque con voz tan baja que ni el de al lado habría logrado oírme.
Ya con hambre no tuve problema en devorar un hot-dog mientras caminaba por los pasillos esquivando a la gente. Es extraño, no me sentía intimidado por los demás en lo mas mínimo, y sin embargo no sentía ser parte de ellos tampoco...
Así, al final. El balance creo que fue bueno, no estoy tan mal como temía, pero no tan bien como quisiera