Los amigos sólo sirven para perder el tiempo realizando actividades en grupo, como emborracharse o hablar de chorradas. Se aprovecha mucho mejor el tiempo estando solo, haciendo lo que te gusta en solitario o con una persona como mucho (y depende de la persona). Así uno puede concentrarse mejor en lo que hace.
En una salida al campo, por ejemplo. Yendo solo puedes pararte las veces que quieras para observar las plantas o insectos, haciendo fotos o recogiendo muestras. Yendo con un grupo es imposible hacer eso, pues enseguida alguien se queja y los demás lo secundan, o salta el gracioso de turno burlándose de ti. También hay descerebrados que en lugar de disfrutar del momento se ponen a charlar de fútbol o de abyectos programas basura de televisión, estropeando así lo que podría ser un día perfecto en la naturaleza.
Lo dicho en el ejemplo se puede aplicar a cualquier otra actividad, ya sea una visita a un museo o el visionado de una película. Vamos, que no tener amigos es una delicia