Hola! Nuevamente vuelvo a postear con algo que nada tiene que ver con la fs al menos directamente. Aparte de que el yoga es, creo yo, una de las mejores terapias para superar o mejorar la enfermedad (yo lo deje hace tiempo pero todo es ponerse, jeje) hace unos 20 años tuve una experiencia un tanto extraña que quiero compartir con vosotros:
Tengo una amiga de la infancia, (la única) que me pidió que le enseñara a hacer yoga, y quedamos en que haríamos una sesión en la playa una tarde. Fuimos con unas toallas, que eran de color blanco, y bueno comenzamos y todo iba bien, hasta que llegó la relajación final. Estabamos tumbadas en la arena sobre las toallas al lado de unos matorrales, comenzamos a estirarnos (lo que se hace cuando se acaba la relajación) a bostezar y poco a poco nos fuimos sentando. Pero cuando levanté la cabeza de la toalla me dí cuenta de que alrededor de mi cabeza, sin moverse, había como unos cinco o seis bichitos negros pequeños que estaban como encogidos y cuando me levanté y los miré, sacaron sus patas y caminaban hacia mí rapidamente. Le comenté a mi amiga: "que raro, mira cuantas arañas", ella gritó asustada:" no son arañas, son GARRAPATAS". Las dos nos levantamos de un salto y comenzamos a sacudisnos el pelo gritando como dos locas (vaya relajación he?). Luego cuando nos fuimos de allí comprobamos que ninguna de nosotras llevaba ninguna garrapata encima. Hasta ahora no le he encontrado una explicación lógica de porqué esas garrapatas no se nos subieron encima enseguida. Sabeis que las garrapatas se pegan a los pelos de un perro enseguida solo que el animal las roce. A una prima mía se le pegó una detras de la cabeza, justo sobre el vulbo raquideo, y casi no lo cuenta. ¿Fue cuestión de suerte o es que el yoga te proteje mientras lo practicas? Sacad vuestras conclusiones. Un beso!