Por mucha fortaleza y predisposición a ser feliz que tenga una persona todo tiene un limite. Recuerdo cuando sonreia y bromeaba con nostalgia, ahora como mucho voy pasando los dias entretenidamente. Yo ya no soy feliz.
A los diecisiete años comencé con las fobias. Inesperadamente, en una biblioteca apareció mi fobia a firmar en publico. A esta le siguió la de escribir en publico. Luego a hablar en publico... Y así poco a poco se fué sentando en mi ese miedo a todo acto en el que me pudiera ver comprometido a interactuar. Esto en parte limitó mi carrera profesional y mi voluntad de realizarme intelectualmente en el mundo de la Física. Pero a pesar de eso, siempre he sido mas bien extrovertido, con bastante facilidad para hacer amistades y muy feliz.
Luego, al tiempo, comencé a perder la vista. Poquito a poco, lentamente y bajo la incertidumbre de no saber si algun dia me estabilizaría o si por el contrario acabaría inmerso en la oscuridad. Primero tuve que prescindir de la libertad que me daba conducir mi coche. Peor aun fue dejar mi gran pasión y medicina de evasión, el ciclismo. No obstante, conseguí remontar el vuelo y ser feliz.
He tenido varias parejas a lo largo de mi vida. Y cuando comencé con los problemas de vista quise cerrar mi corazón para no defraudar a nadie y para evitar mi sufrimiento. Solamente yo conozco lo que representa esto y se que es dificil de llevar. A pesar de todo conocí a una chica que lo fué todo para mi. Al cabo de los tres años conoció a otra persona y me dejó. De eso hace un año y medio. He intentado continuar con mi vida pero recuerdo nuestra afinidad, nuestra intimidad, nuestro cariño... Me lo dió todo y luego me lo quitó...
Con todo esto quiero decir que por lo general, la medicina de todos nuestros males esta en querer y ser querido. Gracias.