Salgo a la calle en los intervalos de tiempo en los que pierdo el temor y solo siento desprecio por la raza humana, aunque jamás hablo con nadie, siento que son gusanos repugnantes. Mientras no sepa que existe un [1/10^256]% (vale, exagero, ya que a partir de ese porcentaje lo único bueno en la humanidad sería un puñado de células de uno de ellos, o quizás menos de una célula o un par de moléculas, no sé, no tengo interés en calcularlo) de probabilidad aproximada de que esa persona no sea un gusano repugnante sino alguien que merece la pena. Tal vez tengo algo más que un TPE común, es un odio que casi conduce a la locura, o tal vez más allá de ella.
Si soy sincero, no tengo FS realmente (o eso creo, no tengo los síntomas descritos por el psiquiatra, la sudoración y no sé qué más, dejé el psiquiatra hace tiempo), pero cuando estoy en una multitud y estoy conciente de que estoy metido en una maldita multitud me empieza a costar respirar, mi pulso aumenta, y pasadas muchas horas (como en mi ya ex-trabajo) vista distorsionada y un deseo compulsivo de salir corriendo o matar al azar a cualquiera de los presentes, algo que por fortuna supe controlar todo este tiempo. Afortunadamente pese a mi mirada de demonio, debido a que he sabido aparentar gentileza la gente ya se había acostumbrado a mí y a mi molesta cara, pero eso desencadenó en que luego de un par de semanas la gente se me empezara a acercar ara hacerme reguntas sobre el supermercado, algo del tipo "¿Dónde están las latas de atún?" "¿A cuánto está la leche condensada Lonco Leche de 300 gramos?" "¡Tengo una diferencia de precio acá! ¡La revista de hace 10 años me dice que este producto está a tal precio y está 2 lucas más caro!" "Haz bien tu trabajo, no me mires, maldita sea, solo vengo a comprar" "¡La fila está muy larga y me voy a desquitar con el guardia!" "¡Las trabajadoras de platos preparados están conversando en lugar de atenderME! ¡Haga algo!", era insoportable. Creí que aguantaría eso, pero me estaba volviendo loco, luego de 2 meses y medio ya colapsé. Ahora estoy encerrado una vez más.
|