Fuente infinita de consuelo,
rebosas odio, frustración,
inseguridad, rencor, miedo...
Unes infinidad de almas
que un día cayeron del cielo,
para que, pobres infelices,
sueñen aunque sea un momento,
que ya no lloran recluidas
en la oscuridad de su infierno.
Mundo ficticio, entes unidos
en macabro baile de ciegos.
Ya de ellos solamente quedan
sombras de lo que un día fueron,
aunque otros siempre han sido sombras
luchando por salir del negro.