Soy como los cables de los cascos del MP3: inexplicablemente enrevesado, tanto que estoy hecho un lio
(sí, la pena capital es poco después de esta bazofia de chiste). Además, soy como el celo: un rollo
(vale, vale, ya paro).
En fin, siempre será un resumen relativo, pero intentaré adjetivarme: soy un esperanzado ex-pesimista de costumbres que orbitan en torno a la hiperrealidad que ofrecen la imaginación, la creatividad y el ingenio, elementos que idolatro. Soy un intento fallido de persona realista y virtuosa, más infantil de lo que corresponde a mi edad en unos aspectos, y al mismo tiempo más maduro en otros. Me inclino por una gran tolerancia y empatía a la hora de juzgar a la gente (cosa que a algunas personas parece molestarles... supongo que necesitan quejarse un poco). Tengo una sensibilidad que varía en su grado según criterios irracionales
(no lloré con Titanic, pero he estado a punto de hacerlo con un par de capítulos de los Simpson (no es coña)). Disfruto continuamente soñando despierto, creando infinidad de situaciones distintas gracias a las cuales creo que soy épico. Soy educado y responsable según mis criterios de educación y responsabilidad, despreocupado, de sonrisa fácil, algo perezoso e hiperactivo al mismo tiempo (se puede), anticonvencionalista reprimido, etc. etc. etc.
Muchas de esas cosas pueden cambiar según mi estado de ánimo.
No sé por qué pongo todo esto. Debía de tener ganas de hablar de mí...