Iniciado por Verandris

Mirad, hablaré sin tapujos. Espero que comprendáis que, pese a ser pensar que soy fuerte y que trato de resistir los embates de los problemas y conflictos que surgen en todo devenir humano, y aún más poseyendo una ansiedad social morrocotuda, mis sudores, con el rubor a flor de piel y el carácter introvertido que me ha sido concedido en suerte, pese a todo eso, no lo soy.

Día tras día me enfrento a la gente, a sus frustraciones, a sus carestías, a la necesidad que tienen de alimentar a sus familias. Todo esto en mi trabajo. Estoy en una oficina de empleo. Y si ya esto es de por sí duro para una persona "normal", qué no será para alguien "especial" como yo.

No soy querido. Es algo evidente. A mi no se me ha contratado por mi cara bonita. La mayor parte de la gente actúa de modo respetuoso y lo agradezco pero hay unos casos, excepcionales, en los cuales es necesario poseer una saludable querencia a uno mismo. Y en absoluto la tengo.

¿Como podría quererme a mí mismo si mi familia cercana me desprecia en un rango que va desde la indiferencia hasta la pura burla insolente y chabacana? ¿Cómo podría quererme si surgen, día sí y día también, nuevos frentes en todos los campos sociales a los que, por mi valentía y arrojo, me inscribo pero en los que no duro demasiado porque pronto veo que no soy querido o se me ignora? Pero sigo intentándolo y ese no sería el problema. De verdad que no lo sería si tuviera una familia, un núcleo de cariño y de compromiso, de ternura e intimidad, un refugio para el guerrero.

Pero, ¿y cuando llego a casa? ¿Qué sucede? Nada. La soledad y el desamparo. La nada de las rutinas de limpieza diarias, de las comidas frente al televisor, de las horas interminables en internet. Y la certeza de que será para siempre. Y ni las pastillas de lexatin, ni las visitas de mis padres, ni las ocasionales salidas con mis amigos me libran de momentos como este que he pasado el fin de semana y que temo volveré a pasar esta semana santa.

Solo tengo la esperanza de un anuncio en prensa, que realizaré mañana, para tratar de conocer a alguien. Sé que no funcionará pero... ¿quién soy yo para anticiparme al futuro? Este fin de semana ojalá no estaré sólo pero sólo es una ilusión, sólo es el espejismo de un joven que ya no lo es tanto y que cree ver en el desierto de las emociones un vergel, un oasis de paz y de tranquilidad, las que obtendré cuando concluya mi búsqueda.

Iniciado por Misteriu

Disculpe, no leí nada... me aburri en el primer parrafo