Es evidente que poseen cierta habilidad innata, sin caer en la generalización obviamente.
Recuerdo cuando las chicas de mi curso empezaban a cumplir sus 15 añitos, y todo ese año era fiesta, fiesta y más fiesta. Había chicas que, a ciencia cierta, jamás habían pisado una pista de baile y, sin embargo, allí estaban, bailando, bailando como si fuese algo de toda la vida. Los varones no; había uno o dos que poseían esa habilidad, pero los demás, bueno, de los demás uno podía reírse sin ningún tipo de culpa, eran realmente un desastre.
¡Qué épocas!
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