Esta tarde ha sido para mí como una revelación... Me he encontrado con una chica. Maravillosa. Nos hemos entendido a la perfección. Y todo sucedió de la manera más fluida y natural.
Hoy a las 19:15 tenía cita con el agente secreto más famoso de todos los tiempos. Alisé por última vez mi estupendo esmoquin a medida y oculté la Walter PPK en la sobaquera. Preparé mi Aston Martin DBS y lo saqué de la cochera con reverencia. A mi lado las luces de neón de la gran ciudad iban saludándome como si me encontrase en un baile de máscaras de la noble Venecia. Estaba listo, con licencia para matar.
A mi llegada al cine donde echaban la nueva película de James Bond había una pequeña cola y en el extremo de ella estaba... hmmmm, llamémosla M y así seguimos con el juego de película.
No sé si se debió a que estaba totalmente inmerso en el personaje, si tenía un especial carisma (
) en aquel momento debido a la emoción del momento o si todo ha sido un sueño y mañana me despertaré confundido como Antonio Resines en el último capítulo de "Los Serrano". El caso es que mis primeras palabras fueron para ella un canto de esperanza. Lo sé porque sus ojos brillaron de alegría.
¿Y cómo era ella? Menuda, de tez pálida, melena desbocada, nariz redondeada, piel suave y ojos azules que abrían una puerta al infinito. Yo ya conocía ese rostro... era una camarera de un bar periférico que mi mejor amigo y yo solíamos frecuentar hace un par de años y ya habíamos cruzado muchas palabras en la barra. Me reconoció de inmediato.
"¿Cómo tú por aquí? ¿No irás a ver la película de James Bond? No, no puede ser posible. Una película tan... tan... ¿machista? , ¿violenta?"
Pues sí, iba a verla. Todavía no sé del todo por qué pero, por lo que me dijo, parecía que le gustaban las películas de Daniel Craig... así, en general. El caso es que entre la breve demora hasta conseguir las entradas, la subida a la sala y durante toooooda la proyección estuvimos juntos, compartiendo una conversación chispeante, divertida, agradable y diría que hasta arrebatadora en algunos momentos.
M es una chica muy despierta. Ha estudiado Psicopedagogía y mientras espera a colocarse de lo "suyo", ya sabemos cómo anda el país, busca trabajos como camarera y, de momento, no le va nada mal. Evidentemente sus ambiciones le llevan por otro camino pero este es un rodeo necesario para sacar algo de dinero (yo diría que mucho) y seguir preparándose.
"Making a long story short", como dirían los británicos, me ha encantado este reencuentro. Ella trabaja ahora en un nuevo bar ya que el antiguo ha sido sustituido por otro tugurio de estilo jamaicano que he visto una vez y al cual no volvería ni aunque me pagasen en mojitos caribeños. Me ha invitado para que me pase por allí cuando quiera... lo lleva en la sangre, el negocio es el negocio. Pero hay algo más. Le caigo bien y, aún más, tiene cierta fascinación por mi cultivado acervo de conocimientos, lo cual en una mujer es algo de alabar. Que me doren la píldora en vez de quererme devorar con los ojos o las palabras es una saludable terapia.
Y eso es todo. Ahora aprovecho la nocturnidad para publicar mi experiencia reciente en el foro, esperando infundir de ánimos a la población local, que últimamente veo demasiado apagada y tristona... será la estación.
Nada más, la película recomendable pero sin pasarse... estoy orgulloso de Javier Bardem, tan sólo diré eso, pero más aún de mi hazaña azarosa de hoy... no todos los días se está presenciando una película junto a una jovencita bella y excitante como M.
Un saludo a todos, espero daros más información en breve.
Cambio y fuera.