¿DEPRESIÓN, ANSIEDAD, ESTADOS NERVIOSOS, O DESPERTAR DE LA ENERGÍA KUNDALINI?
SÍNTOMAS DEL DESPERTAR DE LA ENERGÍA KUNDALINI. DESPERTAR ESPIRITUAL
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Esta energía se llama en sánscrito, energía kundalini o de la serpiente, y cuando es estimulada o despertada, produce una serie de fenómenos que van a desencadenar la evolución de la conciencia, en los casos de personas preparadas para soportar tal energía en su cuerpo. Es exactamente la energía evolutiva que todos los seres humanos tenemos alojada en la base de la columna vertebral, como si fuese una batería o pila eléctrica (valga el símil).
La energía kundalini se puede liberar involuntariamente por varios motivos: el consumo de drogas o medicamentos; el exceso de trabajo; tensiones acumuladas; falta de descanso; abuso de las fuerzas físicas; un golpe o lesión grave en la zona de la rabadilla; la pena, los traumas o el miedo excesivo; prácticas de meditación incorrectas; los ejercicios de desarrollo y el sexo; el embarazo; el parto; etc.
Con la subida de esta energía nos encontramos con una amplia variedad de síntomas como pueden ser: nerviosismo; emociones desproporcionadas; a veces euforia, otras veces periodos en los que no se puede dejar de llorar; depresión; aceleración cardiaca; opresión en el pecho; zumbidos en los oídos, pitidos u otros sonidos; aumento de la temperatura corporal; escalofríos; temblores; congestión y dolor agudo en la zona del ano; adelgazamiento; trastornos intestinales alternándose diarrea con estreñimiento; pérdida de apetito; crisis nerviosas, físicas, emocionales o mentales; cambios alternos en las pautas de energía, se pasa de estar muy energéticos, a sentirse como si se hubiesen "agotado las pilas"; pensamientos un tanto obsesivos y agitados; gran variedad de rarezas; inquietud; una sensación inexplicable e intensa de miedo; cambio en los patrones del sueño; dolores u otras sensaciones en la cabeza; picores en todo el cuerpo o en determinadas zonas; sensación de "bola" en el estómago como si estuviese saturado a veces con ganas de "vomitar" energías; miedo desproporcionado a enloquecer; a veces sensación de que se está muy enfermo y que no queda mucho tiempo de vida; a veces ganas de morir; impulso sexual acentuado; sensación de "vacío" inmenso en la zona del plexo solar; se tienen los sentidos agudizados: el olor, el tacto, el oído, el sabor..., etc. Es como si todo el sistema estuviese recorrido ahora por una corriente de alto voltaje, acostumbrado y preparado sólo para una corriente de 110 voltios, y a la cual tiene que habituarse. Lleva su tiempo asimilar la nueva energía.