¿Y si a ustedes les ofrecieran la posivilidad de ser normales?: Una panda de amigos, chicas a las que tirarse, ser social, laureado, bien comprendido...
Y a cambio solo tuviera que renunciar a su identidad. A la personalidad de solitario, a sus extraños amigos, a su extraño carisma, a su peculiaridad de no salir de casa, de fumarse un paquete al dia y beber cafe cada dos horas, a su prolongada introversión, a sus reflexiones profundas y a su plausible misoginia fruto de decadas en colisión con los valores superficiales de la mayoria.
Y le dijeran, tú, olvidate de todo eso, puedes ser normal! ¿Ustedes que dirian?
A algo así me he enfrentado hoy, he cedido, más se perdió en cuba. ¿Y que es lo que encuentro?: Normalidad.
Esto me crea un gran dilema personal, yo que siempre he sido de criticar lo incriticable, de mantenerme alejado de la muchedumbre. ¿Es por una falta de valores? No. ¿es por sentirme querido? Quizás sí. Quizás llevo tanto tiempo en soledad que solo pido un poco de normalidad, tomarme mis copas, sonreir, cachondearme. Sin embargo hay algo que falla.
Es la sensación, el presentimiento: 1 que yo no soy así que es una mascara 3 que algo malo debe traer a la larga.
Es como me siento detras de un día de "fiesta con los colegas", dentro de mi hay un gran sentimiento de naufragar como siempre con mis libros y cavilaciones. Pero desgraciadamente me rindo ante las muestras de calor humano.
En el fondo el ser humano es un ser social, necesita de sus aventuras peculiares y sus cavilaciones oníricas. Mantenerse arropado por menudeces que le llenen su insatisfactoria vida.
Y ese soy yo. Un paria sin amor, sin amistad, sin esperanzas, fingiendo tener todo lo contrario en un ambiente social y hostil.
Tampoco a gusto... No, quien me creerá cuando digo que no quiero formar parte del vulgo, desearia distanciarme de él, vivir una vida asceta y solitaria distinguiendome por mis obras, y regodeandome ante los ilustrados que aplaudan mi creatividad.
Pero en cada visita al espejo me siento un don nadie. Cada cana, cada kilogramo de grasa me dice "apresurate, la vida se acaba". Y soy arrojado sin piedad a un infierno de superficialidad que me dice "atento, no decaigas, tu pertences a esto".
Vivo en una dicotomia entre lo que soñé con anhelo en mi juventud y la realidad inexorable que quiere que yo pertenezca a ella. Cuando sales de noche, nadie te pregunta cuanto sabes, cuanta información almacena tu mente, cuanto has soñado. Solo importa lo abierto y simpatico que seas. Las reflexiones, las esperanzas en una ciencia elegante se disuelven para mostrarte lo rudo que es el ecosistema social. Basta con alardar, fanfarronear, claudicar y hostentar. Basta con bailar a un son pueril para ser aplaudido por los ginetes de la mundanidad.
y yo como un gisante en una ensalada deseo gritar a los cuatro vientos. Nooo! desearia convivir entre iguales en una atmosfera más rica de conceptos, sueños y esperanza. En un mundo de quimericas ilustraciones, arquitecturas y narraciones. Cumpliendo con mis aspiraciones y reflejando las grandes contrariedades del mundo.
Sin embargo todo queda en nada. mis sueños son pisados por el vulllicio y mis canticos no quedan más que reflejados en posibles alegorias de pachangas de futbolin. Es una lucha entre mi Yo quimerico y la realidad inexorable. y cada día que pasa pierdo en ella.
Jamás llegaré a reconciliar mis anhelos de genialidad con mi mundana realidad. ¿Es esta la suerte que me espera?
Solo desearía que mi realidad fuera más conceptual y se debatiera en conversaciones sublimes llenas de racionalidad. Sin embargo para llegar a los demás siempre me presento como un don nadie, aficiomado al futbol y al alcohol.
¿Como conllevar la soledad de la quimera con la afinidad de la mundicia?
Imagino que la solucion versa en encontrar la amistad ideal.... pero Dios, son tan fuertes los grilletes, es tan dura la carga.... Algun día lo lograré. Me desharé de esta mierda de vida y encontraré la paz con gente como yo.
He dicho.