Estoy totalmente de acuerdo. Pero en cualquier situación social, no sólo en las fiestas...
Muy cierto también, según el estado de ánimo del momento (que puede cambiar en un lapso de tiempo muy corto). Al principio estoy de buen humor y dispuesta a tratar de socializar, unos minutos después pierdo mi sonrisa.
Recuerdo que antes de las vacaciones de verano, una chica nos había invitado a su casa, con otros compañeros de clase... acepté la invitación pero... creo que aquel día su perro me salvó la vida