Normalidad macabra a ojos de los demás (en mi caso). Precedentes, comparaciones y negación. Enjuagues y juicios sumarisimos: los problemas tangibles de cada día, los que nos suenan, son los únicos considerados como tales por los demás.
Es triste ver cómo las enfermedades del alma pasan desapercibidas y es necesario no sólo darlas a conocer, sino poner de manifiesto el efecto mariposa inconcebible (pero real) que pueden ocasionar.
Con estas líneas me presento en el foro, mirando mi parte egoísta (sentirme identificado), e intentando sacarle punta a mi parte altruista (aportaciones). Me ofrezco de contraejemplo del buen hacer y de la gensión personal. Así todo el mundo podrá contemplar, como quien mira un monumento del horror, hasta dónde se puede llegar con la fobia social.