Ahora que estoy aquí encerrado en mi cuarto; con mi familia en el salón voy a sincerarme y contar un poco lo que me pasa y cómo ha sido mi vida hasta ahora.
Lo que está marcando mi vida en los últimos años es esta fobia social o ansiedad social como se quiera llamar, que me limita mucho, que me hace sentir mal, sentir temor, sentir miedo, no hacer muchas cosas, evitar otras, huir, etc.
Todo esto creo que empezó a la edad de 14 años, cuando estaba en el colegio, en sexto o séptimo de EGB. Yo tenía mi grupo de amigos con el que me relacionaba desde que empecé con 7 años. Me llevaba bien con ellos, habíamos ido a cumpleaños de todos, jugábamos al fútbol y empezábamos a salir por ahí por las tardes, al cine y a salir a discotecas y a ligar o pseudo-ligar con chicas etc y a tener amigas.
Realmente a mí estos cambios creo que se me hicieron difíciles pero lo que más empezó a causarme malestar fueron las típicas bromas que nos hacíamos entre nosotros, todo eso de ponerse motes o meterse con alguien por cualquier cosa o reírse de él, etc.
Yo en esa época crecí bastante y era bastante delgado y yo me fui acomplejando por parecer tan escuchimizado y luego también mis "amigos" se metían conmigo por eso; luego también yo me hice bastante montaña de todo esto, y en seguida por nada pensaba que se iban a reír de mí o que me estaban juzgando. Empecé a sentir más miedo a las personas y a sentirme más triste y deprimido y a no gustarme tanto el colegio. Seguía yendo con los amigos estos, pero ya no disfrutaba como antes, ahora todo lo analizaba, todos los comentarios, todas las actitudes; algo de mi visión del mundo estaba cambiando.
Poco a poco, ese miedo se fue generalizando al resto de la gente, de fuera del colegio, vecinos, familiares, amigos del pueblo... empecé a sentir un miedo irracional a la gente, a hablar, a mostrarme tal cual era.
Y empecé a evitar situaciones. Empecé a dejar de ir a algunas clases, hacía como que iba al colegio pero me quedaba en un parque de al lado, leyendo sentado en un banco viendo a la gente, encerrado en mí mismo sin saber qué me estaba pasando.
A veces me esforzaba y me animaba y volvía a ir a clase, pero las evitaciones y las faltas al colegio se fueron haciendo más habituales. En mi casa no sospechaban nada, a pesar de que yo me estaba volviendo más callado y mis notas también iban bajando.
La primera vez que mi madre se enteró de que algo pasaba fue un día que tenía excursión; yo fui a clase pero poco a poco fui viendo lo que se me venía encima, un día netero por ahí con la clase, riendo, pasándolo bien, haciendo cosas, hablando; no estaba preparado para ello, se me hacía un mundo y en el momento de subir al autocar me fui corriendo y me fui a mi casa; pero mi madre ese día estaba en casa y me pilló. Entonces se dio cuenta de que algo no andaba bien y la tuve que contar todo lo que me pasaba.
Empecé a ir a sicólogos. Les contaba lo que me pasaba. Hice ejercicios de reforzar la autoestima, de ser asertivo, de enfrentarme a las situaciones... bueno, lo típico. Volví a ir a las clases aunque me seguían causando malestar.. preguntas del profesor, tontear con chicas, salir por ahí con los amigos..etc, pero digamos que el miedo se atenuó.
Pasó un curso y volví a caer en lo mismo; el miedo volvió más fuerte. Antes era un chaval que incluso hablaba mucho en clase y que los profesores me mandaban callar; ahora no abría la boca, esperaba que ningún profesor me preguntara, y miraba mi reloj impaciente para que se acabaran las clases si había que irse a casa o para que siguiera la clase si había que ir al recreo y así no estar con los amigos.
Volví al tratamiento sicólogico. No me hizo mucho efecto. Pasé por varias manos. Recuerdo que también hice un tratamiento para intentar rebajar la ansiedad llamado biofeedback, te ponían sensores por el cuerpo y tenías que controlar la ansiedad recordando momentos desagradables usando la respiración o frases relajantes. Muy moderno el invento, pero por aquel entonces yo seguía esforzándome por seguir yendo a clase cada mañana. Apuraba hasta el último minuto en mi casa para llegar con la clase a punto de empezar y salía pitando cuando acababa. Y algunos días no iba. Había asignaturas a las que tenía verdadero pánico, como electrónica que había que bajar al laboratorio a hacer circuitos y yo estaba con dos chavales más en mi grupo, me pasaba la hora haciendo o haciendo como que estaba interesado en las cosas y ellos hablando y haciendo bromas y yo en medio sufriendo, sudando, haciendo que no me pasaba nada.
Hasta que enlacé varias evitaciones seguidas y cada vez se me hizo más difícil volver a clase, ya que ahora además tenía que enfrentarme a las preguntas de "qué te ha pasado todo este tiempo". Pasaron las navidades... fui a un siquiatra, me dijo que después de navidades tenía que ir, que lo mío era un simple resfriado comparado con lo que veía él cada día en su consulta; sí, yo lo sabía, pero a mí ese miedo me estaba destrozando la vida.
Pasaron las navidades y no volvía clase, ya no iría nunca más. Me quedaba en mi casa, trsite, sin ganas de nada. Me veía como un fracasado. Sólo hubo una cosa que me mantuvo a flote, el atletismo. Me apunté a un club de atletismo, y entrenaba con más chavales de mi edad, y allí me sentía por unas horas al día feliz, y me relacionaba con gente de mi edad y disfrutaba corriendo. Con una de las chicas del club fue con la que me di mi primer beso en los labios. También me apunté a clase de matemáticas y física en una academia para seguir haciendo algo. Estuve bien por una temporada. Me eché una especie de novia, y enlacé varios rolletes seguidos. Todo parecía ir más o menos bien. Ese verano estuve en un campamento para hacer un cursillo y lo pasé bien, aún con moemntos malos, pero en general bastante bien. Todo esta época tomé seroxat, que no sé si tiene mucha relación con este bienestar.
Empecé en un instituto, todo nuevo; venía de un colegio rígido y aquello era muy abierto, me gustaba. Gente muy diferente en mi misma clase, de diferentes razas y de diferentes formas de ser. Tuve momentos malos también, de ansiedad y de fobia, como cuando me sacaron por sorpresa al escenario ante todo el instituto en una obra teatral. Lo pasé realmente mal, me daban hasta tics en la cara, algo muy desagradable, pero a pesar de todo, no me dejó muy marcado. Y en el instituto hice un muy buen amigo, Fernando, con el que congenié muy bien; él era muy creativo y hablábamos de muchos temas y nos reíamos mucho. Aunque yo seguía siendo un chico muy ansioso en determinadas situaciones y con algunas recaídas.
Ese verano fui a Inglaterra y lo pasé relativamente bien.
El último curso de instituo fue distinto, ahí lo pasé mal, bastante mal, volví a evitar las clases, fui la mitad de los días, yo veía peligrar el curso, y no quería perderlo pues ya había echado un año por la borda. Fui al psiquiatra de la seguridad social y me puso tratamiento nuevo. Pero yo no mejoraba. Hasta que no sé como me animé a volver a clase y me esforcé por sacar el curso a última hora, lo hice y aprobé la selectividad.
En verano me apunté a dos campos de trabajo, creía que podría con ello, pero el primero fue en Santander y en e viaje de ida ya me fui encontrando aislado y cuando llegué alli todo me superó, me vine al día siguiente, prácticamente huyendo, cogiendo un tren y volviéndome a Madrid.
Empecé la carrera de Informática, yo no estaba bien después de varias malas experiencias; pero iba a clase, aunque poco a poco me fui apartando de la gente con la que en un principio me relacionaba más. Estuve también en un curso de teatro, pero lo abandoné cuando se acercaba la fecha de la representación. El curso me fue mal en lo estrictamente académico, aquello era chungo de cojones y aprobé muy pocas, por lo demás nada más que resañar, pocos amigos, yo en mi mundo encerrado, evitaciones y todo eso.
El segundo año más de lo mismo, incluso peor, ya casi no hablaba con nadie salvo con dos chavales, empecé adejar de ir a clase, añadiéndose que aquello de la informática no me gustaba. Iba a un sicólogo cognitivo-conductual puro con el que empecé a hacer nuevos retos; quedé con chicas inglesas con la excusa de intercambiar inglés, conocí a un grupo de gente a los que les pasaba parecido a mí (yo pensaba que era un bicho raro y que era único en el mundo), estuve en unos cursos de pintura y fotografía y decidí irme a Irlanda a trabajar, convivir y lo más importante, ver si superaba este puto miedo de una vez por todas. Iba para tres meses, y sólo aguanté un mes. La convivencia con la gente de la casa, con los compañeros del trabajo, todo se me hizo cuesta arriba, cada día levantarme para ir a trabajar era un esfuerzo terrible; y cuando salía del trabajo vagabundeaba por las calles para no volver a casa. Me vine una mañana de súbito. Una nueva derrota y unos días posteriores en Madrid hundido hasta las trancas.
Para el siguiente curso volví a sacar fuerzas y como ilusión por mejorar nunca me falta me matriculé en Derecho y Administración de empresas. Yo tenía un miedo bastante elevado y continuo, pero estuve yendo a clase, conocí a algunas personas. Pero el miedo y las movias varias, en lugar de disminuir iban aumentando, cada día se me iba haciendo más difícil enfrentarme a la gente. Me daba miedo que me fueran conociendo y que vieran que no tenía amigos, que me despreciaran, cosas de esas.. Tras los exámens de febrero un grupo de tías y yo empezamos a organizar un viaje a Sevilla, yo me creía capaz de afrontarlo con todo lo que conllevaba pero en el último momento zas! una ansiedad atroz se fue apoderando de mí, y preferí quedarme. Imagino que nadie entendió lo que me pasaba y a partir de aquel día ya sí que casi se me hixo imposible volver a enfrenatrme a ir a clase; fui unos días, pero lo acabé dejando. De nuevo la historia se repetía.
Y a raíz de aquello nuevos bajones anímicos, desconcierto, preguntas... dejé el sicólgo y me apunté a un grupo de autoayuda con más gente con mi problema o parecido. Me apunté atrabajos, iba el primer día y no era capz de volver al segundo día. Estuve en dos pizzerías, en un almacén, repartiendo propaganda, en unos supermercados, de reponedor... lo hacía como terapia, para superarme, pero en ninguno duré más de un sólo día.
El verano pasado no s´lí fuera como de costumbre, ya no tengo ganas de ir al pueblo y quedarme encerrado en casa; me quedé aquí y salía con un amigo algunas días y se me hizo más llevadero. Tuve mis primeras experiencias sexuales, esforzándome por conocer a chicas. Y este año me he matriculado a Administración de Empresas por la Uned, así espero sobrellevarlo, porque no quiero desperdiciar más años de mi vida. He conocido a un grupo de chavales con los que salgo ahora casi todos los fines de semana.
Se puede decir que estos últimos tiempos (meses) he hecho cosas, esforzándome mucho y tirándome a la piscina aun sin saber si había agua; he ido a una orgía, he follado con una amiga en los baños del aeropuerto, he entrado a chicas por las noches, he ido a París con la familia y a Holanda y Bélgica con mis padres y hermana. Y se puede decir que estoy estudiando para los exámenes. Pero no estoy bien, ni mucho menos, se puede decir que tengo el mismo miedo de siempre, sin ir más lejos ahora estoy encerrado en mi habitación, con una silla encajada entre la puerta y la pared para que nadie pase, pues mi familia ha venido a casa y no me veo ocn fuerzas para saludarles, tengo Miedo, así con mayúsculas, siento miedo de la gente, de las relaciones sociales.
Aunque hay una cosa buena que he descubierto a fuerza de la soeldad: los libros, ellos me han ayudado muhco, me han hecho disfrutar mucho, he aprendido con ellos y he crecdo con ellos. Nuna podré dejar de estarles agradecido. Gracias, os quiero.
Llevo escribiendo este diario bastante tiempo, no sé si me ha sido de ayuda, yo creo que no, ni para bien ni para mal; pero en cierto sentido creo que lo escribo como un grito de ayuda, quiero que la gente me conozca, y me muestro tal cual soy, pues estoy hasta la ***** de esconderme, de estar ansioso y no poder ser quien soy en realidad; porque aunque parezca contradictorio, me gusta la gente, me gusta el mundo, quiero relacionarme, tener amigos, pasarlo bien, que me pasen cosas interesantes, vivir la vida, exprimirla al máximo, quiero superar este problema y ser feliz.
Alberto_
Historia enviada a fobiasocial.net en enero de 2005.
