Me dí de alta en Facebook (hay otro tema que habla de eso) después de que una compañera de trabajo me insistiera durante meses. Ella me envió el juego de YOVILLE (Para los que no lo conozcan diré que se parece un poco a Second Life solo que más cutre y con unos muñecos regordetes muy graciosos)
Me creo una muñequita y empiezo a jugar. Estoy en mi casa, de repente una ventana aparece y me pregunta se quiero que venga alguien a darme la bienvenida. ¿Querer? Pues no, la verdad. Pero me digo venga y digo que sí. No viene nadie. Uf, menos mal . ¿Pero porqué no viene nadie?
Decido salir a la calle. Hay un montón de gente. Me animo y digo HOLA. Pero no me contesta nadie. En realidad nadie contesta a nadie. De repente aparece una chica que dice que invita a todos a una fiesta a su casa. En un momento desaparece todo el mundo y me quedo sóla. No me atrevo a ir yo también. Decido entrar en un restaurante pero está vacio. No me atrevo a hablar con el camarero y me voy. Dejo de jugar.
He contado esta anecdota porque muchas veces he pensado que si las circustancias en mi vida hubieran sido distintas yo sería distinta pero este juego me ha hecho pensar que yo soy como soy independientemente de las circuntancias.