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Iniciado por Natsuki
Bien solo quiero plantear una pregunta muy simple para algunos y quizá más compleja para otros.
¿Alguna vez has sentido el deseo de ser sociable como un impulso natural y no por norma o porque ves que los demás lo hacen y entonces crees que tú tambien deberias?
Mi pregunta se origina en la creencia de que el ser humano es sociable por naturaleza.
Yo no recuerdo si alguna vez me senti así, actualmente no veo por ninguna parte ese impulso natural que se supone que debiera tener ya que soy humana, solo sé que me siento tranquila y menos ansiosa cuando no interactuo con personas que no conozco.
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Antes de responderte a esa pregunta, te diré algo acerca de ti. Lo preguntas probablemente para poder convencerte de que no tienes la aptitud de ser sociable, y entonces librarte de la responsabilidad y de sentirte mal. Solo pierdes el tiempo, eres sociable, solo que no has adquirido los recursos y tienes miedo con preguntas e intentando convencerte de que no eres algo.
No existe la propiedad "sociabilidad" como componente esencial, sino que la sociabilidad es composición reduccionista de muchas otras partes. Y naturalmente, todos tenemos al menos algunas de esas partes. Si no fuera así, no estarías ni interesada en este foro.
Que la sociabilidad sea inducida por otras personas no significa que no sea característico tuyo.
Otra cosa es a qué nivel de referente aparecen esos deseos sociales:
- A nivel de referente intrínseco. Socializar es un impulso por si mismo, como la compasión al ver a alguien llorar.
- A nivel heredado, de referente asociado. Socializar es un impulso por la recompensa que lleva después, como el sexo. En este caso, el camino de la sociabilidad puede resultar un esfuerzo -en el caso anterior, era un impulso intrínseco del camino-.
El nivel heredado es mucho más complejo con la aparición de la conciencia y un nivel de inteligencia superior, que traerá tendencias emocionales del tipo de la estima y aptitud, pudiendo necesitar a las demás personas para demostrarnos que somos aptos; así como envidiar. Claro que con madurez esto deja de ocurrir.