Hay días en los que mi mama empieza a preguntar, se pone molesta porque quiere saber cuando será el día en que al fin haga algo, hoy precisamente ocurrió eso. Después de hablar unos minutos, decidí contarle, le dije que en realidad las supuestas citas al medico general, eran para encubrir mis visitas al psiquiatra, le mostré los papeles, le explique que se trataba de una ansiedad social, le dije solo algunos de mis síntomas y de la droga que tomo, que ella pensaba que servia para otra cosa. Después de oírme se puso muy contenta, me dijo que me felicitaba por haber empezado a solucionar mi problema. Ella lo entiende muy bien, hace tiempo era extremadamente tímida, se sonrojaba por todo, tenia baja autoestima y era muy insegura, pero gracias a Dios y a las integraciones de la iglesia lo pudo superar, en verdad que lo hizo, ahora es otra persona, no teme preguntar, ayuda a otras personas, habla, ríe, y tiene una vida con mucha personalidad.
Después de oír todo lo que me dijo acerca de volverme de nuevo a Dios y todo eso, yo le deje muy en claro que no quería su lastima y su compasion, le dije que me tratara igual que lo hacia hasta ahora. La lastima es un arma de doble filo, es muy peligrosa y lo se porque ya la he manipulado antes. Por un lado es buena ya que me da tiempo de mejorar las cosas, de planearlas y de no preocuparme por los reproches, pero por otra parte puedo acostumbrarme a ella, puedo perder el poco de normalidad que tengo.
Fue bueno seguir sus consejos, me siento mas tranquilo ahora que mi mama lo sabe, al menos no tengo que inventar excusas para salir a la calle, pienso que ustedes también lo han vivido, cuando uno no sale, no tiene amigos, ni aficiones, ni vida social es muy difícil explicar sus acciones porque no se ha echo antes, pareciera que hay que justificar cada cosa que se hace y se dice.
Por ultimo quiero agradecerles su apoyo, en especial a Victorache, el me animo a que se lo confiara a alguien de mi familia y así lo hice, en verdad se siente bien, después de todo es un secreto menos.