Les quería contar algo que me pasó hace un tiempo, que fue bastante vergonzoso para mi, pero que creo fue más positivo.
Resulta que teníamos que ir mi hermano y yo a comprar queso a una fiambrería que queda a unas 15 cuadras más o menos, a la cual vamos cada 2 semanas más o menos porque traemos más cantidad; y de paso teníamos que ir también a la óptica porque mi hermano tenía que hacerse unos anteojos nuevos. Les comento que mi hermano tiene unos "problemitas" con los cuales nació, que son falta de coordinación, de motricidad, cierta torpeza por lo cual le cuesta todo lo que requiera trabajo fino, y creo que un retraso madurativo pero muy leve, a través de los años y con la práctica fue mejorando mucho, tanto que se podría decir que es prácticamente normal, pero conserva mínimamente esa torpeza que lo caracteriza.
Yo lo quiero mucho y comprendo su situación y valoro mucho el esfuerzo que hace para superarse, pero a veces no puedo evitar sentir cierta vergüenza en algunas situaciones cuando su torpeza queda expuesta, porque a simple vista parece un chico normal, habla muy bien y todo, pero hay cosas que el hace que lo dejan ver como desprolijo, descuidado, cuando en realidad el no se da cuenta, como que no tiene esa capacidad de ser muy cuidadoso pero no lo hace a propósito. Bueno, la cuestión es que esa vez me dije a mi misma que iba a enfrentar mi vergüenza y que iba a aceptar la forma de ser de mi hermano a la vista de los demás. Fuimos caminando hacia la óptica y al llegar tuvimos que esperar un rato hasta que nos atiendan, después llegó una señora y también tuvo que esperar, entretanto yo hablaba con el para que no empiece a caminar como "divagando", metido en su mundo y haciendo muecas raras, porque también hace eso, eso no lo pude evitar. Cuando entramos en el local dejé que el mismo explicara a que venía, como que yo venía de acompañante nada más, (aunque confieso que lo hice también porque me daba vergüenza que el señor que nos atendió se extrañe de que yo le explicara un asunto que tenía que ver con él) y después el le trajo distintos marcos para que se pruebe para elegir cual quería para los anteojos que se iba a hacer, hay un espejo para que se pudiera ver y el señor le dijo que se mirara, el se miró pero despùés se probó otros y no se miró, y después otros y miró para abajo. Luego dejó cada uno de los anteojos en la mesa con las patillas hacia arriba, en vez de hacerlo normalmente o al menos como yo lo haría sin apoyar los lentes en la mesa, apoyando las patillas. Yo miraba toda la situación muy incómoda, pero muy decidida a no dejarme vencer por la vergüenza, como diciendo "si, el es mi hermano, ¿y qué? es así ¿y qué?. Después este señor le hizo una pregunta sobre la obra social creo y el me miró a mi, como para que yo respondiera.
Finalmente nos fuimos de la óptica y fuimos a comprar el queso. Lo compramos y también alginas otras cosas más y después empezamos a caminar para volver, ibamos a un paso ligero, todo iba bien hasta que llegamos a una vereda de cemento que tenía la mitad una parte con tierra que en ese momento era barro porque había llovido, cuando él se ve que pisa el barro, pierde el equilibrio y se tropieza, después intenta levantarse y se cayeron algunas cosas que llevábamos, recogí todo rápido, y le pregunté si se había lastimado, dijo que no aunque después nos dimos cuenta de que había raspado la rodilla. Una señora que estaba ahí sentada miró todo y creo que unos albañiles que estaban por ahí también. Nos fuimos y caminamos más lentamente, yo me sentía muy humillada, parece como si todo hubiera estado preparado, pero también estaba tranquila y hasta alegre porque aceptaba todo eso, que era una gran oportunidad para crecer y vencer la vergüenza. Acepté la humillación, no me agradó, pero la acepte.
Les quería contar esto para compartirlo con ustedes como una anécdota divertida, pero también con la esperanza de que se den cuenta que es bueno enfrentar los miedos, que a todos nos puede pasar, y que aprovechen las oportunidades que se presentan para "aprender a convivir" con la humillación, que si la saben aprovechar, les será muy beneficiosa. A mi al menos me enseñó mucho. Les dejo un abrazo cariñoso y gracias por leer.
.. un saludo
