Estoy en una especie de casa, aunque más bien es una torre no demasiado alta. Ahí está uno de mis colegas de infancia (que supongo que tiene esa cara porque tengo contacto con poca gente y en el sueño alguna cara conocida tiene que haber, porque lo que es en actuación no se parece en nada). Mi colega me está enseñando lo que han hecho, en las paredes. Es algo muy laborioso, que no quiero mirar demasiado, muy complejo, algo que solo entienden los de allí. Sin embargo siento profundamente que yo podría hacerlo mejor, que por eso me lo están enseñando, aun así, no quiero mirarlo con detenimiento, me da miedo, ese miedo a aceptar como son las cosas supongo.
Vamos subiendo pisos, hay unos pocos conocidos, haciendo esas paredes que encierran secretos, en un edificio al que solo tienen acceso ellos, un refugio casi. Llegamos a la parte de arriba (solo tiene 4 pisos), me explican que para acceder al 4 piso hay que haber estado en el 3 varias veces, cada uno dice cuantas ha estado, yo bromeo con que no he estado ninguna. Hay un pasillo muy estrecho que lleva al cuarto piso, el que de alguna manera siento que es "mi ligar", me dicen que mire al techo de ese pasillo, hay una serie de azulejos, parecen estar en equilibrio.
Como el pasillo es muy estrecho, aunque el que va delante de mi se mete con soltura, yo rozo con las paredes, al hacerlo, cae polvillo del techo, los azulejos giran, apoyados unos en otros, con el movimiento que yo transmito desde la pared. Me da miedo que se rompan. Insisten en que suba, pero me niego.
Salgo de la torre, me parece bastante pequeña, bastante... ¿insuficiente? y entonces oigo su voz, que dice "siempre serás mi perro, por todo el dolor que te he dado", a mi me entran ganas de llorar. Entonces la voz, siempre hiriente, siempre atacando, dice "un perro pequeño, pero capaz de comerse las patas de los más grandes" y me imagino a un terrirer y a dobermans que no tienen patas (wtf), después, por supuesto, me tiro desde muy alto para huir de ese destino y acabo empalado en una estaca ¿rebeldía? sintiendo calidez en la muerte.
Y me despierto.