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22-ene-2013
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digamos que no habria mucha descendencia, porque no se formarian muchas parejas, asi que seria un reinado corto
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22-ene-2013
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Muchos dais por sentado que todos los fóbicos de ese hipotético planeta serían como vosotros, pero hay que pensar que hay muchos fóbicos que han tenido varias parejas, tienen amigos y salen de fiesta, y precisamente esos serían los amos de ese planeta. Sólo hay que leer un poco el foro para darse cuenta de que muchos fóbicos apenas se distinguen de los no fóbicos, aunque ellos se empecinen en pertenecer al mismo gueto que los demás fóbicos.
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22-ene-2013
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Cita:
Iniciado por ovejanegra
Muchos dais por sentado que todos los fóbicos de ese hipotético planeta serían como vosotros, pero hay que pensar que hay muchos fóbicos que han tenido varias parejas, tienen amigos y salen de fiesta, y precisamente esos serían los amos de ese planeta. Sólo hay que leer un poco el foro para darse cuenta de que muchos fóbicos apenas se distinguen de los no fóbicos, aunque ellos se empecinen en pertenecer al mismo gueto que los demás fóbicos.
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es que esos no son fobicos , son cretinos
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22-ene-2013
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Lo más cercano que se puede hacer es una comuna para fóbicos sociales. Puedo cederos unos terrenos y trabajaréis para mí Después recolectaréis los frutos y yo los venderé en el mercado, administrando bien el dinero. Adiestraré unos perros y seré adorado como el líder y todos me temeréis y escribiréis canciones sobre mi omnipotencia
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22-ene-2013
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Cita:
Iniciado por Ametrino
Me se de un par que lo consiguieron en el 33 y el 29
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Si, yo también andaba pensando en ese ejemplo. Pero Adolf Hitler no era ningún FS... ¿o sí?
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22-ene-2013
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R salió de su piso - en el planeta de los fóbicos, las habitaciones de 15 m2 se habían convertido en los lugares de vivienda -, el domingo temprano como era norma habitual. No había lógica en trasnochar porque cualquier sitio estaba cerrado cuando caía el Sol. Ironía ésta, porque en el planeta fóbico el astro rey nunca se presentaba, siempre cubierto por nubes plateadas con cuya participación las jornadas transmitían el deseado aire melancólico y mohíno. La ingeniería aero-espacial había ideado el denominado "Captador de Nubes" para dotar de esta necesaria estabilidad al planeta.
Pero, volvamos a R. Paseaba por las solitarias calles, donde apenas cuatro fóbicos más podrían vislumbrarse. No se intercambiaban miradas, porque el fóbico medio tenía por costumbre caminar con la vista gacha, de hecho, así aprendían los menores desde su horrorosa infancia. R entró en un café, de los pocos lugares de atención al público que iban quedando. Aún quedaban románticos y R era uno de ellos. "Ilusos" se les tachaba desde la cultura dominante. Tampoco importaba demasiado, porque R no pretendía conocer a nadie, sino simplemente tomarse un cortado y leer el periódico como siempre había hecho. Preservar las costumbres, eso era muy fóbico.
El café, pese a su distorsión espacio - temporal, ofrecía un ambiente idóneo al buen fóbico: mesitas individuales colocadas en fila india, con el asiento frente a la pared, evitando así todo contacto visual o inoportunas conversaciones. En la misma pared había un letrero indicando "Prohibido hablar" acompañado de una imagen parecida a la siguiente . Como hilo musical siempre algo con contenido trágico, en esta ocasión, Knocking on Heaven's Door
R. hizo un gesto para que se acercara la camarera. El lenguaje de signos, ¡gracias Bonet por tu sapiencia! Señaló lo que deseaba de la carta, mientras, L., la camarera, ruborizada, trataba de apuntar, aunque su torpeza para poder abrir la libreta o garabatear el pedido eran palmarios. R., lleno de paciencia fóbica no exenta de lógico nerviosismo ( "¿por qué diablos tenía que atenderme una chica?"), musitó, "¿puedo fumar?". L., levantó el pulgar en muestra de aprobación. El desarrollo del sentido del oído de los fóbicos era una gesta digna de encomio. Acostumbrados a hablar bajo o articular mal las palabras, la evolución de la audición se hizo imprescindible para poder entenderse, más allá de la comunicación no - verbal.
R., cogió el periódico, El Diario de mi Triste Realidad. El mundo fóbico continuaba por los derroteros habituales: ni guerras (nadie se conocía lo suficiente como para llegar a esos niveles de intimidad), ni crisis económica (¿dinero? Si apenas se consumía), ni tragedias naturales (La Naturaleza era fóbica y por ello no se mostraba), ni hambre (quizás de sexo, pero sólo los más viejos del lugar recordaban vagamente aquello), ni sucesos (¡como para pegarse!), ni deportes (salvo las hazañas de algún fóbico también tendente a la vigorexia).
R. tenía claro que su mundo era demasiado previsible, sin embargo, le gustaba. ¿O acaso el mundo de los filo-sociales era más apasionante? Las dos caras de la misma moneda. No obstante, a R. le dejó impactada una noticia. Cuando la vio, se puso rojo, empezó a exhalar sudor, le entró el estrés y tenía un ataque de pánico. El resto de comensales, en un gesto inédito, se acercaron y, delicadamente, le pusieron la mano en sus hombros atropelladamente. Era la manera fóbica de pedir calma.
L., apenada, consiguió superar su timidez, miró a los ojos de R. y éste se vio impelido a devolver aquella osadía. "Es verdad", susurró la muchacha y esquivó nuevamente sus ojos. R., aterrado, ante el periódico: EL PRESIDENTE H., DESCUBIERTO CON AMIGOS Y NOVIA. ¡Mierda!!!!!!!!!!!!!!, gritó.
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22-ene-2013
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Una putada, no existiría la economía mundial, sólo se podría tomar como valorable la información que cada persona obtuviese de internet
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22-ene-2013
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Cita:
Iniciado por Nihilista
R salió de su piso - en el planeta de los fóbicos, las habitaciones de 15 m2 se habían convertido en los lugares de vivienda -, el domingo temprano como era norma habitual. No había lógica en trasnochar porque cualquier sitio estaba cerrado cuando caía el Sol. Ironía ésta, porque en el planeta fóbico el astro rey nunca se presentaba, siempre cubierto por nubes plateadas con cuya participación las jornadas transmitían el deseado aire melancólico y mohíno. La ingeniería aero-espacial había ideado el denominado "Captador de Nubes" para dotar de esta necesaria estabilidad al planeta.
Pero, volvamos a R. Paseaba por las solitarias calles, donde apenas cuatro fóbicos más podrían vislumbrarse. No se intercambiaban miradas, porque el fóbico medio tenía por costumbre caminar con la vista gacha, de hecho, así aprendían los menores desde su horrorosa infancia. R entró en un café, de los pocos lugares de atención al público que iban quedando. Aún quedaban románticos y R era uno de ellos. "Ilusos" se les tachaba desde la cultura dominante. Tampoco importaba demasiado, porque R no pretendía conocer a nadie, sino simplemente tomarse un cortado y leer el periódico como siempre había hecho. Preservar las costumbres, eso era muy fóbico.
El café, pese a su distorsión espacio - temporal, ofrecía un ambiente idóneo al buen fóbico: mesitas individuales colocadas en fila india, con el asiento frente a la pared, evitando así todo contacto visual o inoportunas conversaciones. En la misma pared había un letrero indicando "Prohibido hablar" acompañado de una imagen parecida a la siguiente . Como hilo musical siempre algo con contenido trágico, en esta ocasión, Knocking on Heaven's Door
R. hizo un gesto para que se acercara la camarera. El lenguaje de signos, ¡gracias Bonet por tu sapiencia! Señaló lo que deseaba de la carta, mientras, L., la camarera, ruborizada, trataba de apuntar, aunque su torpeza para poder abrir la libreta o garabatear el pedido eran palmarios. R., lleno de paciencia fóbica no exenta de lógico nerviosismo ( "¿por qué diablos tenía que atenderme una chica?"), musitó, "¿puedo fumar?". L., levantó el pulgar en muestra de aprobación. El desarrollo del sentido del oído de los fóbicos era una gesta digna de encomio. Acostumbrados a hablar bajo o articular mal las palabras, la evolución de la audición se hizo imprescindible para poder entenderse, más allá de la comunicación no - verbal.
R., cogió el periódico, El Diario de mi Triste Realidad. El mundo fóbico continuaba por los derroteros habituales: ni guerras (nadie se conocía lo suficiente como para llegar a esos niveles de intimidad), ni crisis económica (¿dinero? Si apenas se consumía), ni tragedias naturales (La Naturaleza era fóbica y por ello no se mostraba), ni hambre (quizás de sexo, pero sólo los más viejos del lugar recordaban vagamente aquello), ni sucesos (¡como para pegarse!), ni deportes (salvo las hazañas de algún fóbico también tendente a la vigorexia).
R. tenía claro que su mundo era demasiado previsible, sin embargo, le gustaba. ¿O acaso el mundo de los filo-sociales era más apasionante? Las dos caras de la misma moneda. No obstante, a R. le dejó impactada una noticia. Cuando la vio, se puso rojo, empezó a exhalar sudor, le entró el estrés y tenía un ataque de pánico. El resto de comensales, en un gesto inédito, se acercaron y, delicadamente, le pusieron la mano en sus hombros atropelladamente. Era la manera fóbica de pedir calma.
L., apenada, consiguió superar su timidez, miró a los ojos de R. y éste se vio impelido a devolver aquella osadía. "Es verdad", susurró la muchacha y esquivó nuevamente sus ojos. R., aterrado, ante el periódico: EL PRESIDENTE H., DESCUBIERTO CON AMIGOS Y NOVIA. ¡Mierda!!!!!!!!!!!!!!, gritó.
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Te echábamos de menos, Nihilista. Lo negamos pero mentimos...
Tres olés para tu ejercicio de imaginación. ¡Y el final, lo mejor!
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22-ene-2013
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Cita:
Iniciado por killmeplz
Por suerte q aclaras q es un disparate, porque como idea es bastante ridícula. Yo no doy un peso por un planeta asi, atestada de gente traumada y potenciales asesinos.
Como trama de pelicula de terror sería bueno, pero un mundo real como ese sería atroz.
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¿Potenciales asesinos? jaja Me parece que se te fue la mano, un fobico social no mataria ni una mosca.
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22-ene-2013
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Cita:
Iniciado por ovejanegra
Habría un foro para fóbicos profundos, donde darían rienda suelta a su odio y resentimiento contra los fóbicos de menor gravedad, a quienes llamarían "normales". Por supuesto, en ese foro elucubrarían sobre la posibilidad de que existiera un planeta de fóbicos profundos, en el cual habría un foro para fóbicos profundísimos, mientras que los demás serían los "normales". Y así hasta el infinito...
Moraleja: los fóbicos somos tan dispares entre nosotros, que un planeta de fóbicos apenas podría distinguirse del nuestro, pues los normales serían siempre los menos fóbicos.
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Estoy de acuerdo con esta respuesta salvo por aquel párrafo que marqué en negrita. En este hipotético (e idílico según mi opinión) mundo, los normales no serían los menos fóbicos o los más sanos mentalmente hablando, sino los que presentasen las características comportamentales y de pensamiento (incluido gustos y opiniones) más comunes y esteoritipados; o sea: los más numerosos y típicos de entre los habitantes de aquel planeta. Los Normales estarían en algún punto intermedio entre los más fobicos y los menos fóbicos de nuestro universo, y serían el marco de referencia con el que se definiría el grado justo de adecuación social, siendo los "normales" (el habitante promedio de aquel lugar) los no fobicos de aquel mundo, mientras que los considerados fóbicos verdaderos (o sea, los que presentan un grado de ansiedad social mayor que el promedio en aquel mundo)se clasificarían en diferentes niveles según su grado de aislamiento y ansiedad social, esquemas de pensamientos desadaptativos, habilidades sociales y si tienen algún trastorno de personalidad, t. generalizado del desarrollo y/ o trastornos del tipo psicótico de por medio.
Es relativamente fácil para nosotros imaginarnos como seria un planeta habitado solamente de fóbicos sociales. Pero ¿Y si hicieramos el ejercicio inverso e imaginaramos como seria un planeta sin fobicos sociales ni tímidos extremos? A que acá no la tienen tan fácil XD.
Yo me imagino un mundo así:
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Última edición por psiche; 22-ene-2013 a las 23:49.
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