Dalmata eso es lo que yo llamo todo un decreto de independencia psicológica. Bravo por tí. Ahora lo que queda es trabajar por eso, con entereza, con tino, a veces hasta con cabeza fría cuando sientes que llegaste al punto de ebullición, pero ya el desearlo, el como tu dices "aceptar que te mereces una vida mejor y más apacible" lo hace todo más fácil.