Yo lo que tengo son unos duendes que me encantan. Lástima que no pueda mostrarlos porque son algo muy característico mío y podría darse la gran casualidad de que algún conocido entrara aquí, los viera, y me identificara.
Se dice que haciéndoles un determinado ritual, cobran vida. En internet puede encontrarse el ritual a realizar. Creo recordar que era de lo más elaborado.
Si no me equivoco, en su día, fueron muy populares entre los niños en México y se movía alrededor de ellos toda una neblina de misterios que hicieron que, finalmente, los prohibieran en las escuelas. (Incluso salieron en algún noticiario, supongo que de México, poniéndolos como algo casi diabólico. Con lo monos que son.)
Para ambientar la atmósfera trollística, os dejaré una balada medieval sueca que trata sobre una troll de las montañas que desea enormemente ser humana, lo cual cree que conseguirá casándose con un caballero.
"La troll trata de convencer al `Señor Mannelig´ (en sueco Herr Mannelig) para que éste la despose y le soborna con regalos. Él la rechaza, sobre todo por no ser una mujer cristiana sino un troll (una criatura satánica). Ella está desesperada por su fracaso, porque conseguir al Señor Mannelig la habría ‘liberado de su tormento’, que presumiblemente es la maldición de vivir como un troll".
Esta es la única versión que, en su día, hallé en sueco, la lengua original.
La letra la encontraréis aquí:
http://es.wikipedia.org/wiki/Herr_Mannelig