Hola:
Pues eso mismo que dice el título: tras un mes más o menos bastante bien, esta tarde me ha vuelto a dar un ataque de ansiedad.
La cosa es que yo llevaba un par de semanas sensacionalmente bien, extraordinariamente bien. Hasta que ayer por la tarde, después de tomarme una siesta mal tomada, me empezó a entrar un cansancio extremo, de dolerme todo el cuerpo, de no poder hacer nada casi, de irme a dormir, a las 22:30 de la noche.
Esta mañana seguía igual, y empecé a rayarme con mis cosas de la dependencia emocional, las amistades, mi autoestima, mi cuerpo.
Total, que a media tarde me puse a ver una peli, más o menos entretenida, pero de mierdas psicológicas, y me entró bajón.
Bajando, bajando, bajando... descenso en picado... Comienzan las ganas de llorar, necesidad de hablar con alguien, auto reto de yo esto me lo como yo sola...
En un momento desesperado, cuando ya no había retorno en el puto ataque decido ir al súper a comprarme mi chocolate con avellanas, ese que tanto me ayudó semanas atrás.
La cosa se tuerce cuando le tengo que explicar a mi madre a qué coño voy a ir a la calle, me entra más ansiedad. Mierda! En pleno ataque, enfrentamiento con mi madre, lo que incrementa mi malestar.
Bajo. Mi madre siempre preocupada por el puto dinero me dice que calle abajo la **** tableta de chocolate cuesta menos dinero. Vuelvo a casa. Me pregunta cuánto me ha costado.
Mi ataque de ansiedad ya no tiene retorno. Se ha desencadenado. Contengo el llanto todo lo que puedo. Empiezo a zamparme el choco compulsivamente. Me pongo mi música preferida a todo volumen en mi mp3.
Mientras tanto, mi madre se empeña en que escuche sus mierdas sobre una vecina. Subo el volumen de mis cascos.
En plento ataque de ansiedad y mi madre me dice que haga el favor de escucharla. La ignoro. Tengo que controlar mi ansiedad sí o sí, o no podré acabar con esta enfermedad nunca.
Me pongo los tenis para ir al parque. Mi madre cambia de tema, a un tema, que supuestamente a ella le parece que es más de mi interés, y me pregunta por la quimioterapia del padre de mi amiga. Mi ataque va a peor, pero tengo que controlar todo esto.
Le contesto que si no me va a dejar un rato tranquila, me meto en mi habitación otra vez. Me contesta: ah! estás mal.
Vamos al parque. Trato de controlarme una y otra vez. Mi música preferida me ayuda.
Me pongo a correr. Corro como siempre, pero esta vez hasta que me quedo sin respiración y tengo que parar.
Parece que la ansiedad ha bajado, el ataque ha remitido... Cada vez me siento mejor.
Vuelvo para casa. Me ducho. No sabéis lo que me reconforta el agua caliente en la cara. Es uno de esos pequeños placeres de la vida que aprendes a valorar cuando estás superando trastornos psicológicos.
Me siento feliz otra vez. Estoy contenta. Me estoy superando a mí misma. Ataque de ansiedad tras un mes sin darme. Controlado en espacio de aproximadamente una hora. Estoy orgullosa de mí misma.
Debo luchar, luchar y luchar!! Yo puedo, y vosotros también.
Ánimo!
Un beso para todos.