Yo tengo el talento de ilusionarme en metas para las que no tengo ningún talento ni posibilidades jeje. De hecho los "amores no correspondidos" son una constante en mi vida, pero a pesar de todo no puedo renunciar a ellos del todo jeje. Cuando era más joven aún tenía esperanzas, ahora cada día me doy cuenta de que moriré suspirando por muchas cosas que no pudieron ser, que es lo que hace verdaderamente dolorosa a la muerte, y no el morirse en si.
Durante un tiempo pensé que eso del talento no era para tanto, que se podía desarrollar mediante el entrenamiento y la información adecuada, (aunque esta a veces sea difícil de encontrar). Pero un día vi un niño prodigio del piano en mi escuela de música, sin apenas base teórica musical y entonces me convencí de que el talento innato también existe y no sólo en eso del piano sino probablemente en todas las cosas. Entonces surgió en mi la famosa pregunta esa de ¿y ahora qué? y acto seguido se hizo el silencio