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Eneatipo 4 de manual:
«Soy muy sensible, creativo y sincero. Me siento diferente a los demás y me
gusta serlo. Disfruto de la intensidad de la vida en una simple conversación, en
el amor o en la tristeza. Puedo alcanzar una profundidad de sentimientos
superior a cualquiera. Me impacienta la mediocridad y la vida trivial y mundana.
Suelo tener la sensación de que siempre me falta algo. Me deprimo fácilmente».
3-Hábitos
El eneatipo 4, caracterizado por su orientación a la tristeza, puede mostrar los
siguientes hábitos:
Sensible y romántico.
Emotivo e intenso.
Dramático y trágico.
Sufridor.
Demandante y con actitud victimista de «pobre de mí».
Ciclotímico.
Artístico y estético. Snob.
Incomprendido, con la sensación de ser diferente.
Negativo, fantasioso, competitivo.
Quejoso, envidioso, rencoroso y celoso.
Venenoso, crítico y mordaz.
4-La Envidia Como Pasión
De acuerdo a la RAE, la envidia se define como la tristeza o pesar del bien
ajeno o el anhelo de algo que no se posee.
A diferencia de la envidia que pueden mostrar otros eneatipos (como por ejemplo
los eneatipos 2 y 3), centrada fundamentalmente en los aspectos materiales, la
envidia del eneatipo 4 llega a adquirir un sentido metafísico. Utilizando su
imaginación, el eneatipo 4 se compara continuamente con otras personas,
estimando que son más felices: sus vidas siempre son mejores y más prósperas,
llegando a la conclusión de que se le ha negado algo que otros poseen: la casa
del vecino es mejor que la suya, o tiene un mejor empleo en el que promocionarse
y su sueldo es más elevado, o su pareja es mejor que la suya y le hace más
feliz, o cuando era pequeño sus padres le pagaron un profesor de piano y él tuvo
que conformarse con nada, y así sucesivamente.
El eneatipo 4 vive principalmente en su imaginación y en sus sentimientos. Como
una derivación de la perfección y resultado de una constante comparación con lo
ajeno, su actitud envidiosa le empuja a desear aquello que no tiene, anhelando
ser quien realmente no es. Como resultado, siempre parece mucho más atractivo
aquello que no se tiene, sin tener en cuenta lo propio ni valorarlo
adecuadamente.
El artista (diferente, inspirado, sensible e inestable)
Su fijación es la melancolía, una especie de dulce tristeza que en ocasiones lo
apega al pasado, anhelando lo que alguna vez tuvo y acaso perdió. Por ello, su
carácter es a menudo romántico, resultando un caldo de cultivo idóneo para la
creación y el arte.
Su defecto más notable es el apego al sufrimiento, que a menudo utiliza para
llamar la atención. Posee una mala imagen de sí mismo y una marcada orientación
hacia la frustración, nacida de su tendencia natural a establecer comparaciones
envidiosas.
El apego al sufrimiento del eneatipo 4 obedece a su convicción inconsciente de
que cuanto más se sufre en la vida, cuanta peor haya sido su suerte, su amor
puede llegar a ser más auténtico que el de otros y por ello tiene más derecho a
ser amado, anhelando quizá el día en el que encuentre a alguien capaz de valorar
y premiar tanto sufrimiento acumulado, o simplemente ser premiado por ello. Este
sentimiento permanece oculto en lo más profundo de su subconsciente.
5-La Envidia Como Excusa
El eneatipo 4 posee dos distorsiones características: sentirse rechazado, e
incomprendido. Normalmente no demuestra dichos sentimientos, por lo que adquiere
una fuerte tendencia a sentirse solo y abandonado, discriminado e incomprendido
y con una sensación interna de desconexión y alejamiento.
En su afán por dar lástima para lograr amor, el eneatipo 4 acontece su
existencia como si se tratase de una gran tragedia en la que le tocó representar
el papel de una sufriente víctima ante las circunstancias de la vida, de la
gente y sobre todo, de su trágico destino.
Normalmente se considera una persona muy especial, actitud que choca con el
hecho de sentirse tan desgraciado en la vida, pudiendo «enredarse» hasta el
extremo en nimiedades o hechos sin demasiada importancia.
El eneatipo 4 posee la extraña sensación de vivir como en un «paraíso perdido».
La propia sensación que tiene de sí mismo es como la de un barco que navega a la
deriva, azotado por la tormenta, llegándose a sentir como un «aristócrata en el
exilio», acaso como si antaño las cosas fueron perfectas y un día todo se
derrumbó, dejándolo sumido en la más profunda tristeza, una oscuridad interior
en la que la vida cotidiana parece insoportable y los problemas son imposibles
de solucionar.
Fijación romántica y apego al pasado
Puede esforzarse mucho por resultar original y auténtico, escapando a toda costa
de la vulgaridad y lo cotidiano, hasta resultar único e irrepetible.
Existe un apego a lo inalcanzable, que curiosamente pierde su valor si
finalmente es alcanzado, haciéndole vivir en un eterno estado de insatisfacción,
extraviado en un inmenso vacío que nada ni nadie parece capaz de llenar. También
padece un apego al sufrimiento y a la melancolía, que le hace permanecer en
contacto con el objeto perdido.
Al igual que ocurre con el eneatipo 2, su foco de atención permanece fijado en
las relaciones. Sin embargo y a diferencia de éste, que normalmente posee una
gran habilidad para tratar con la gente y resultar muy simpático, las relaciones
del eneatipo 4 pueden resultar a menudo tensas, tormentosas y difíciles, con
problemas derivados directamente de su elevada intensidad emocional.
La envidia del eneatipo 4 puede recorrer una amplia gama de matices, dependiendo
del subtipo dominante: desde desear culposamente lo que el otro tiene, hasta la
envidia más abierta y decapitadora: «¡ojala se mate por ahí con su coche caro…
Entonces sabrá para qué sirve tanto dinero!».
6-Manifestación de la Envidia
La envidia puede manifestarse a través de las siguientes actitudes:
Pobreza de la imagen personal: la envidia parte de una insatisfacción por lo
que se es o lo que se tiene, en la que el individuo tiene dificultad para
aceptarse y reconciliarse consigo mismo.
Competición: el miedo a encontrarse con alguien que pueda resultar más
atractivo e interesante puede conducirlo a entablar una competición para no
perder la batalla. La pugna puede situarse en el campo de la imagen, del
vestido, del estilo de la vida, de las armas de seducción empleadas para
conquistar la atención ajena, etc.
Intensidad emotiva: para sentirse vivo y especial, busca todo cuanto es
profundo, hermoso y doloroso, rechazando la rutina y la vulgaridad.
Intensidad emocional e inspiración
Maridaje con el sufrimiento: el sufrimiento es un fiel aliado, creando una
intensidad de sentimientos, una riqueza de vida, una sensibilidad exacerbada y
una mayor profundidad en el encuentro con los demás. A veces, el eneatipo 4 se
desposa con el sufrimiento, ensimismándose en el papel de victima o
incomprendido.
Búsqueda de afecto: la superación del sentimiento de vacío, soledad o
abandono, se produce mediante la búsqueda de alguien que lo ame de verdad,
pudiendo llegar a convertirse en una persona completamente dependiente.
7-Comportamiento y Actitudes
La envidia del eneatipo 4 puede mostrarse bajo diversas formas:
Visión de la otra persona como alguien que tiene algo que a él le falta.
Atraído por lo inaccesible, el ideal nunca está presente aquí y ahora.
Puede resultar trágico, triste, artístico, sensible y original.
Suele permanecer concentrado en el amante ausente, en la pérdida de un amigo,
en el amor perdido, en el amor imposible.
Se deprime con frecuencia, aceptando los resultados de un modo fatalista,
practicando largos periodos de auto aislamiento. Puede luchar contra la
depresión a través de una frenética hiperactividad, o bien profundizando en el
lado más oscuro, a través del arte.
Su melancolía crea una atmósfera de dulce lamento, permaneciendo intensamente
vivo en sus cambios emocionales.
Se mantiene a una distancia segura, no muy lejos, para que la nostalgia
familiar no se convierta en desesperación.
Su situación respecto a los demás nunca es justa, anhelando que las
circunstancias sucedan de un modo diferente.
Internamente está convencido de que más tarde o más temprano terminarán por
abandonarlo, lo que le provoca miedo.
Puede resultar quejoso y demandante. Al sentir que ha sufrido mucho y ha
tenido tantas carencias, el mundo está en deuda con él y debe satisfacer sus
caprichos.
A menudo tiene la sensación de poseer un defecto fatal y sombrío (que
desconoce a ciencia cierta), que al mismo tiempo le hace diferente y especial.
Busca alguien poderoso para emparejarse, de carácter protector.
Su capacidad masoquista le hace fuerte en el dolor
Su sentimiento puede resultar especialmente profundo e intenso, pudiendo
llegar a protagonizar un papel dramático. Su hambre de amor y voracidad
entraña una atmósfera de vorágine y turbulencia, un tsunami de emociones.
Convencido de que cuanto más dolor, existe más vida y más amor, puede llegar a
hacer una tragedia de cualquier mal menor, creyendo que nadie sufre más que él
mismo. Lo que para otros parecería una exageración emocional, es su realidad
de todos los días.
Existe la posibilidad de deprimirse suicidamente, como ha venido ocurriendo
con multitud de grandes artistas.
Creencia arraigada de poseer el derecho de reclamar. Se quejará y hará todo lo
posible para obtener su recompensa (que alguien, alguna vez, le arrebató de
súbito).
Tendencia a culpar a otros de sus problemas y de lo mal que le trató la vida,
llegando hasta la imposibilidad para reconocer su contribución ante los
conflictos, ya que siempre necesita ver al otro como equivocado y a sí mismo
como una víctima.
Problemas en sus relaciones al fijarse en los aspectos negativos del amigo
presente, pudiendo resultar relaciones inestables.
Para alejarse de la temida vulgaridad puede adoptar una actitud de
superioridad al resto (antes muerto que sencillo).
Normalmente suele ser refinado, esteta y en algunos casos muy snob. Valora su
gusto refinado y su sensibilidad, que considera más arraigada y profunda que
la de otros, pudiendo llegar a ignorar a quienes siente que no merecen su
atención. Existe una tendencia elitista, como una reacción a sentir
precisamente lo contrario en su interior.
A través de su tendencia al refinamiento, el eneatipo 4 puede lograr manejar
el mundo del ceremonial y el protocolo, los manuales de comportamiento, las
reglas y conductas, las formalidades y los modales correctos, lo cual puede
resultar paradójico, proviniendo de una personalidad que piensa que las reglas
no están hechas a su gusto y usualmente no acostumbra a respetarlas.
El eneatipo 4 puede adoptar una actitud diferente a la de sufrir y lloriquear
(más acorde al comportamiento del eneatipo 2), a través de una imagen superior
y endiosada, adoptando una actitud de «primma donna», aunque realmente se
sienta por dentro socialmente inseguro y temeroso de no ser amado y aceptado.
También puede parecer maníaco, exultante e hiperactivo.
Puede ser venenoso, rencoroso y mordaz con los demás: su intención
inconsciente es infligir a los demás la vergüenza que él evita experimentar,
manteniendo su propia impecabilidad. Puede ser celoso, crítico y mordaz.
El eneatipo 4 integrado es muy creativo y puede ayudar a mitigar el dolor
ajeno. Está comprometido con la belleza y la vida apasionada: nacimiento,
sexo, intensidad y muerte.
8-Infancia
Desde su niñez, el eneatipo 4 pudo sentirse abrumado por una profunda sensación
de carencia, acaso como si le faltara algo que los demás tienen (aunque
normalmente no sabe qué es).
Pudo ser un niño muy ciclotímico, centrado en lo que tienen los demás niños en
lugar de fijarse en lo propio, aprendiendo a establecer comparaciones en las que
otros siempre tienen más, mejor y diferente.
A menudo recuerda el abandono en su infancia, padeciendo en consecuencia un
sentimiento de carencia y de pérdida.
9-Liderazgo
El liderazgo que ejerce o puede ser capaz de ejercer el eneatipo 4 es:
Líder creativo, original, capaz de buscar el origen de las cosas. Muy
inspirado.
Innovador e incluso transgresor.
Gran capacidad sensible.
Posee una fuerza interior que surge en los momentos difíciles o de crisis,
como ocurre en la mayoría de los artistas, resurgiendo como el Ave Fénix: se
hace fuerte en el dolor y el sufrimiento.
Subtipo Social (Vergüenza, «el Sufrido»)
El subtipo social o sufridor es el más quejoso y lloroso.
Es la envidia vergonzosa, pues su fijación es la vergüenza social. Es más tímido
e intensifica su sufrimiento por no saber demandar abiertamente, al contrario
que ocurre con el subtipo sexual. Es el solo y desprotegido, el «pobre de mí»,
el «patito feo». Su actitud es muy clara y resulta fácil de identificar, pues su
propio rostro lo delata.
Existe Temor a que su apariencia externa pueda ser rechazada, por lo que trata
de inspirar amor a través de dar lástima y de «hacerse el enfermo». Suele ser
aquel de quien otros se ríen: el «patito feo».
Frecuentemente utiliza una imagen atractiva y exótica para sentirse compensado,
como por ejemplo los góticos.
Subtipo Sexual o Intimidad
(Odio / Competitividad, «el Insufrible»)
El subtipo sexual o insufrible puede entenderse como la envidia decapitadora.
Centrado en el odio y la competitividad, su comportamiento es a menudo arrogante
y descarado, reclamando de un modo explícito.
A menudo resulta turbulento y tempestuoso; sensual, seductor, celoso y posesivo.
La envidia competitiva es del tipo Caín, queriendo aniquilar al otro por tener
algo que él no tiene. Puede sentirse atraído por lo imposible, las emociones
intensas, las parejas prohibidas, pretendiendo ser la persona más importante en
la vida del otro.
Puede ser muy narcisista y exhibicionista: perfumarse y maquillarse de forma
extrema, llegando incluso a la extravagancia en su deseo de llamar la atención.
Su comportamiento y sus actitudes denotan abiertamente su imposibilidad de
contenerse, no guardándose nada y diciendo todo lo que piensa. En ocasiones
puede confundirse con el eneatipo 8, llegando a ser muy agresivo. También puede
confundirse con el eneatipo 2, por su soberbia.
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