¡Viva! Yo también tengo una novia. Vedla aquí en la foto. ¡Cómo me quiere! Se ha maquillado, se ha vestido su mejor traje de noche y sus joyas más caras, sólo para mí. Vamos a pasarlo en grande.
Primero la llevaré a cenar a un sitio distinguido. Ya tenemos la reserva de mesa. Más tarde pasearemos junto al rio. La llevaré al recodo más apartado pero también donde mejor se contempla la luna llena. En un banco le confesaré mi amor por ella y nos besaremos, si ella quiere. Después nos dirigiremos a mi casa y la realizaré uno de mis masajes favoritos. Más tarde haremos el amor apasionadamente hasta que nos cansemos. Dormiremos abrazados el uno al otro, sabiendo que nuestro amor será eterno y que nadie nos separará.
¡Ooooooh, que bonito! Si podéis mantener la farsa sin sonrojaros, os admiro. Entonces no necesitaréis mujer alguna y habréis alcanzado el "nirvana", el perfecto engaño. ¡Enhorabuena!