Los fóbicos sociales también tenemos derechos.
Tenemos derecho a sentirnos indignados cuando una persona a la que (supuestamente) aprecias nos falla.
Tenemos derecho a protestar y pedir explicaciones cuando un "amigo" hace algo que nos duele.
Tenemos derecho a sentir.
Tenemos derecho a bailar y expresarnos como queramos, cuando así lo queramos.
Tenemos derecho a que el resto de la gente nos trate por igual.
Tenemos derecho a no ser faltados al respeto por nadie, ni a ser discriminados por ser de una u otra manera.
Tenemos derecho a conocer gente nueva y diferente.
Tenemos derecho a decir libremente que los "amigos", que supuestamente lo eran, nos han fallado y que queremos conocer gente nueva.
Tenemos derecho a llamar a un ser querido y proponerle algún plan.
Tenemos derecho a que nos tengan en cuenta a la hora de las invitaciones a las cenas y fiestas.
Tenemos derecho a compartir nuestros momentos de frustración con los amigos, así como ellos descargan sus penas en nosotros.
Tenemos derecho a que no nos ninguneen por la calle. Ni hagan que no nos conozcan por vergüenza.
Tenemos derecho a hablar libremente con quien queramos. Relacionarnos con quien queramos, sin que por ello tengamos que dar explicaciones que nos coarten y nos cohiban a la hora de vivir.
Tenemos derecho a decir: "Y tú de quién te ries, payaso?", si alguien intenta burlarse de nosotros.
Tenemos derecho a vivir sin prejuicios.
Y sobre todo tenemos derecho a vivir.
Luchad por ser cómo queréis ser hasta las últimas consecuencias. No renuncies a vuestros sueños y a vuestra identidad (salvo que seas un asesino en serie en potencia, o algo por el estilo
), porque al final es lo que va a determinar quien seáis en un futuro. Si ahora te conformas con ser algo que no quieres ser por miedo, por renunciar a oportunidades o por no tomar las decisiones que tenías que haber tomado, lo pagarás en el futuro.
Sed libres, leed mucho (elegir bien lo que leáis) y sobre todo, tratad de encontrar esa gente que os está esperando ahí. Seguro que hay alguien que quiere conoceros. Simplemente, no habéis tenido la posibilidad de conocerla. Por eso no os cerréis las puertas vosotros mismos.
Perdón, pero tenía que contarlo.