Algo que he aprendido es que los momentos de soledad son ideales para conocerse uno mismo.
Últimamente la paso bastante bien en mi soledad, pero no descarto que mañana esta soledad me pueda traer congoja.
Es efecto, disfruto mis momentos de soledad; sin embargo, no me gustaría pasar toda la eternidad solo.
Lo ideal tal vez sea un equilibrio entre soledad y la compañía, porque, al parecer, ambos en demasía son frustrantes.