Tu problema es que tienes 23 años (yo 32), y todos a esa edad somos unos tontainas. Cometemos los mismos errores, como el tuyo en este caso de confiar más en la opinión de los demás que en ti mismo. La opinión de los demás no es ninguna autoridad fundada, ellos probablemente repiten lo que han oído o los tópicos de siempre y probablemente con el tiempo cambiarán de opinión mil veces.
A ti te tiene que preocupar el tener pocos amigos, el salir poco, o no tener pareja, porque te preocupe a ti, porque tú lo desees realmente,no porque lo digan otros. Eso es lo que va a tener realmente valor para ti porque es tu sueños y lo que te ilusiona.
A mi por ejemplo me gustaría tener pareja, pero tengo claro que las discotecas no me gustan y amigos me gustaría tener pero no en plan pandilla de borrachos sino en plan tranquilo y charlar o compartir cosas, pasarnos dvd, música, quedar al cine o en casa a ver una peli o jugar a la play, un viaje, cenar, senderismo etc... aunque fueran pocos amigos.
Algunas cosas de las que me gustan coinciden con lo que manda la sociedad y otras no. Evidentemente en las cosas que no coinciden lo voy a tener más difícil y soy más incomprendido. Pero yo por ejemplo si me pusiera a salir con un grupo de gente en plan festorreo, discotecas, gomina, borracheras y porros, pues suponiendo que consiguiera disimular aceptablemente el ridículo que iba a hacer por no pegar con todo eso, es que no me sentiría feliz para nada. A mi todo eso no me va, me lo paso mejor yendo a la ópera fíjate jaja.
Pero no te preocupes que nadie te dirá ¡que pena! por no haber visto nunca una ópera de Mozart con 23 años, en cambio por no ir a una discoteca, alcoholizarte o fumar porros sí te lo dicen. Sin embargo a mi me da más pena que no conozcan a Mozart y me quieran hacer creer que eso es lo más.
Hay que atreverse a ser uno mismo, porque antes o después te va a picar la necesidad de serlo. Ojalá yo lo hubiera sabido cuando tenia 23, lo malo es que estas cosas las intentas explicar y no las entendéis. Está claro que hay que vivirlo uno mismo
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