Bue... ¿Tan grave es?
Mi familia, compuesta en un 95% de mujeres, no sabe hacer otra cosa después de una comida, que hablar de algún otro familiar; incluso mi mamá habla de mí con mis tías a mis espaldas, já. Y eso no quiere decir nada malo de mi mamá, y ni de mis familiares, puesto que somos muy unidos a pesar de todo.
También en mi antiguo grupo de amigos sucedía, y éramos verdaderos amigos (TODOS HOMBRES), no simples conocidos de instituto... Y uno de ellos siempre solía decir, cada vez que otro se retiraba demasiado pronto de la reunión: "Al que se va primero lo cuereamos". Una humorada...
Lo cierto -al menos para mí- es que uno condena al acto en cuestión en su totalidad y finge indignación, cuando es plenamente consciente de que así hablarán también de uno -que está plagado de inseguridades-. De lo contrario no le interesaría el asunto.
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