Hola a todos. Llevo apenas nada de tiempo en el foro, pero me ha interesado esta discusión. Parece que el tema de la inteligencia levanta ampollas. Es decir, que puedes tener un cochazo fuera de serie, una casa de 400 m2, un marido que ni Brat Pitt y ser directora general de tu empresa, pero ojo con reconocer que tienes una cierta capacidad, porque se te echa todo el mundo encima. Bueno, seguramente no hay para tanto. Como ya dijo mucha gente aquí en su momento, para muy poco sirve la inteligencia si no te permite gestionar adecuadamente tu vida, manejar con sensatez tus emociones o llegar a un acuerdo práctico entre lo que deseas conseguir y lo que las circunstancias te permiten intentar. Parece que la mayoría de nosotros no llevamos nada de eso muy bien, o sea que la famosa inteligencia ya se puede ir a tomar viento, la regalo a quien la quiera.
Cita:
El tipico perfil del superdotado es aquel que en el colegio siempre estaba solo, tenia intereses distintos al resto (diferente), no le suelen gustar actividades sin un fin concreto, son perfeccionistas, hipersensibles, tienden a tener baja autoestima y sobresalen en mas de un tipo de inteligencia (lease teoria de las inteligencias multiples).
Alguien recuerda alguna vez en el colegio haber estado sentado pensando en el sentido de su vida, en lo que hay despues de la muerte, en la existencia de Dios o cosas asi?
¿Os sentiais diferentes?
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Bueno, gracias a quien sea por haber colgado mi radiografía. Yo me sentí diferente desde muy pequeñita, fui la primera de la clase que aprendió a leer y en 2º de EGB me propusieron adelantar un curso, propuesta que mis padres y yo rechazamos por miedo. En la escuela siempre me fue bien, sobre todo al principio, pero con los años los resultados iban bajando al mismo ritmo que aumentaba la fs y la inadaptación. Dejé la universidad porque no podía relacionarme con nadie, ni exponer trabajos, ni nada. En definitiva, que tener un CI más alto que la media no es ninguna garantía de llegar a la cima en ningún ámbito de la vida, ni siquiera de llevar una existencia mínimamente presentable.
Respecto a lo de la superdotación, hay bastante confusión con este tema. Actualmente se tiende a diferenciar, dentro de la excepcionalidad intelectual, entre talento y superdotación. El talento sí que se refiere a un nivel cuantitativamente más alto, que puede darse sólo en un terreno concreto (talento verbal, matemático, etc.) o puede abarcar un ámbito más amplio, y en este último caso se habla de talento académico, que se caracteriza por capacidad verbal, lógica y buena gestión de la memoria. Son las personas que suelen obtener buenos resultados académicos. En general, y dentro de la prudencia con que hay que tomar los tests de medida de la inteligencia, parece que el CI mediría sobre todo el talento, y especialmente el académico, porque las preguntas van enfocadas a las habilidades que dominan este tipo de personas. Y claro, se pueden entrenar hasta cierto punto, como cualquier habilidad, con lo cual la validez de estos tests es más que dudosa.
En cambio, los especialistas dicen que la superdotación, que es un fenómeno mucho más raro, supone una diferencia cualitativa más que cuantitativa. No se trataría de tener más capacidad, sino de poseer una serie de habilidades extra (más conexiones neuronales que permiten una mayor conectividad de la información), lo que alguien aquí denominó como “salto”. Parece que todavía no hay herramientas lo suficientemente probadas para medir este fenómeno, porque el CI mide cosas distintas, y aunque un CI muy alto puede ser indicio de superdotación no tiene que ser así necesariamente.
Eso sí, de superdotados hay pocos, o sea que mejor dejamos de hacernos ilusiones con el tema
Y por lo que atañe a Mensa y sitios así, yo también hice el test de la web pero no me parece que los guetos sean una cosa recomendable para nadie, que el mundo es muy ancho y de todos podemos aprender. Con su pan se lo coman.
Por lo que toca a la relación con la fs, pues ya se dijo todo. Como la relación con los ojos rasgados o el labio leporino, puro mito. Eso sí, la sensación de ser diferente, en una persona ya predispuesta por estructuras de personalidad, puede ser un factor si no desencadenante por lo menos añadido. Cualquier sentimiento de estar al margen, de no encontrar un terreno común de relación con los que te rodean no hace más que agravar el cuadro. Si yo, a los 14 años, en lugar de preguntarme por el sentido de la vida y el por qué del dolor humano me hubiera preocupado por la falda que me pondría para ir a la disco, me hubiera sentido menos marciana en medio de las compañeras de mi edad. Pero no creo que hubiera dejado de tener fs, quizá más atenuada. También es cierto que he leído por ahí que la sensibilidad es también un factor de la inteligencia, pero el mundo está lleno de personas sensibles que no tienen fs, o sea que tampoco me vale. Lo malo de la sensibilidad no es tenerla, sino que no la puedas controlar, que es lo que me sucede a mí y supongo que a muchos de nosotros.
En fin, ¿no dijo Millán Astray, el de la legión durante la guerra civil, “muera la inteligencia”? Pues casi que me apunto. ¡Y viva la capacidad de disfrutar y ser feliz, de dar y recibir amor, de reconciliarnos con nosotros mismos y con los demás!
Perdón por el post demasiado largo, pero el tema me motivaba.