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Respuesta
 
Antiguo 07-ene-2005  

Creo que esta historia que ha colgado davidven confirma lo que dije en la anterior intervención: hablamos de superdotados funcionales. Nada se sabe de la inteligencia emocional del pequeño, que puede ser grande o nula. Luego este pequeño, en cuanto la sociedad deje de interesarse por él -que dudo que lo haga, pero cabría una ligera probabilidad-, podría sentirse tan frustrado en las expectativas que el mundo ha creado sobre él que cayera preso de la FS.

Nos podemos perder en los arrabales del detalle, pero así jamás se podrá buscar una solución al problema que tenéis, con o sin superdotación.

Como dijo alguien por ahí: de nada valen las grandes capacidades intelectuales si no comprendemos en su totalidad el problema de la vida. Y comprender no es tan sólo entender, sino que es necesario un algo más que -a las evidencias hay que rendirse- la mayoría no posee. Y es normal que así ocurra porque no existe ningún manual del buen hacer personalizado para cada uno -las soluciones globales no sirven de nada cuando tenemos que vérnosla con nuestras propias circunstancias-.

Un saludo
 
Antiguo 07-ene-2005  

Hola, pues yo creo que las personas con mayor facilidad para el aprendizaje de ciertas cosas, en cierto modo estan mas expuestas a sufrir de fs, no es solo el hecho de ser diferentes y que esto nos haga alejarnos del resto, sino que ademas creo que nuestro cerebro es mas sensible a muchas cosas, logicamente que no en todos los casos es igual, pero hablo de la mayoria. A todo esto se suma la personalidad (que en la mayoria de estos casos es introvertida).
Yo creo que tengo la facilidad de aprender ciertas cosas con mayor facilidad que otros, de entenderlas, y otra forma de ver la vida, quizas mas compleja que la mayoria de las personas, y creo que esto ha influido para ser fs, claro que hay muchos otros factores, pero este te predispone bastante.
Espero que se haya entendido la idea.
 
Antiguo 08-ene-2005  

yo creo q la fobia social no viene por superinteligencia.por lo q se y leo por aqui la fobia social ataca a aquellas personas supersnesibles comprensivas q escuchan casi diria q respetan a los demas como si fueran ellos mismos.creo q es mas bien un problema de sensibilidad emocional extrema mas q superdotacion.
es una opinion en realidad creo q esto lo puede padecer cualquiera si es un desajuste quimico.o no?
 
Antiguo 08-ene-2005  

A eso me referia, a la hipersensibilidad. Tambien supongo que se puede producir por un desajuste quimico
 
Antiguo 08-ene-2005  

Todos saben que existen distintos Cocientes de Inteligencia. Pero no saben que, pasado el C.I. de 130, la forma de pensar da un salto cualitativo. Se piensa de otra manera. Este cambio es comparable al del agua que pasa de sólido a líquido, a partir de 0º C.

Más que un salto de cantidad, es un salto en la calidad. No sólo en la riqueza mental, o en la forma de captar la información que proporciona la mente y las experiencias, sino que se da un cambio en los sentimientos y en la manera de experimentar la vida. Todo se procesa, se interpreta y se vive de otra manera.

La población "sólida" ocupa el 97’ 88 % de la sociedad, mientras que el 2’ 18 % son "líquidos" dentro de un mundo hecho por y para los sólidos, que ni siquiera reconoce que los "líquidos" están ahí.



En una sociedad así, algunas de las personas con Altas Capacidades no han tenido oportunidad de desarrollarse. Desde la infancia, se sienten como el gigante Gulliver ante una sociedad que en promedio sólo se comprende a sí misma, a la que no le interesa las diferencias ni quiere reconocerlas porque le molestan, pero satisfechos de sí mismos.

Todo ser humano precisa, para desarrollarse, de los otros. Somos animales sociales. A las personas con Altas Capacidades no se les ha dado la oportunidad de conocer su diferencia, así que, en muchos casos, han crecido como un árbol torcido en busca de luz. Los casos de autoculpabilización por haber nacido "Gullivers" son frecuentes, de manera que aparece o una autodisminución, con descenso de la autoestima, o una reacción de afirmación de la propia desconocida diferencia, que es captada por el mundo como prepotencia (ciertamente, el superdotado es superior a la media en muchas cosas, pero los "sólidos" no saben, no quieren, o sencillamente "no pueden" reconocer que existe esa diferencia).



¿Has pensado que si no encajas en esta sociedad es porque eres más inteligente?
Pero el superdotado –tal es la experiencia en nuestro grupo- cambia en cuanto:

Reconoce que es diferente.
Descubre POR QUÉ es diferente.
Halla un colectivo con el que sí puede, por fin, relacionarse más cómodamente: gente que habla su "idioma", que se enfrenta a handicaps comunes, que acepta y vive la diferencia, que se hace el mismo tipo de preguntas.

En un grupo así, se dan casos maravillosos de autorreconocimiento y de superación. Los rostros se iluminan, y aparece la risa reprimida. Algunos superdotados se reintegran con el mundo (sin embargo los hay que ya lo habían conseguido: son los llamados superdotados sin disincronía o adaptados, o bien los superdotados convergentes).

En nuestro grupo se encuentran personas que piensan y sienten de un modo distinto. A nosotros no nos gusta llamarnos superdotados y hallamos a veces fórmulas para eludir esa denominación que la sociedad no comprende, que interpreta distorsionadamente, considerándonos superiores, o raros, cuando resulta que, en realidad, se sufre, pero podríamos ser "luz" en esta sociedad. Preferimos llamarnos "Personas con altas capacidades", "Fenómeno X", etcétera.

El superdotado es un espíritu libre



A veces se siente que no encajamos en esta sociedad. Que no pertenecemos a este mundo. Que la sociedad no es nuestra. Que es tan paradójica como para Alicia lo eran, en el País de las Maravillas, el conejo blanco, el sombrerero loco, la loca Reina de corazones y demás individuos y agrupaciones estrambóticas. El superdotado no gusta de actuar por "moda", de sentir por convencionalismos o por lo que le dictan. Piensa por sí mismo. No actúa inducidamente, o es menos inducido. Como Juan Salvador Gaviota, es un espíritu libre, independiente, pero en algunos casos solitario.

El sentimiento de que el mundo "nos pincha" es comprensible y no resulta de un problema ni de una enfermedad: es fruto de haber nacido diferentes en una sociedad que lo iguala todo y que procura hacerlo todo homogéneo: El sentimiento que aparece es como el de Gulliver ante aquella sociedad de enanos: distinto, ante una mayoría.




"Los superdotados son los frutos más hermosos del árbol de la humanidad, pero a la vez son los que corren más grande peligro pues cuelgan de sus ramas más frágiles y con frecuencia se rompen "

Carl Gustav Jung

¿Cómo se siente?
Siente que la mente de gran parte de la población está vacía de ideas, de creatividad, con inteligencia sólo aplicada a patrones fijos de conducta y a rígidas formas de comprender el mundo.
Pero también es cierto que el superdotado (sobre todo si presenta disincronía) es menos práctico que el común de las personas.

Los muertos también hablan
Es frecuente que a la persona con altas capacidades no le interesen las conversaciones comunes de la gente. Las encuentra poco estimulantes. Ya desde niño, este espíritu vivo necesita retos, pues a su rica inteligencia lo que le estimula es crecer. El superdotado siente mucha curiosidad, necesita curiosear, investigar, y comprender. Las conversaciones y los programas comunes suelen aburrirle.

Las ranas también piensan
La persona con altas capacidades ve que la sociedad, las gentes, piensan, pero las ve extrañas. Y percibe que los demás le ven raro a él. Él siente, comprende, comprueba, que piensa distinto. Esta diferencia le produce, a veces, frustración y soledad



me ha parecido interesante el texto. me ha llamado la atencion lo de que a partir de 130 de CI se da un salto cualitativo. supongo que todo eso estara cientificamente comprovado.
 
Antiguo 08-ene-2005  

Es interesante el articulo. Hay un par de cosas con las que no estoy de acuerdo. No se puede hablar de tal salto a partir de 130. ¿Significa que una persona de 129 esta significativamente mas cerca del resto de la sociedad? Lo dudo. Ademas, como ya he dicho, nunca he creido en ese numerito. Por el resto, el articulo me parece bastante acertado
 
Antiguo 08-ene-2005  

hombre kentaro, yo creo que tu en tu argumentacion si que hablas de un salto cualitativo entre la forma de pensar de un superdotado y la de digamos alguien normal, aunque sea inteligente. lo de que la barrera este exactamente en 130 es verdad que suena raro, pero por algo lo diran.
creo que debe de haber un salto cualitativo cuando se habla de superdotacion, porque sino seria algo arbitrario lo de la superdotacion.
 
Antiguo 08-ene-2005  

A lo que me refiero es que es imposible milimetrar la inteligencia, pero se puede decir quien es poco inteligente, inteligente y muy inteligente
 
Antiguo 08-ene-2005  

Resumen y comentario realizados por Elena Sánchez Chamizo Como se viene estudiando desde hace tiempo, el concepto de desarrollo emocional y la superdotación emocional son constructos que pertenecen a un tipo de inteligencia llamada "inteligencia intrapersonal", estudiada por el clásico Gardner en su teoría de las "inteligencias múltiples". Este capítulo nos introduce en el conocimiento de la superdotación emocional, el crecimiento emocional y la sensibilidad moral, haciendo un análisis del concepto de desarrollo potencial, procesos de autoevaluación y el de transformación interna.

EL CONCEPTO DE DESARROLLO POTENCIAL

La sensibilidad emocional y la intensidad emocional son características distintivas en la mayoría de los niños superdotados, y especialmente en los intelectualmente dotados. (Piirto, 1992; Silverman, 1983; Tolan, 1994). Estos rasgos suelen dar lugar a ser más vulnerables en la infancia y por consiguiente a tener problemas en la escuela (Kurcinka, 1991; Richert, Alvino y McDonnel, 1982; Roedell, 1984; Vail, 1987). Reconociéndose como diferentes del resto, dudan de ellos mismos y se preguntan frecuentemente: ¿qué es lo que me pasa?; se dan cuenta de la discrepancia entre sus sentimientos y los de los demás. De hecho, algunos de los jóvenes intelectualmente dotados llegan a buscar ansiosos en algún manual de trastornos mentales, con el fin de encontrar una etiqueta o perfil que se adapte a ellos (Dolan, 1987). Son tan pequeños para saber que ello no significa necesariamente tener algun trastorno mental. Incluso los superdotados adultos no se libran de este error, debido a la presión continua por ser normales. Sin embargo esta presión no siempre viene de fuera.
Una de las facultades más básicas del ser humano es la capacidad para hacer comparaciones y evaluaciones. En el aspecto personal, esto significaría hacer autoevaluaciones, comparándose a uno mismo con los demás y haciendose una idea de cómo los demás nos evaluarían a nosotros. También las comparaciones pueden ir más allá, llegándose a comparar uno mismo en el presente, con el que uno podría llegar a ser, es decir con nuestras posibilidades, nuestro potencial y en definitiva con nuestro yo ideal.
El hecho de ser emocionalmente sensible supone entre otras cosas, tener un rango muy desarrollado en cualidad y cantidad, de los procesos evaluativos, que son superiores a la media. Combinado con una gran imaginación y un gran poder de la inteligencia, puede llevar a producir un marcado y devastador sentido de la autocrítica. Esto puede desencadenar que canalizen todas sus expectativas en el terreno de la creatividad o incluso en servicio a los demás.
Dabrowski (1967,1972) estudió la salud mental de los jóvenes dotados artística e intelectualmente. Descubrió que los individuos creativos tienden a vivir más intensamente. Con su intensificada manera de experimentar la realidad, de sentir, pensar e imaginar, él percibió que esto podría llegar a ser un potencial para desarrollar su crecimiento personal. Una vía de escape puede llevar a la adicción o a un crecimiento interno y su consiguiente transformación. Para Dabrowski, los típicos signos o síntomas de la neurosis presagiaban un genuino potencial para fomentar el desarrollo personal. Uno de los estudios iniciales de Dabrowski (1937) le llevó a examinar este fenómeno entre escritores, artistas y otro tipo de personas altamente creativas, llegando a concluir que la auto-agresión representa un nivel psicológicamente más elevado que la simple agresión hacia los demás. Los individuos que experimentan un gran conflicto interno, como resultado de esa tensión originada por las diferentes fuerzas de las sobreexcitabilidades, conllevan a la auto-mutilación. Esto ocurre -Van Gogh por ejemplo, al cortarse la oreja- porque estos individuos encuentran en ellos mismos un clima de incomprensión y alienación, sin apoyo emocional alguno.
El concepto de Dabrowski de desarrollo potencial incluye una serie de talentos, habilidades específicas e inteligencia, mas cinco componentes primarios de la vida psíquica: sobreexcitabilidades de tipo psicomotor, sensual, intelectual, imaginativo y emocional. Vienen a ser como modos de experimentar la realidad, o vías a través de las cuales perciben los colores, texturas, la visión... Estas vías pueden estar muy desarrolladas o apenas manifestarse. Dabrowski las denominó "formas de sobreexcitabilidad psíquica", para referirse a la intensidad con la que perciben la experiencia, como algo más allá de lo ordinario. La amplitud de las sobreexcitabilidades puede ser tomada como una medida del desarrollo potencial. Son fácilmente observables en niños, pero aún más y de forma permanente en los niños intelectualmente dotados. Kurcinka (1991) utilizó un término para referirse a esta cualidad psíquica, llamándolos enérgicos, siendo niños que son más intensos, sensibles, perceptivos, persistentes y vigorosos.
Los niños que manifiestan estas sobreexcitabilidades de forma intensa, suelen con frecuencia sentir vergüenza y culpa por ser "diferentes". Criticándose y atormentados por el hecho de no poder hacer nada, empiezan a creer que hay algo extraño en ellos. A veces acaban aprendiendo a disfrazar su intensidad, a veces buscan refugio en mundos fantásticos de su propia creación, y a veces intentan de normalizarlo o camuflarlo, y como resultado a veces incluso pueden llegar a sufrir depresión o ansiedad. Estas reacciones son la consecuencia de verse forzados a negar su propio potencial.

SENSIBILIDAD E INTENSIDAD EMOCIONAL

La intensidad con la que se producen las reacciones emocionales especialmente en los niños superdotados, a veces resulta difícil de comprender cuando el niño en cuestión parece preocupado y triste "por nada en especial". En este sentido, los padres y profesores deben mostrar una paciencia considerable y conocer la situación especial de estos niños, para comprender que estas reacciones se deben a su destacada sensibilidad y necesidad de ver un orden racional de las cosas y su consiguiente explicación. Esto es así puesto que necesitan un cierto orden y rutinas que predigan los acontecimientos. Para un niño enérgico y sensible que tienda a tener conflictos internos debido a sus emociones, una desviación de las rutinas (como por ejemplo, satisfacer alguna de sus preguntas con una historia fantástica o ficticia verdad) le puede llegar a entristecer aún más, ya que la necesidad de tener un marco real y consistente de la realidad es demandada en exceso en estos niños. Sin duda, el mayor apoyo que puedan tener, es la aceptación, paciencia y cariño de los padres.
Para ilustrar cómo se manifiestan la sensibilidad e intensidad emocional, se han tomado algunos ejemplos de respuestas escritas de personas que han tenido un nivel muy alto de sobreexcitabilidades en un cuestionario. Dicho cuestionario fue diseñado para medir las cinco dimensiones del desarrollo potencial (Lysi y Piechowski, 1983; Piechowski, 1979; Piechowski y Cunningham, 1985; Piechowski, Silverman y Falk, 1985). Algunas afirmaciones que han sido medidas por esta prueba y que son representativas de estas emociones positivas son: "estar inundado por inesperadas olas de alegría", "tener sensaciones increíblemente vivas y de sobreestimulación", "tener una energía desagarradora y sin embargo apenar necesitar descanso", o "a veces poder llegar a estar tan feliz que uno puede llegar a llorar y reir o estar en silencio y gritar al mismo tiempo". La belleza que uno puede llegar a ver en la música o en la naturaleza pueden llevarles a llorar. En estas personas, el dolor puede llegar a tener un matiz diferente: incluso el mayor de los dolores o las penas que uno pueda sentir le hacen tener un gran éxtasis y estar lleno de vida. Son capaces de estar en comunión con la naturaleza, de sentirse vinculados o profundamente fundidos con un cuadro, una pieza de música o una experiencia espiritual-religiosa, y por ello mismo, estas experiencias pueden sobrepasar completamente a estas personas.
Este colectivo de personas sienten sus emociones de forma muy marcada y sobre todo con fluctuaciones que les hacen sentirse desde el más desgraciado del mundo hasta el más afortunado de todos los mortales. En contraste, las personas que carecen de este nivel tan elevado de intensidad, viven sus emociones de forma más discreta y con menos fluctuaciones (Sommers, 1981). El grado de intensidad emocional es una característica estable de la persona, pero independiente de lo que suponen las emociones. La intensidad emocional o su carencia en las personas es una característica del temperamento fácilmente observable en los inicios de la vida (Larsen y Diener, 1987). La sensibilidad emocional es otro asunto. Las personas emocionalmente intensas también pueden ser muy sensibles a los sentimientos y al dolor de los demás, a la injusticia así como a las críticas. Si un chico extremadamente sensible crece con un sentido de la crítica y del ridículo muy desarrollado, empezará a buscar auto-protección en una forma de retirada emocional y empezar a crear su propio escudo para defenderse de los demás. El precio de tal retirada y la negación de los sentimientos es bastante alto: pierden vitalidad emocional, carecerán del aprecio de los éxitos y fracasos, perderán el sentido de quién es uno mismo y en definitiva vivirán en un continuo proceso de amortiguación emocional (Miller, 1981,1983).

EL CASO DE LA SUPERDOTACIÓN EMOCIONAL

Annemarie Roeper (1982) aseguraba que las personas superdotadas emocionalmente tienen "la capacidad de integrar emociones, intelecto y creatividad con extraordinario asombro".
Algunos niños superdotados manifiestan una enorme empatía hacia los demás, llegando a superar la compasión que despiertan los adultos por ellos. Como resultado, los adultos pueden no entender la reacción de estos niños. Por ejemplo, durante un torneo de ajedrez, John, un jugador que había ganado tantas veces, empezó a cometer numerosos errores sin sentido, llegando a perder aquella partida tan importante. Cuando se le preguntó qué le había pasado, él contestó: "empecé a ver las lágrimas de mi oponente en sus ojos, simplemente no me podía concentrar en el juego y perdí". La empatía de John era más grande que su ambición. Muchos adultos que apoyaban a John, se sintieron fracasados.
En la película "En busca de Bobby Fisher", la extrema competitividad originada por los padres, quienes querían la victoria a cualquier precio, contrasta atrozmente con el comportamiento más sensato de los jóvenes competidores. Supone tener una gran dosis de fortaleza y coraje moral para resistir la presión a ganar, bajo el continuo bombardeo de acusaciones: "¿Por qué lo hiciste?" "¿Qué te pasó?". Cuando se trata de un contexto competitivo como es el caso de John, su acción no tendría mucho sentido. Esto sería un claro ejemplo de lo que Dabrowski llamó mal ajuste o inadaptación positiva. Si John hubiese ganado el torneo, hubiese sido socialmente aceptado y admirado, y podría haber sido un campeón bien adaptado. Y esto supone para el oponente, un conflicto con su empatía. Para John, es inaceptable el éxito en un juego a costa de las lágrimas de un rival. Cualquiera podría decir que según John, una victoria sería moralmente incorrecta. En este sentido, hacer lo que es moralmente correcto es una acción positiva. Cuando una acción correcta moralmente choca con presiones y expectativas sociales, hablamos de una mal ajuste o inadaptación positiva.
Características psicológicas como la empatía, el altruismo y la consideración por los demás son frecuentemente encontradas entre los niños superdotados. Seymour (1987) nos habla de un ejemplo sobre dos chicos. El más mayor fue acelerado escolarmente, de segundo a cuarto de primaria. La inteligencia excepcional y la facilidad de fluidez y vocabulario impresionaban a cualquiera. Su hermano, un año más pequeño y también superdotado, era por el contrario considerado por los demás como un chico desapercibido y sin destacar en ningún aspecto. La gran imaginación y sensibilidad de éste captaba menos la atención que la brillantez académica del hermano. El chico mayor tenía mal genio y solía pegar a su hermano pequeño. Este se contenía e intentaba no actuar del mismo modo. En otra ocasión, yendo a una excursión al zoólogico, éste tuvo que ir con el resto de los compañeros de su clase, a pesar de no llevarse bien con ellos. Le encantaba observar todos y cada uno de los animales y especialmente darles de comer. Cuando los profesores le dieron una bolsa de comida para una cabra, en vez de salir corriendo hacia la cabra y dársela, se dirigió a sus compañeros para ofrecerles la oportunidad de disfrutar alimentando al animal.
Silverman (1983, 1994) recogió a través de un cuestionario diferentes observaciones de la sensibilidad emocional, compasión y sensibilidad moral en niños superdotados (con un C.I. de 130) con tan sólo tres años. La consideración, la comprensión de los sentimientos de los demás y el conocimiento de las propias motivaciones entre otros factores, caracterizan lo que Gardner (1983) llamó inteligencia intrapersonal. Los actos empáticos -la respuesta de actuar ante el dolor de los demás y el deseo de paliarlo- han sido observados frecuentemente en la escuela infantil (Borke, 1971; Hoffman, 1983). La capacidad para experimentar la empatía y el altruismo son con frecuencia observados en niños preescolares (Radke-Yarrow, Zahan-Waxler y Chapman, 1983). La empatía es el pilar básico donde se desarrolla la moral de las emociones (Damon, 198.

LA INTELIGENCIA INTRAPERSONAL

Los individuos con tendencia a la introspección y que son conscientes de su forma particular de vivir su vida emocional, tienen muy desarrollada la llamada inteligencia intrapersonal acerca del conocimiento de uno mismo. Gardner (1983) definió la inteligencia intrapersonal como la capacidad para la introspección. Él mismo se dio cuenta de que el desarrollo continuo de esta capacidad puede desembocar en una sabiduría interna. Sin embargo, en este sentido existe una laguna o factor sin explicar. ¿A través de qué procesos de desarrollo se da? ¿Qué tiene que ver el desarrollo de una persona con el conocimiento de uno mismo y su consiguiente sabiduría? Para explicar esto, debemos hacer referencia a la teoría del desarrollo emocional de Dabrowski, y particularmente a su concepto de multiniveles del desarrollo. Por multinivel, Dabrowski entendía un tipo de crecimiento interno, en el que se da una división entre el más alto y el más bajo desarrollo.
Originalmente, Gardner incluyó en su formulación de la inteligencia intrapersonal, un "continuo desarrollo, donde el individuo tiene la opción de llegar a ser progresivamente autónomo, íntegro y verdadero...El principal reto de este proceso del desarrollo es que el ego sea altamente desarrollado y completamente diferente del los demás". En los multiniveles del desarrollo, el principal objetivo es confrontar toda la verdad de uno mismo, para la búsqueda de una transformación interna. Como apuntaba Eleanor Roosevelt, tal verdad puede llegar a estremecer a uno mismo. Para completar la definición de Gardner de inteligencia intrapersonal, y respetando su concepción original, debemos incluir el proceso del crecimiento interno, que nos conduce a un profundo conocimiento de uno mismo.

EJEMPLOS DE PERSONAS CON GRAN TALENTO MORAL

Los individuos que actúan guiados por su compasión, sensibilidad emocional y la moral, acertadamente reciben el apelativo de ejemplos morales. La vida de Ghandi es un ejemplo clásico del crecimiento espiritual y por la profundidad de sus emociones. La superdotación emocional de Gandhi evidenciaba un comportamiento inusual; el castigo en su vida, por haber infringido una norma, le causó el mayor dolor, por el simple hecho de creer merecerlo. Su ejemplo era destacado por su habilidad para ayudar, el disfrute por servir a los demás (él mismo aludía la gran pasión que le producía atender a los enfermos), y su dedicación para abolir cualquier tipo de discriminación basada en el color, casta, religión, nacionalidad, posición social o salud (Gandhi, 194. Se enseñó a sí mismo a seguir los consejos de su voz interior: "Me producía un gran placer someterme a mi voz interior. De actuar en contra de ello, me hubiese ocasionado más dolor". Este personaje tan sensible y tímido, se transformó, llegando a generar la reforma radical que ganó los derechos de las personas a las que fueron denegados los derechos humanos, explotados y sometidos a la esclavitud. Aunque Gardner (1993) le mencionaba como gran ejemplo de la inteligencia intrapersonal, se ha de reconocer que sin perseverancia y sin la honestidad y el rigor del gran conocimiento de sí mismo, Gandhi no hubiese podido llegar a ser un Mahatma -un gran alma-.
La meta de Gandhi era vivir una vida intensa llena de verdad en la que su objetivo final consistía en encontrar a Dios. Cuando tuvo que llevar a cabo su práctica de la ley, su deseo era resolver el conflicto de forma objetiva más que ganar el caso desde su propia perspectiva:
"Sentí que mi deber era aunar las dos partes y conseguir una armonía. He aprendido a encontrar el lado más positivo de la naturaleza humana y a penetrar en las mentes de los hombres."
Gandhi, tanto de niño como de adulto, era extremadamente sentimental, sensual, acentuadamente sensible (además de tímido), dotado de una gran imaginación , y con un deseo e interés muy arraigado de curiosidad espiritual e intelectual. En otras palabras, la vía a través de la cual experimentaba la realidad -sobreexcitabilidades- estaba completamente desarrollada.
Otro caso en el que podemos observar de cerca la superdotación emocional es la vida de Eleanor Roosevelt (Piechowski, 1990; Piechowski y Tyksta, 1982). Sus características más acentuadas eran el sentimiento del deber, un deseo de amor y pertenencia, una gran voluntad para servir y un afán por desarrollar su identidad personal al igual que la de su marido. Estaba muy sensibilizada especialmente hacia aquellos que estaban en necesidad, tanto materialmente como emocionalmente. Debido a las penas que sufrió en su infancia, pudo comprender mejor las necesidades emocionales de los niños y adolescentes (Vander Ven, 1984). Al mismo tiempo que su comportamiento resultaba ser delicado y fino, también era radical y revolucionario.
Si uno lee bajo las lentes de la humildad, la compasión y la comprensión de la naturaleza humana, la conciencia de estos individuos resultan ser una guía fidedigna, para actuar en concordancia con los principios más elevados de justicia. Desde el punto de vista de la superdotación, uno se podría preguntar: ¿En qué sentido puede una conciencia considerarse un talento? ¿Cómo se desarrolla y cómo se entrena? Existen directores y maestros espirituales que guían el crecimiento interno de sus discípulos (Nixon, 1994). Pero hay también otros individuos que llegan al conocimiento de uno mismo a través de sus propios consejos. Por ejemplo, Brennan, Piechowski (1991) y Grant (198 mencionaban a personas que fueron enseñadas y guiadas por su propia "voz interior"; su crecimiento interno estaba guiado en toda su totalidad desde el interior.
El crecimiento interno y la transformación, como hemos visto, pueden tomar caminos diferentes. Los ejemplos morales descritos por Colby y Damon (1992) mostraron manifestar un crecimiento interno a través de la lucha y una auto-elección a la transformación interna (Dabrowski, 1967; Nison, 1994; Piechowski, 1990, 1992, 1993).
Sin embargo, los ejemplos morales no se libraron de convivir con grandes conflictos, generados por un choque entre las creencias incuestionables con las que crecieron y el cotidiano encuentro con la opresión, pobreza, injusticia social y la negación de los derechos humanos fundamentales.
Para resumir, casos como el joven jugador de ajedrez que prefirió perder el campeonato por el bien del otro jugador, el chico de 7 años que evitaba luchar a pesar de sus ventajas, la sumisión de Gandhi a su voz interior, el conocimiento interior así como la vida de servicio de Eleanor Roosevelt, son ejemplos fundamentales de la llamada superdotación emocional e inteligencia intrapersonal.
Se caracterizan por ser muy empáticos, introspectivos, analíticos consigo mismos y auto-correctores; Poseen intensidad emocional, profundidad y devoción. Y ellos están también "positivamente mal adaptados".

LA TEORÍA DE DABROWSKI Y LA TEORÍA DE BANDURA: EL AUTOCONOCIMIENTO Y AUTOEVALUACIÓN

La naturaleza de este proceso de transformación interior es el centro de la teoría del desarrollo emocional de Dabrowski, que él denominó "desintegración positiva" (Dabrowski, 1964, 1967; Dabrowski y Piechowski, 1977). Con este paradójico nombre, él enfatizó el desmantelamiento y derrumbamiento que tiene lugar en el interior de una persona una vez que el proceso de crecimiento emocional se pone en marcha. Lo que se experimenta como algo inferior, va cambiando gradualmente, y se reemplaza por lo que es superior. La evaluación de uno mismo y el enjuiciamiento propio juega un gran papel.
Desde el momento en que el proceso se ha experimentado de forma general, como un movimiento de un nivel inferior a otro superior, se le ha llamado por ello "nivel múltiple". La división entre superior e inferior en uno mismo toma muchos aspectos, pero se experimenta de manera espontánea por los individuos dotados emocionalmente. (Se trata de una teoría muy elaborada y amplia como para resumirla aquí, pero existen guías muy útiles: Nelson 1989, Piechowski, 1975, 1992).
La superdotación emocional proviene de una sobreexcitabilidad emocional que se da cuando existe la voluntad de cambiar uno mismo y ayudar a otros, bien en lo material, o en lo emocional. Naturalmente, las sobreexcitabilidades intelectuales y emocionales juegan un gran papel. Los ejemplos de Gandhi y Eleanor Roosevelt subrayan la unión entre la emotividad y el descubrimiento de la misión en la vida que tienen sirviendo a otros. La teoría de Dabrowski trata en su totalidad esta cuestión, que proviene de una profunda añoranza de un ideal de amor, de hermandad, de belleza, del cuidado por los demás, de humildad y de verdad, o todos ellos a la vez. Es una llamada a un superior y profundo significado de la vida.
Los niños que progresan en su desarrollo de forma más rápida que sus semejantes, especialmente intelectual y emocionalmente, sienten esta llamada a una edad temprana, pero a veces se encuentran incomprendidos. Clark (1983) indicaba que un sentido intenso de la justicia y del idealismo aparece pronto en el crecimiento emocional de los niños superdotados y que es muy duro para ellos comprender por qué los adultos no hacen nada por corregir lo que tan descaradamente es falso e injusto en este mundo. Estos niños tienen problemas de ajustarse a un mundo donde no pueden controlar nada; por ello se vuelven "positivamente mal ajustados".
Esto presenta el problema de cómo entrenar a los niños superdotados cuando muestran signos de "malajuste positivo". Delisle y Galbraith (1987) ofrecen estrategias para sobrevivir. Especialistas en resolución de conflictos, enseñan estrategias para salir airosos (Fisher y Ury, 1981).
Silverman (1994) relata que en los grandes archivos del Centro de Desarrollo para Superdotados, hay:
...docenas de casos de hazañas de estos niños luchando contra la injusticia ayudando y protegiendo a niños con problemas, respondiendo a las necesidades emocionales de otros, llegando a sentirse decepcionados cuando se humilla a un compañero de clase, convirtiéndose en vegetarianos en familias donde comen carne, protestando contra la violencia de la televisión, sintiéndose perplejos cuando son atacados por los compañeros de clase rehusando a luchar contra ellos porque consideran todas las formas de violencia (incluyendo la autodefensa) moralmente errónea, escribiendo cartas al presidente de la nación para que acabe la guerra del Golfo, y escribiendo poemas de angustia por la crueldad en el mundo. He descubierto que a mayor nivel intelectual del niño más tempranamente se desarrolla su nivel moral. Pero generalmente lleva tiempo el que estos niños puedan traducir el sentido moral en una acción moral correcta.
La relación entre el elevado nivel intelectual , la sensibilidad moral, el carácter moral y todo lo referido a una ética temprana ya fue apuntado tanto por Terman como Hollingworth. Aunque es fácil recordar casos de gente muy brillante intelectualmente pero con escasa conducta moral -niños prodigio que llegan a ser interesados consejeros presidenciales, manipuladores de Wall Street, saboteadores atléticos, científicos que falsean informes- uno no puede ignorar la historia de la vida de esos individuos, cómo crecieron y fueron enseñados, las elecciones que hicieron y el contexto de desarrollo que les condujo a su corrupta conducta moral. La vida tiene muchas presiones y puntos decisivos que provienen del sistema de valores dominante, por conseguir premios y estatus a cualquier precio.
Bandura (1986) identificó ocho mecanismos mediante los cuales podemos dirigir nuestra conciencia y nuestros procesos de auto-evaluación. Por ejemplo, es fácil hacer algo moralmente incorrecto cuando otro te dice que hay otra gente que hace cosas peores, cuando la responsabilidad está difundida o relegada a una autoridad superior, o cuando uno encuentra una justificación moral, como son los actos atroces cometidos por Hiltler (SS Stutsstaffe, con el fin de encontrar y limpiar las razas para encontrar la raza pura. El SS fue entrenado para creer en su superioridad moral y exterminar a los que eran considerados moralmente inferiores y dignos de una vida (Moczarski, 1981). Existen numerosos casos como Lieutenant Louis Font (Piechowski, 1992), el aviador Daniel Cobos, y otros que cometiendo accciones corruptas, llegaron a implantar estructuras secretas muy poderosas (Everett, 1989). Como mínimo la mitad de estos personajes descritos por Everett eran gente requerida en trabajos donde se exige una inteligencia excepcional.
La sensibilidad moral y emocional de los niños con un cociente intelectual muy alto se observa a menudo en este colectivo. Con vistas a entender esta asociación, estudiaremos el camino por el cual altos niveles de razonamiento abstracto, junto con la sensibilidad emocional, aceleran el desarrollo de los procesos de evaluación y sobre todo los de auto-evaluación. En términos de Bandura (1986), estudiaremos más de cerca el sistema de uno mismo en los niños superdotados emocionalmente. El gran potencial para la transformación interna empieza con una reacción hacia como son las cosas en el mundo en que uno se desenvuelve, evaluando la responsabilidad moral de cada uno y preparándose para actuar en base a ello.
Dabrowski describió una tipología acerca del desarrollo de la personalidad, con especial atención al crecimiento interno, en el que la división entre "lo que es", y "lo que debería ser" se traduce en una llamada hacia un ideal más elevado y por consiguiente estimula un crecimiento interno superior. La transformación interna también es un proceso de creación, en el que se crea un nuevo "ego" o yo, transpersonal o transcendentalmente.
Como ejemplo, Etty Hillesum, una joven judía que vivió en Holanda en tiempos del holocausto de la segunda guerra mundial, sintió a los 27 años de edad una inquietud espiritual, un caos interno que le llevó a una depresión y un profundo sentimiento de desesperanza. Llevó esta lucha con una gran reflexión, voluntad y momentos de oración. A pesar de las condiciones tan terroríficas por los arrestos y deportaciones de los judíos, ella consiguió mantener una serenidad y paz interior. Se daba cuenta de que el odio hacia los alemanes, como se suponía que debería de tener, sólo iba a significar ser como ellos. En vez de huir y evitar lo inevitable, optó por ofrecerse a su inevitable destino hacia las cámaras de gas donde fue enviada en Auschwitz. Dejó un diario, un documento muy valioso que explicaba muy bien su proceso de transformación interna (Hillesum, 1981/1985; Piechowski, 1992; Spaltro, 1991). Su diario es ante todo un viaje hacia su mundo interior en el que no cabía lugar el odio y la amenaza hacia la guerra (Garrlandt, 1985).
Para la auto-realización es condición necesaria, un fuerte desarrollo del potencial junto con los talentos, habilidades y las sobreexcitabilidades. En todos los casos de auto-realización estudiadas, existe evidencia de un fuerte desarrollo del potencial junto con los respectivos talentos, una alta inteligencia y las sobreexcitabilidades (Brennan y Piechowski, 1991; Piechowski, 197. Aunque la auto-realización y la superdotación emocional no son lo mismo, en los casos citados aquí van acompañados (Piechowski, 1992).
¿Qué signos podemos reconocer para descubrir el potencial de la auto-realización y de la superdotación emocional? Muchos de estos signos ya han sido mencionados: sobreexcitabilidad emocional, manifestada a través de la intensidad y sensibilidad hacia los sentimientos de los demás y los propios; empatía y comprensión hacia los demás; temprano desarrollo de la moral y la justicia; auto-crítica?En otras palabras, los signos de la superdotación emocional pueden reconocerse a través del terreno interno -una inteligencia intrapersonal, que ha de darse junto con compasión, ayuda y juicio auto-crítico. Esto es el llamado crecimiento emocional.

CRECIMIENTO EMOCIONAL DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES SUPERDOTADOS

En un estudio longitudinal, que llevó a cabo Nicholas Colangelo, fueron registrados diferentes testimonios de jóvenes superdotados. Al principio del proyecto, los jóvenes tenían edades comprendidas entre los 12 y los 17 años. El propósito de este estudio era encontrar patrones de crecimiento emocional entre estos jóvenes. Se les administró un cuestionario con preguntas abiertas y cerradas, preguntándoles qué evoca en ellos los sentimientos positivos, qué es lo que estimula sus mentes y cual es la concepción que ellos tienen de ellos mismos. En general, los ítems que se les aplicó trataban de cubrir los cinco tipos de sobreexcitabilidades (factor psicomotor, sensual, intelectual, imaginación y emocional).
Fueron encontrados dos tipos diferentes de crecimiento emocional (Piechowski, 1989). El primero, se trataba de una orientación pragmática, sin excesiva exploración interna. Este tipo de crecimiento fue denominado racional-altruista, que coincidiría con el tipo de carácter descrito por Pech y Havighurst (1960).
Un ejemplo de una joven superdotada de secundaria, respondió a la siguiente pregunta: "Si te preguntases a tí misma quién eres tú, ¿qué responderías?
"Soy una chica de 17 años, elegante, dependiente, responsable, muy trabajadora, pero vaga a veces, amable, activa en clubs sociales, con elevados ideales, a veces lenta y con frecuencia me siento agotada."
A los 19 años, respondió a la misma pregunta:
"Soy una mujer inteligente, que disfruta estando con más personas y ayudándolas. Me gusta hacer las cosas bien. Me gustan las cosas que están claramente definidas -me gusta saber qué se espera de mí en una situación determinada. Ahora mismo, soy una persona que toma decisiones importantes sobre mi futuro y sobre lo que quiero hacer realmente en mi vida."
Tanto en esta como en la anterior respuesta de esta joven, podemos ver una fuerte orientación racional y altruista. En otra ocasión ella dijo: "Me disgustan las actividades que no tienen propósito alguno." Tal respuesta es la típica de un "pragmatista" (Maslow, 1971) y aunque no vemos aquí un nivel muy alto de intensidad emocional, o gran imaginación, nos recuerda sin embargo a los rasgos que caracterizaban a Eleanor Roosevelt, ya que también le disgustaban las actividades sin propósito alguno.
El otro tipo se caracteriza por una aguda conciencia de vida interior, que nada tiene que ver con la auto-conciencia del adolescente. Es el que se denomina introspectivo-sentimiental. Se trata de este tipo de crecimiento el que puede dar lugar al potencial del desarrollo, del que nos habla la teoría de Dabrowski.
A pesar de que muchos adolescentes viven sólo en un futuro cercano, sean conscientes o estén muy preocupados por el futuro, hemos encontrado un número significativo de niños superdotados con una acentuada conciencia de su crecimiento personal y sus numerorsas posibilidades y potencialidades -una impaciente anticipación hacia lo que llega. A la edad de 12 años, una chica comentaba: "Sueño con ser adulta", y posteriormente, a los 14 años, apuntaba: "Sueño a menudo sobre cómo será mi vida cuando sea mayor. Sueño con frecuencia sobre los diferentes caminos que puedo tomar en la vida."
Sobre la pregunta de qué es lo que más atrae a uno cuando lee un libro, un chico de 17 años nos señalaba lo que sentía y como era su crecimiento emocional: "Me gusta cambiar las cosas, las situaciones. Busco el cambio, la metamorfosis. Quiero crecer (no sólo en relación a los libros, sino en cualquier aspecto.)
En cuanto a la respuesta sobre quienes son ellos, varios jóvenes se describían a ellos mismos con diferentes matices emocionales:
"Soy una persona que necesita mucha atención y que ante todo necesita ser aceptado. No puedo obviar o apartar la vista cuando las cosas me hacen daño. (Varón, 16 años.)
"Soy una persona incomprendida...La gente cree a menudo que mi vida es fácil sólo porque tengo un gran talento, pero he de decir que tengo muchos problemas a causa de esto. Con frecuencia me desanimo cuando hago algo bien. Es difícil hacer frente a ello. Soy muy sensible y una persona muy sentimental. Me enfado y me entristezco con mucha facilidad. Al mismo tiempo también me alegro y me emociono con cualquier cosa. Pero me gusta esta parte de mí. Todas estas emociones me hacen sentir bien acerca de mí mismo... No soy una persona segura de mí misma, aunque la gente crea que sí lo soy. (Varón, 16 años.)
"Soy una persona que tiene sentimientos...Tengo amigos. Amo la vida..." (Mujer, 12 años.)
La insistencia con la que aluden a los sentimientos nos deja entrever la frustración que les supone el ser ignorados por los demás y cuánta importancia tiene para ellos el tener una identidad muy definida.
Por ejemplo, la empatía y la comprensión de los demás adquieren una gran importancia para la chica anteriormente citada, pues a los 14 años nos señalaba: "Puedo verme a mí misma en los demás, puedo ver cosas que he hecho a través de los actos de los demás. Realmente entiendo los pensamientos y los actos de la gente porque he estado y me pongo en su situación." Expresiones que hacen referencia a la comprensión y al cuidado de los demás son frecuentes en las respuestas de estos jóvenes superdotados.
Aunque el desarrollo que se produce en la adolescencia genere un interés por los sentimientos de uno mismo y por los de los demás, la expresión y la idiosincrasia con la que los superdotados responden a estas preguntas, son excepcionales. La madurez emocional y la sensibilidad que algunos jóvenes logran en la adolescencia tardía, aparecen en los superdotados -hablando de crecimiento emocional- al comienzo de la adolescencia.
Los periodos de intenso crecimiento emocional pueden desencadenar a menudo cambios e incluso llegando a producir momentos de desequilibrio. Las sensaciones de irrealidad no han de ser necesariamente motivo de preocupación. Lo que sí es cierto es el hecho de que la gran intensidad emocional que les caracteriza, unida a la sensibilidad y un alto nivel intelectual, hacen que estos jóvenes sean extremadamente conscientes de la vulnerabilidad y limitación de la existencia del ser humano y del mundo. En este sentido, estos jóvenes superdotados pueden llegar a ser un riesgo, debido a su vulnerabilidad (Leroux, 1986); Roedell, 1984); Silverman, 1993, 1994).
Sentimientos de irrealidad y de sentirse "diferentes" son el resultado más característico de ese crecimiento emocional. Por ejemplo un testimonio que lo describe muy bien sería el siguiente: "A veces creo que me voy a volver loca, con lo que deseo constantemente tener a alguien inteligente con quien hablar" (mujer, 16 años.) En otro extracto que recogemos a continuación, el sentimiento de irrealidad se une a la experimentación emocional, tomando a los padres de uno mismo como seres extraños: "Cuando me pregunto a mí misma quien soy, a veces me pregunto si realmente estoy aquí y si existo. O miro a mis padres, y me pregunto a mí misma quienes son estos seres y trato de retratarles como personas extrañas." (Mujer, 15 años.)
La extremada auto-crítica que tienen es muy común entre los jóvenes superdotados. Para algunos supone el riesgo de desarrollar una imagen negativa de uno mismo. Sin embargo, en cada caso se ha de distinguir si la auto-crítica supone un estímulo o más bien un obstáculo en el crecimiento personal.
Vamos a presentar a continuación algunos ejemplos de cómo estos jóvenes se regulan a sí mismos. El sentido crítico que poseen siempre se orienta a la corrección y mejora de uno mismo -lo contrario de la mayoría de los adolescentes, que paradójicamente pueden resultar ser muy críticos con todo lo que les rodea, pero al mismo tiempo carecen de un criterio y juicio personal (Elkind, 1984). El siguiente diálogo interno refleja la respuesta a la siguiente pregunta: "¿Has pensado alguna vez sobre tu propio pensamiento?":
"Cuando tomo una decisión, me pregunto después por qué lo hice. Pienso en los pasos que dí para llegar a dicha conclusión. Pienso si estoy de acuerdo con respecto a las normas de la sociedad. Pienso en mis amigos y en otra gente. Pienso y me pregunto si realmente siento lo que hago y si siento las cosas que pienso."(Varón, 17 años.)
Otra respuesta a la pregunta: "¿En qué sentido observas y analizas a los demás"?
"Tengo la habilidad de encontrar siempre los defectos de la gente, y de descubrir sus vulnerabilidades. Lo hago siempre -incluso a veces de forma inconsciente-... Soy como una especie de manipulador, y a veces esto me preocupa. Sé como tratar a mis amigos, a mi familia, a los profesores.., pero a veces pienso cosas que realmente molestan mi conciencia." (Varón, 17 años.)
En respuesta a la pregunta de qué es lo que más atrae a uno en un libro, éste mismo adolescente decía que son los personajes lo que más le llamaba la atención y que quería o deseaba ser capaz de entenderles y de relacionarse con ellos, para comprenderles.
La capacidad para hacerse preguntas, auto-examinarse y la búsqueda de la verdad suelen ir siempre acompañadas en estos adolescentes. Suelen a menudo preguntarse preguntas existenciales y filosóficas a edades tempranas (Hollingworth, 1942). Su afán no sólo es descubrir la verdad objetiva, sino también una verdad interior:
"Muchas veces deseo no pensar tanto. Me hace sentirme confuso sobre las cosas que veo en el mundo. Muchas veces deseo poder producir más respuestas que preguntas...Mi padres y todos mis amigos no me entienden. Desearía poder hablar con alguien que tuviese las mismas inquietudes y preguntas que yo, y que al mismo tiempo me supiese contestarlas. Quizás en vez de alguien inteligente, necesite alguien que esté loco." (Mujer, 16 años.)
En un estudio recogido por Delisle (1984), donde se registraban diferentes respuestas de superdotados más pequeños, podemos encontrar respuestas similares sobre temas en los que tienen que tomar decisiones de tipo moral. Aunque las respuestas de contenido moral son más típicas en los adolescentes. Colangelo (1982) encontró este patrón en dilemas morales, expresados por adolescentes superdotados:
"Pienso sobre mi conducta moral y si lo que pienso es realmente correcto o no. Suelo ver que lo que yo siento es una contradicción respecto a lo que la sociedad cree. Esto me hace pensar si hay algo que funcione mal en mí. Me pregunto por qué y cómo he llegado a ser así y si siempre seguiré de este modo." (Varón, 17 años.)
"Vivo día tras día como cualquiera, pero me siento siempre frustrada con la superficialidad con la que vivimos y con la que nos relacionamos los unos con los otros." (Mujer, 16 años.)
Podemos reconocer en todos estos extractos, la dinámica de Dabrowski, recogiendo varios patrones: el asombro por las cosas (primer patrón), la insatisfacción con uno mismo (segundo patrón) y un "mal ajuste positivo" (tercer patrón). Estos jóvenes no son superdotados solamente en términos de valía intelectual sino también en términos de crecimiento personal -ellos ansían ser mejores personas. El conocimiento que tienen de ellos mismos es impresionante para su edad.
Los adolescentes superdotados pronto se dan cuenta de que su propio conocimiento, el modo en que ellos observan, conocen y entienden a los demás difieren del modo en que los demás les perciben. Suelen esconder su yo real, de cara a los demás, y son conscientes de ello.
"Soy alguien que nadie conoce. Algunas personas conocen una parte de mí, otras ven otra parte diferente. Mi auténtico yo lo guardo dentro. Mis sentimientos reales son los que yo poseo y no puedo explicar." (Mujer, 14 años.)
El desarrollo de la auto-conciencia y el conocimiento de uno mismo en los jóvenes superdotados describe muy bien la dirección y el patrón general de la mayoría de los adolescentes que no son superdotados. Pero lo que es distintivo en ellos, es el marcado y acelerado desarrollo, a parte de una mayor intensidad en cuanto a la curiosidad por la existencia del ser humano. Estos adolescentes no sólo son conscientes de su carácter, sentimientos y emociones sino que también se dan cuenta de su esfera emocional y que como tal, es una parte esencial en sus vidas.

GÉNESIS DE LA INTELIGENCIA INTRAPERSONAL

No hemos hecho más que confrontar y aunar las diferentes perspectivas a través de distintos enfoques, para unificarlo en un marco general, relacionando el desarrollo emocional, la superdotación emocional y la inteligencia intrapersonal. Tres teorías son las principales fuentes de dicha síntesis: La teoría de Dabrowski acerca del desarrollo potencial, la teoría cognitiva y social de Bandura y la teoría de Gardner sobre las inteligencias múltiples. No obstante, estas tres teorías tienen orígenes muy diversos.
La teoría de Dabrowski nació de su interés por proyectar los diferentes tipos de desarrollo de la personalidad, explicando desde el nivel más limitado emocionalmente hasta el más desarrollado y altruista, motivado por el deseo de alcanzar el ideal de llegar a ser un ser humano más perfecto, como por ejemplo la Madre Teresa de Calcuta o un Albert Schweitzer. La teoría de Dabrowski abarca tanto el aspecto emocional como moral del desarrollo de la personalidad.
En el caso de la teoría de Bandura, ésta nació del interés por conocer la base social acerca de cómo pensamos y cómo actuamos. Esta teoría describe el sistema interno de los individuos, a través de los procesos de la auto-evaluación.
Gardner desarrolló su teoría acerca de cómo los niños desarrollan sus habilidades para dibujar, cantar, pensar metafóricamente e incluso utilizar símbolos, con el fin de encontrar una alternativa a los modelos psicométricos. El encontró las funciones y especializaciones del cerebro que dan lugar a los diferentes talentos o inteligencias, y que según la cultura de la que hablemos serán más valoradas unas que otras.
En conclusión, el desarrollo intrapersonal o lo que es lo mismo, el verdadero conocimiento de uno mismo, no es un factor o cualidad separada de las demás, sino que combinada con el resto de las cualidades, ya sean musicales, espaciales o de otro tipo, forman el desarrollo de la persona como un todo.

ANÁLISIS CRÍTICO

El presente artículo supone un complemento y continuación al pensamiento y a la teoría de Gardner sobre la inteligencia intrapersonal. Recoge este tipo de inteligencia y logra describir cómo se desarrolla en la población superdotada.
Se ha de reconocer la gran valía de dicha aportación, ya que este tipo de inteligencia junto con la interpersonal, resultan enormemente novedosas y poco estudiadas, a pesar de su importancia. La investigación en este campo resulta enormemente significativa, pues ayuda a combatir los numerosos prejuicios acerca de la ausencia o no de "salud mental" de este colectivo de personas. El hecho de que su desarrollo emocional y personal sea diferente, más idiosincrásico y complejo, no quiere decir que sean más proclives a padecer algún tipo de trastorno mental. Hemos de recordar que la superdotación en sí, ni facilita ni inmuniza a padecer trastornos o problemas de cualquier tipo. Además, la intensidad psicológica en niños muy capaces intelectualmente, es intrínseca a su alta dotación intelectual y no necesariamente tiene que ser un indicador de algún tipo de desajuste psicológico.
He aquí una labor muy importante por parte de los profesionales que trabajan con estos niños. Es necesario combatir el mito de "genio y locura hasta la sepultura". Se trata de un error en el que tanto los expertos como los profanos tienden a cometer en su práctica diaria. Hemos de tener en cuenta que este mito se remonta a años atrás: Mientras que para Terman las altas habilidades predispondrían a los sujetos a un buen desarrollo cognitivo y socio-emocional, otros autores ofrecen opiniones opuestas. Así, el concepto de las necesidades personales y sociales de los superdotados ha ido evolucionando, desde las mas antiguas concepciones, que asociaban la genialidad con la neurosis y la locura, hasta las que consideran que los sujetos superdotados no necesitaban ningún tipo de ayuda especial ya que su inteligencia o su capacidad les permiten resolver todos sus problemas. No obstante, conviene recordar que aún existen algunos profesionales que se inclinan a relacionar la sobredotación intelectual con problemas clínicos. Antes de cometer este gravísimo error, es necesario ser precavido y comedido en los diagnósticos.
La teoría de Dabrowski, nos recuerda que al examinar niños altamente dotados intelectualmente, se debe actuar con precaución antes de concluir que estos jóvenes tienen déficits de atención, tendencias neuróticas, personalidad esquizoide u otros comportamientos problemáticos. Esta teoría provee un excelente marco de trabajo para la orientación de niños y jóvenes con alta capacidad intelectual. A través de ella, los conflictos internos intensos pueden ser vistos como una parte integral del proceso de desarrollo más que como una patología.
El perfeccionismo es otra de las características que nos pueden llevar a cometer falsos diagnósticos. Los psicólogos normalmente asumen que el perfeccionismo es algo que debe ser tratado, pues aparece como uno de los síntomas de ciertos trastornos tales como personalidad compulsiva, depresión, desordenes alimentarios, etc... Sin embargo el perfeccionismo en algunos niños de alta capacidad intelectual puede representar un motor de mejora continua. Sin perfeccionismo no tendríamos grandes atletas, brillantes pianistas, y un sinfín de retos que se pueden alcanzar. Un estudio reciente de gran escala (Parker, 1997), realizado entre alumnos de alta capacidad intelectual de sexto curso, informa que el perfeccionismo estaba más correlacionado con la consciencia que con la neurosis en los alumnos de su muestra. Parker defiende en su estudio una forma saludable de perfeccionismo que él llama "excelencia" y hace hincapié en la necesidad de que los psicólogos y educadores reciban información sobre superdotación, para poder distinguir entre estas complejas variables.
Además del perfeccionismo, otras características como la inquietud, la impulsividad...pueden llegar a resultar conductas problemáticas cuando interfieren con el aprendizaje, con la interacción social, y representan un problema en el hogar y en la escuela. En estos casos se debería realizar un diagnóstico por un equipo de psicólogos y educadores que además comprendieran las características de niños y jóvenes de alta capacidad intelectual, para poder discernir la diferencia entre estas complejas variables. A una persona se le puede causar un gran daño cuando sus puntos fuertes son percibidos como defectos.
Explicando cómo se da el desarrollo emocional en los superdotados y cómo vivencian y experimentan la realidad hace que se perfile y se defina mejor la superdotación en cada caso. Ya que únicamente con el simple dato del cociente intelectual no es suficiente para diagnosticar ni explicar una conducta superdotada. El que surja un genio o una persona excepcional depende de muchos factores: inteligencia, creatividad, personalidad, motivación y circunstancias socio-culturales.
Otro mito a esclarecer es el del autoconcepto. Hay numerosos estudios que apuntan a que estos niños poseen un mal autoconcepto general. Otros estudios, por el contrario, como indicador socio-emocional de estos niños y adolescentes, aseguran que disponen de un elevado autoconcepto. Y otros sin embargo, apuntan hacia un autoconcepto fluctuante. Por ello mismo, aún la investigación, en este sentido tiene un amplio camino que recorrer. En cualquier caso es necesario especificar en que situaciones manifiestan un elevado o bajo autoconcepto, si varía éste en función de la edad y si va ligado o es independiente de ciertas características de personalidad.
Aunque dicho artículo describa y nos ejemplifique muy bien cada caso con ejemplos, sí que podemos decir como punto débil, que carece de una metodología y un rigor científico. Las conclusiones que nos presenta el autor, nos informa de datos cualitativos, no cuantitativos. No disponemos de datos estadísticos que nos informen en qué sentido su diferencia de crecimiento y desarrollo emocional y personal es una diferencia de cantidad o de calidad.
Un aspecto importante que es necesario matizar es el de la supuesta relación que nos deja entrever el autor, entre el desarrollo emocional de los superdotados (la teoría propuesta por Dabrowski) y el desarrollo moral (incluido en la inteligencia intrapersonal). Sin embargo, no está tan claro que al darse este tipo de desarrollo emocional, tengan también un desarrollo socio-moral óptimo. Se ha de tener en cuenta que se suele dar en ellos la llamada "disincronía": ésta afecta al desarrollo socio-emocional y social. Tiene lugar porque la inteligencia no corre paralela a las habilidades sociales y a la madurez emocional. Siguiendo esta línea, numerosos autores aseguran la diferencia entre desarrollo socio-afectivo e intelectual. Kohlberg contempla la inteligencia como un factor para los razonamientos morales, un prerrequisito para alcanzar los estadios más avanzados del desarrollo moral, pero un nivel alto de C.I. no implica un nivel alto de razonamiento moral, ni garantiza comportamientos sociales positivos. De nuevo recalcamos que la inteligencia va por un lado y las emociones por otro.
El C.I. se relaciona con un mayor conocimiento de destrezas de actividad social, sin embargo, estas destrezas cognitivos-sociales no se reflejan siempre a la hora de actuar. Dicho por otros autores: la alta capacidad intelectual provoca una mayor sensibilidad social e intensidad emocional, actitudes idealistas y habilidades para ver posibilidades y alternativas (Mönks y Mason, 1993). Pero de nuevo no tienen por qué darse en la conducta. De esta forma, la conducta socio-moral no es más elevada en los superdotados que en el resto de la población (sí su "razonamiento" moral). Con frecuencia se tiende a equiparar "razonamiento" moral con la "conducta" moral. El problema nos lleva a cuestionarnos las pruebas o tests de razonamiento moral, ya que éstos miden en gran parte el "razonamiento lógico" en situaciones de conflicto moral, o cual sería la conducta ideal en una situación ficticia. De este modo, podemos decir que es un gran acierto por parte de Piechowski, el de estudiar la conducta moral de los superdotados a través de incidentes, testimonios o situaciones vividas por ellos, y no únicamente a través de historietas o situaciones ficticias de razonamiento moral (véase el DIT de Rest: Deffining Usses Test), así como las entrevistas de razonamiento moral de Kohlberg sobre 6 historias con valores morales en conflicto. Para salvar este salto y no limitarse a evaluar el "razonamiento", conviene aplicar otra serie de pruebas o cuestionarios que nos informe acerca del comportamiento real de la persona, tanto desde el punto de vista social como moral. Estas han de ser contestadas no solamente por la persona en cuestión sino también y sobretodo por los padres, profesores y personas del entorno del niño, ya que nos pueden dar una información más objetiva acerca de su desarrollo y conducta moral. Tales pruebas pueden ser el EOC: Escala de Observación del comportamiento (aplicada a profesores); Encuesta para padres (López Escribano, 1997), la cual nos informa de la vida familiar, vida en comunidad y la vida escolar.
En conclusión podemos decir que los superdotados poseen un alto potencial para un desarrollo moral elevado. Sin embargo este potencial no garantiza comportamientos sociales positivos de forma automática; el apoyo educativo y una intervención favorable son condiciones necesarias.
En el artículo no se hace mención a las diferencias de sexo en cuanto a inteligencia intrapersonal. A priori, la superdotación emocional no juega a favor de los varones o de las mujeres. Sin embargo, sí que podemos afirmar que las chicas superdotadas pueden experimentar más conflictos personales y sociales que sus compañeros varones, como se ha demostrado en numerosos estudios. Entwistle y Greenberger (1972), Fox y Zimmerman (1985), Eccles (1985), Pérez y Domínguez, 199.
Los ejemplos que expone el autor, tales como el de Gandhi y Eleanor Roosevelt, cuentan con la supuesta superdotación intrapersonal. Sin embargo, no sabemos hasta qué punto (aunque como ejemplos morales son los más significativos), pertenecen al colectivo de los superdotados. Hemos de tener en cuenta que para desarrollar la superdotación en un área, es condición indispensable tener un CI alto (como capacidad general). No sabemos en este caso si se tratan de superdotados, y si tienen ese CI general alto. La cuestión que se plantea de fondo es saber si teniendo un elevado desarrollo y conducta moral, es necesario tener una sobredotación intelectual general, o no; y en este caso, el autor no cuenta con una medida demostrable de la inteligencia de estos personajes célebres.
Por consiguiente, una laguna que nos deja el autor, es la de aclarar quienes son los "superdotados emocionales". No perfila si esta cualidad la tienen todos los superdotados, o simplemente es un área en la que sólo destacan algunos, y aún más, si no siendo superdotado, se puede tener esta "inteligencia intrapersonal" como en los personajes de los citados ejemplos.
El punto más fuerte de la aportación de Piechowski, lo podemos encontrar en su enorme validez y generalización para la intervención en alumnos y adultos superdotados. Aquí se abre un marco importante de cara a la intervención, ya que es mucho lo que pueden hacer padres y profesores, en el sentido de conocer la situación especial de estos niños y entender su extremada intensidad emocional. Ante todo, se les ha de enseñar que nunca han de negar su exacerbada sensibilidad, por muy diferentes que se vean del resto. De lo contrario, debido a su elevado sentido de la crítica, corren el riesgo de protegerse a través de una retirada emocional, enmascarando sus sentimientos; esto va en detrimento de su autoestima, hace que se sientan confusos y que no se acepten a sí mismos. De este modo, conociendo los esquemas mentales y emocionales que manejan, nos permite diseñar en cada caso un modelo de intervención más completo e individualizado.
 
Antiguo 12-mar-2005  

Vamos a desenterrar este post del olvido, a ver si da mas de si...
 
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