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07-may-2014
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Atención, este video contiene imágenes fuertes. Tiene restricción de edad.
Un joven de 26 años, E.H.P. se lanza desde el piso 27 del exterior del Costanera Center, en su polera decía "Es por amor".
Con sus cámaras a espera de lo inevitable, niños, jóvenes y adultos graban un infierno mientras por un momento, apagan los suyos. Para equilibrar sus vidas amorfas o darse cuenta que no son tan infelices como otros humanos.
La muerte cuando llega, no escucha lamentos, rezos o palabras de amor. Se precipita inevitable acompañada de sus demonios, monstruos y pestilencia humana.
Sin embargo, la vida, no parece antónima a la muerte. Nos parece costosa y dura, la felicidad que esperamos de ella es tan pequeña e inmensa que no alcanzamos a registrarla en el torbellino, y cuando se esfuma, nuestro cuerpo y mente pide más.
Nuestra condición como seres humanos parece ser depredadora y suicida.
Suicida en el sentido en que hemos construido nuestras formas de relacionarnos y nuestros desiquilibrios cuando fallamos y nos vemos perdidos.
En estos tiempos, la derrota y el fracaso es un gran circo con cámara delante. Una gran paradoja en el sentido de vivir en la era de las comunicaciones, ya que estas son las que han potenciado el morbo humano de la soledad, el error, el dolor y la desesperanza ajena.
Esta era parece ser capaz de mostrar las facetas del ser humano en sus máximas expresiones. En las redes sociales es posible armar cadenas de ayuda inmensas o de crueldad sin límites. Seguimos siendo capaces del bien y del mal en sus máximas expresiones.
Nuestro suicida se lanzó desde el lugar mas alto no solo para asegurar su muerte, sino también para dejar un testimonio, una marca y una imagen, exhibiendo un grito de auxilio contra el consumismo y el capitalismo, con las palabras de amor y paz en el pecho.
En el video se muestran dos perspectivas humanas; una de personas muy conmovidas, preocupadas y tristes por lo acontecido. En la otra cara la perspectiva virtual y casi irreal, reflejo del hedonismo, una chica gritándole " ¡…huevón, ya poh tírate! ".
Estas personas han mostrado los efectos de una sicosis silenciosa y veloz, que corre en la sangre de todos nosotros en mayor y menor medida. El placer de grabar el infierno de otros mientras apagamos los nuestros, en busca de un placer eufórico y enfermizo para sentirnos bien.
Nuestras maneras de relacionarnos rozan el sinsentido y la mofa como sinónimo de felicidad.
En fin una pena lo sucedido al joven, que en paz descanse .
Esta texto lo redacté gracias a esta página http://blog.lanacion.cl/2014/05/05/s...tanera-center/
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07-may-2014
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excelentes palabras, simplemente una frivolidad y estupidez lo que puede llegar a ser esta caterva de sociedad.
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07-may-2014
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Joder, si hasta veo a una chica riéndose.
Lo que no entiendo es por qué cierta gente se suicida en público, como si esperaran que alguien les ayudara en el último momento, cuando la realidad es que la mayor parte de la gente anima a que salte
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08-may-2014
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Ya se ve que eso de "sociedad civilizada" es solo un nombre bonito, y la felicidad es como la cocaína, puede ser muy placentera al principio, pero nos convierte poco a poco en psicóticos descarriados
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10-may-2014
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Buen texto Cokelobos, sin embargo no estoy de acuerdo en que sean asuntos exclusivos de nuestra época, esto es tan antiguo como el ser humano porque somos así. También tenemos cosas buenas, por supuesto.
Me gustan los temas que tratas:
- El morbo (RAE: Interés malsano por personas o cosas /Atracción hacia acontecimientos desagradables)
- La indiferencia ante el dolor ajeno
- La satisfacción y el placer que produce la desgracia ajena.
- La maldad.
- El egoísmo innato de todo ser vivo o como dicen en biología “la lucha por la supervivencia”. Primero “yo”, luego “el resto”.
- La empatía.
- El suicidio
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10-may-2014
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Y la sangre? yo quería ver sangre.
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