Amigo Oirausu, contemplo en ti a un diamante en bruto aún por pulir, puedo observar en tu interior a toda una caterva de talentos ocultos que escaramucean con denuedo por manifestarse al tiempo que proyectan sobre tu faz la semimueca y rictus inconfundible del que se sabe poderoso pero, por humildad, constriñe afanoso la sonrisa ganadora. Cuéntanos, cuéntanos más sobre ti, ¿qué cosas sabes hacer? Por ejemplo, ¿eres capaz de reproducir a pedos "la Traviata" imitando el sonido de los timbales?
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