Estoy cansada de conocer a gente con cualquier tipo de trastorno y que me cuenten que tienen una vida ideal y que todo el mundo les apoya, y sobre todo que me suelten el discursito ese de querer es poder. Me pueden llamar insensible y envidiosa, y me da igual porque es cierto. ¿Es que ya no quedan personas amargadas de verdad, de esas que están en el punto de no retorno? Antes solía ser positiva y creía que de todo se podía salir, pero después de tantos años hecha una mierda y destrozada por unos fármacos que no me han ayudado ni un poco, tengo claro que solo me queda sentarme a esperar a que se agoten las pocas ganas que tengo de vivir. Mientras tanto, ni siquiera me preocupo por nada que me rodee: ya no rindo, no tengo ahorros, he perdido a todos mis amigos, mi vida sentimental ha desaparecido, estoy en pésima forma física, he comenzado a fumar... y ya no quiero relatarle a nadie mis traumas infantiles, ni llorar, ni lamentarme, ni ir a un psicólogo para que me cobre por desahogarme cuando debería pagarme él a mí, que al menos le cuento algo interesante. Solo quiero saber que no estoy sola y que hay más personas esperando a que sus vidas se vacíen y puedan entonces tirarlas a la basura.