Te diré algo aunque a ojos de los demás pueda parecer una locura:
Resulta que la PALABRA es algo con lo que hay que tener cuidado. Tiene mucho más poder del que pensamos.
Cuando hablas estás materializando el pensamiento, transformas la vibración mental en vibración acústica, y todo lo que dices tiene un significado mismo, independientemente de si hay errores en la expresión o lo dices en otro idioma, por ejemplo. En el momento en que piensas, de hecho, estás hablando.
A tí te afecta el hecho de que hablen mal de tí, "desprestigian tu honor". El hecho en sí mismo de hablar mal de tí puede no tener poder por sí sólo, pero a tí te hace efecto. Efectivamente, no encuentras pareja, no te va bien, porque ese "mal hablar de tí" actúa como mantra en tu mente, y refuerza la idea de que "hay algo que no funciona bien". No hay nada más parecido a la "magia negra" o la conspiración que ésto mismo.
¿Cómo solucionarlo? Combatiéndolo. El honor, aunque desprestigiado, se refuerza con voluntad, con acción directa.
¿Han herido tu orgullo? Pues demuestra que puedes hacer tu vida sin siquiera hacerles caso. Relájate y céntrate en tus objetivos diarios, a corto y medio plazo, dejando pasar esas "malas palabras". Si te las quedas, y las vas rumiando, les vas dando poder, y eso es lo que no debes hacer.
1- Lo que ya te he dicho: Deja fluir esas palabras libremente a tu alrededor y céntrate en lo tuyo.
2- Refuerza tu pensamiento y tu percepción sobre tí mismo, si es necesario repitiendo interiormente: "tengo seguridad", "tengo confianza", "tengo valor" y da valor todos y cada uno de los logros (por mínimos que sean) en tu vida.
Poco a poco irás dándole la vuelta a la tortilla y esa "magia negra" dejará de tener efecto.
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