Si los pensamientos de cada persona fueran visibles como pantallas de televisión, igual nos quedaríamos sorprendidos de que no somos muy diferentes, los que consideramos más capaces y los que nos vemos con el mundo que a veces parece que no podemos con él. El otro día estuve hablando con una compañera de centro de trabajo, ella se dedica a cuidar niños, ya es mayor, pero realiza su trabajo con gran soltura, parece que disfruta de ello, transmite alegría a su entorno y los niños disfrutan con ella, le llegué a preguntar qué tal le iba con lo que hacía, esperando como respuesta algo así como que no podía quejarse y me espetó que tenía unas ganas de coger la jubilación... vamos que se veía agobiada día a día, quién lo iba a decir...
Quizás lo malo de todo es que la gente que nos encontramos día a día, no hablamos mucho más de la última parida que dijo rajoy, el partido del otro día o los cotilleos de salsa rosa... nunca nos paramos a decirnos qué se cuece en lo más íntimo, por no aburrir, por no parecer pesado, quejica, por no dar lástima, por no sentirnos débiles, por no...
Me encanta cómo escribes deshauciado y el montón de cosas que expresas, echo de menos ser capaz de decir o escribir tanto de lo que pienso o de lo que me pasa, pienso que si pudiera hacerlo así de bien al menos sería un primer paso para poner en orden las cosas y empezar a encontrar una salida.
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