No estoy de acuerdo con la aseveración, por lo menos en mi caso, he logrado enfrentarme a lo que temía, sin embargo, el "enfrentarme" trae también consigo sensaciones bastantes desagradables, como por ejemplo, palpitaciones, rubor, dolor de estómago, etc. Siento que sentir aquéllo no es mi culpa, puesto que mis experiencias me condicionaron a ser lo que soy, a sentir miedo y ser para el resto del mundo un cobarde. Antes también pensaba lo mismo, que mi timidez era producto de mi cobardía, no obstante tengo presente que mi personalidad es producto de todas esas vivencias que hicieron de mi persona lo que soy actualmente. Para algunas personas muchas situaciones son bastante simples, para mí sin embargo es como cruzar el Everest. Estoy consciente que a medida que las enfrente seré más fuerte que aquellos que fanfarronean de sus fortalezas.