Ayer vi una madre con su bebe recien nacido en brazos, la madre más bonita que uno puede tener a su lado.
Hoy no dormi nada. Recuedo como me gustaba, como nos mirabamos, y lo bien que nos llevabamos. Ella esperando un paso que esta maldita enfermedad me impedia dar.
Ahora al cabo de los años, lleno de rabia y de impotencia, solo puedo llorar.
Al fin y al cabo no es la primera y seguramente no sera la última.