En serio, echo de menos a una persona que no existe, porque en su día cuando ya no soportaba más la soledad, me la imaginé por dentro como necesitaba encontrármela.
Es una sensación horrible la de que... estás acabado, no soportas más, estás perdiendo la razón, estás perdiéndote tú... y no cambiará nada y volverás a tener esa sensación dentro de un tiempo (si sigues pudiendo sentirla), la de que "te mueres" pero sin llegar a morir.
No sé qué decir, ni dónde. Igual que un loco, hay una barrera entre mi y el resto de seres humanos, una barrera infranqueable, que hace que vivamos en mundos completamente distintos. En sus cabezas, lo que los rodea tiene sentido, está bien, es aceptable. En la mía no, nada está bien, todo da puto asco. Eso de por si no es raro, sentirse raro no es raro, pero las cosas que yo veo, no las ve nadie más.
Lo odio, estoy lleno de odio como un perro rabioso, pero en inteligente. Ni siquiera hay algo contra lo que descargar la ira, si nos pusiésemos poéticos, diría que estoy enfadado con Dios, con la existencia, por condenarme a esto. Por la noche antes de dormir, cuando la ansiedad me puede, me imagino a mi mismo muriendo de maneras generalmente gore, eso me da tranquilidad, me elimina la ansiedad, aparta un poco el sufrimiento imaginar como mis extremidades son arrancadas, imaginar como caigo para convertirme en un charco de vísceras y dejo atrás todo. A todos los idiotas del mundo, cómo dejo de oír el ruido que hacen al hablar, dejo de desear encontrar un igual, dejo de preocuparme por el tiempo y demás, simplemente desaparezco. Matarme a mi es matar al Universo, porque nada de lo que hay fuera de mi me interesa nada en comparación con conseguir que lo que si que me molesta deje de molestarme, no doy importancia a los idiotas más que como mención aquí ya que ellos lo leerán, es decir, me la suda que existan, lo que me importa es que no exista gente de mi especie.
La responsabilidad humana, el querer, funciona así. Y yo no soy de querer a medias, nunca lo he sido: Si no lo consigues, sufres. Y estás dispuesto a luchar por ello poniendo toda tu vida en el asador, vas quitando esfuerzo de unas cosas u otras, vas planificando de una manera u otra, hasta que finalmente tus elecciones te hacen lo que eres. Mi vida ha sido puesta, evidentemente no es suficiente. Mi vida ha sido puesta, muchos idiotas nunca lo entenderán, nunca sabrán lo que es ser algo en la vida, les sonará a sermón de padres, a rollo de autorrealización. La simple verdad es que somos diferentes, unas personas se doblan como la hierba y carecen de límites, otras no. La hierba no se rompe, pero las cosas se construyen con cosas duras.
Y se ha visto que estoy por lo poético y por la autocompasión, por encima de todo: ¿Qué más da? ¿Qué más me da todo? no me importa nada, ya solo busco huir, busco comodidad como prioridad, "dejarme llevar". Y no puedo, sencillamente no soy así, por ello siempre estaré en una lucha perpetua, hasta que esto acabe conmigo, me convertiré en la lucha en si, carente de objetivos. En un perro rabioso que ya ni siquiera recuerda qué lo volvió así. Ni siquiera como perro rabioso se me ocurren unos objetivos más jugosos que otros, pero reconozco que la idea de un final apoteósico, provocado por cualquier gilipollez detonante en uno de esos días, me parece agradable. Cualquier movimiento en realidad es agradable, incluso cuando me dejo llevar, la huida debe ser perpetua. Así que tal vez algún día acabe contento durante unos cinco minutos por estar en la carcel debido a haberme cargado a un hijoputa y acto seguido a su víctima "por joder". Este mundo carece de objetivos interesantes para mi.
¿Que estoy jodido? Si. Y qué, ni que pudiera cambiarlo, los motivos por los que estoy jodido están bien claros: soledad. Soledad máxima. El resto son solo catalizadores. Ojala fuese simple cobardía como suele ser en casi todos.
Ya he dicho suficiente para un rato, ahora me dará asco haberlo puesto, normalmente no le doy al botón de enviar, simplemente lo escribo y después lo borro, pero... supongo que una parte mía sigue esperando al semejante. ¿Cómo habría sido toparme conmigo mismo siendo más joven de espíritu? ¿me habría reconocido? Mira tú, me voy a quedar ciego yo también, quien lo iba a decir.
Menudas ganas de gritar auxilio, como cuando era pequeño y quería salir a la calle con un cartel buscando a alguien como yo. Y qué asfixiante es el dolor de saber que solo el olor a sangre atraería atención de cosas que ni siquiera tienen una ligera idea de lo que son. Igual soy el loco yo, siempre me lo he planteado.
No lo soporto. No aguanto más. Otra vez. Y sé que no acabará bien, otra vez, pero sigo teniendo esta ridícula e... irónica, dolorosa, "sonriente con sarna" esperanza.
No quiero una bolsa de supermercado, quiero algo de calibre grande que no me deje con posibilidades de seguir por aquí. Seguramente en otro país ya no estaría escribiendo esto, o si, a saber ¿Por qué sigo intentando expresar algo que sé que no será comprendido? ¿Por qué sigo teniendo que aguantar el ruido imbécil? Las letras no son suficientes para expresar mi cabeza. Nada lo es. Y al final, es simplemente un puto sentimiento, nada. Con todo el sentido en mi cabeza, pero un sentimiento y nada más...
Y correcto. El que me diga que es incorrecto y debo de ir al psiquiatra estando físicamente delante de mi al decirlo y sin saber ni mi nombre... o me lo como, o me aseguro de que le salpique.