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He de confesarte que se me han puesto los pelos de punta leyendo tu mensaje. Pocas son las personas con las que me he identificado durante mi vida, y tú eres una de ellas, y creo que, por el momento, la que más. Además, me alegra ver que hay mujeres como yo. Aunque parezca una tontería, me he sentido menos solo leyéndote.
Para empezar, yo escribo sin cometer faltas de ortografía desde muy pequeño, igual que tú, que con 15 años no has cometido ni una en todo eso que has escrito. También me considero diferente. Solía cuestionármelo todo, y de hecho lo sigo haciendo, pero más moderadamente, por dos razones: una, se asintotiza lo desconocido; y dos, me esfuerzo por ser sencillo.
Siempre he tendido a analizar a las demás personas, y sobre todo, a mí mismo. También tenía ese encadenamiento de preguntas infinitas que te convierten en una persona filósofa innata, del sentido de la vida, de cómo funcionan las personas, las emociones, etcétera.
Mi madre también es una persona muy negativa, y te adelanto, por lo que he leído de ti, que sí, probablemente gran parte de tu depresión y rasgos de asociabilidad los hayas heredado de ella. Si no genéticamente, sí en cuanto a un comportamiento que se ha clavado en lo más profundo de ti. En mi caso de mi madre también heredé muchas paranoias y perspectivas de la vida que me hacían darle demasiada importancia a detalles insignificantes, lo cual me inadaptaba socialmente. Es difícil deshacerse de esas cosas, porque como viene de cuando éramos pequeños, se nos fijó como se nos fija la lengua materna.
Siempre he andado con dilemas. Mi psicólogo -el cual tengo desde hace un tiempecillo-, me dice que es por inseguridad y miedo. Yo le digo que no es por miedo, es por necesidad de saber, perfeccionismo, filosofía. Uno de los dilemas, por ejemplo, recoge uno de los pensamientos que tú tienes: que los demás son más idiotas que tú. Por una parte solía intuir que así era, pero por otra, cuando me veía -cada vez más- con dificultades sociales (ya sea inadaptación por inaptitud en si misma, o inaptitud nacida de no querer, como tú dices), entonces me planteaba que yo no era tan listo, o quizá sí, pero solo en unos ámbitos; en otros aprendí a considerarme tonto.
Siempre fui muy bueno en todo reto intelectual, pero cuando algo sencillo por hacer se me presentaba, lo rehuía. Para que te hagas una idea, mientras los demás tonteaban en el recreo, yo me quedaba a debatir sobre moral con mi profesor de ética. Esto es, también era más maduro que los demás. Demasiado.
No sabría qué decirte a estas alturas de mi vida. ¿Qué te espera probablemente? Pues no lo sé. Lucha por ser sociable, lucha por ser sencilla, te lo aconsejo. Júntate con personas buenas y perfeccionistas como tú, ahí tendrás un lugar. Ya te digo que, sin ánimos de que se te suba a la cabeza, no sé si superdotada, pero sí eres más inteligente que la media. Eso no es siempre bueno, así que no te termines de alegrar. Dependerá de si encuentras gente como tú.
Ese polifacetismo nace de tu inteligencia, probablemente así como también el interés por otras culturas, de entre las cuales, por cierto, la asiática me fascina también. Un ejemplo de polifacetismo que compartof contigo es el de la música. Escucho también rap. Solía escucharlo más hacía unos años, pero sigo contra todo pronóstico. Paso del rap a Yiruma, música clásica. De Yiruma paso a Daft Punk y los Artic Monkeys o Bruno Mars. Y luego me gusta la música también de gentes etiquetadas de semiretrasadas, como Enrique Iglesias.
En fin... Me vi en ti. Me gustaría poder decirte algo más, pero lo cierto es que yo mismo no me encuentro, y lo peor, no encuentro a una compañera, a una persona que me haga dejar de sentir solo. Me gustaría tener más amigos también, pero por más amigos que tenga, si no tengo un amante -en todo sentido-, me siento solo. Y se me está olvidando hasta qué era eso de besar y hacer el amor... En fin, el post lo has creado tú, me dejaré de mis lamentaciones jejeje.
Ah, un consejo más, no te dediques a la psiquiatría. Lo que necesitas es algo que te saque de tu zona de comfort no-social, y un trabajo social. Psiquiatría es social, pero tiene dos pegas: propicia la perpetuación de tu autoconciencia, lo cual consume tu fluidez social, espontaneidad y sencillez -y con ello generando inadaptación, y con ello, miedo-; y la otra, las personas con las que vas a tratar, naturalmente, no serán un ejemplo a seguir. Aunque bueno, a lo mejor me equivoque y lo que en realidad nos conviene es destacar en lo que somos buenos. No sé, elige tu propio criterio... elegir es difícil, pero hay que hacerlo. A fin de cuentas, en última instancia, nadie elige por nosotros.
Te recomiendo que no tengas prejuicios con los psicólogos. Los hay malos y los hay buenos. yo he tenido la suerte de tener a uno bueno. Pero más importante que conocer a un psicólogo o no psicólogo, es conocer a una persona madura e inteligente, que sea un buene jemplo a seguir y una consejera. Yo, honestamente, si no hubiera sido por mis profesores, si hubiera tenido que depender en mi desarrollo exclusivamente de la locura de mi madre o del entorno que tenía... puf, sería un desecho social. Si tengo algo de bueno, es indudablemente gracias a grandes personas, mis queridos profesores del colegio, instituto y universidad. Personas que sabían seguirme el hilo y no me tomaban por loco o tonto. Te lo digo como idea, hazte amiga de tus profes, son personas inteligentes por lo general, y también han sido adolescentes; y con más probabilidad, adolescentes que se hayan sentido como tú. A fin de cuentas, si tuviera que apostar por si tú u otra persona aleatoria acaba siendo profesora, apostaría por ti.
Volviendo al tema de "no poder por no querer", pues me ocurre bastante. El socializar en si es un comportamiento, tendencia o facilidad que aparentemente los demás tienen más constitutivamente, y en si mismo, pues no me gusta. El gran problema que encuentor es que sí deseo cosas asociadas a socializar: naturalmente nadie quiere estar totalmetne solo, así que queremos una persona amada, y también tenemos cierta dependencia sexual -incluso algo mayor en caso de los hombres-. De forma que para mí socializar es un esfuerzo para obtener una recompensa, no un camino que se disfruta en si. Eso, naturalmente, tiene muchos inconvenientes: no disfrutarás donde muchas veces los demás disfrutarán, y eso se nota.
Por cierto, me alegra que no tengas reparo en escribir tu nombre completo. Eso ya dice que estás exenta de muchos miedos que otros de este foro tendrían.
Me enrollo mucho, perdona, quería dedicarte más palabras jejeje
Si te gustaría hablar conmigo -a mí sí-, te animo a que me envíes un mensaje privado, y te doy mi Skype o correo electrónico.
Un abrazo.
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