Saludos, colegas esmirriados. Después de engordar a lo bruto (cosa no difícil teniendo en cuenta que la gastronomía peruana figura entre las mejores del mundo) estoy siguiendo una rutina de ejercicios parcialmente basada en la sexta edición de
Guía de los movimientos de musculación de
Frédéric Delavier, que también tiene versión para mujeres. Este libro es un acopio de ejercicios bien explicados con ilustraciones y consejos para sacarles más provecho, además contiene advertencias para evitar lesiones. Para complementar lo anterior tengo
Anatomía de los estiramientos, que en harás de desarrollar flexibilidad, fuerza y resistencia, igualmente no escatima en gráficos. Ambas obras disponibles en la red en pdf, son imprescindibles para los que quieran sudar en la comodidad de sus búnkers.
A la fecha he bajado cuatro kilos de grasa que cubría mi cintura y pretendía instalarse bajo mi mentón. Aunque la panza me ha quedado flácida por bajar tan de prisa, sé que con abdominales la cosa mejorará, pero lo que si me va a costar es deshacerme de los michelines. Por otro lado estoy más que feliz con el culito que se me está formando, obra y gracia de las sentadillas con pica.
Con 31 tengo claro que no voy a ser un fisiculturista, pero por lo menos dándole tonicidad a mi leptosomo cuerpo mi autoestima ha dejado de estar en números negativos. Siendo el ejercicio antiestrés y antidepresivo, razones sobran para continuar con el 1, 2, 3.
Antes por ser más flaco que muchas mujeres me sentía acomplejado, pero ahora que por fin el alfeñique está dejando paso al HOMBRE me siento capaz de hacerle el amor a una MUJER. ¿Será que realmente siempre fuí bisexual y no gay?