Hola a todos.
Os he estado leyendo a muchos y me siento bastante identificado.
Por lo que he decidido contaros mi historia.
Yo era lo que se dice un chico "normal", feliz en su época del colegio, era bastante extrovertido y tenía facilidad para llevarme bien con casi todo el mundo, realmente me respetaban, ya en mi infancia tenía la particularidad de defender al débil en el colegio, cuando todos atacaban al débil y cuando todos reían las gracias al estúpido, yo era la voz discordante, el que defendía al débil, al feo, al tímido, al inadaptado, siempre tuve esa personalidad desde bien pequeño, no soportaba ni soporto que haya imbéciles que se monten el chistecito a costa de hacer pasar un mal rato a los demás, o reírse de su aspecto físico, siempre con los débiles, siempre con los mas vulnerables.
Llegué a la adolescencia ya con un sabor amargo, porque, pese a que yo era respetado e incluso con cierta popularidad, (lo que se supone que buscan tantos jóvenes) yo me sentía asqueado, me sentía rodeado de gente interesada, de amistades ficticias, de falsedad, de crueldad.
La paradoja, la ironía, es que pronto me iba a convertir en un ser vulnerable como aquellos a los que defendía cuando era un niño o un adolescente.
Esto ocurrió cuando se rompió las relación con mi grupo de amigos, se empezaron a ver cosas raras, intrigas, cuchicheos, el grupo se fué rompiendo, hubo drogas de por medio, había apostado mi juventud a un grupo de gente lamentable, egoísta, que iba a lo suyo y que practicaba la máxima de "o te subes a nuestro carro" o te dejamos fuera.....
Tuve que tomar la decisión de romper la relación con ellos, decisión de la que estaba seguro y convencido, pero que me iba a pasar una factura enorme.
Lo fuerte del asunto es que un familiar mío forma parte de ese grupo, y en ocasiones aún tengo que aguantar verlos y que encima me miren como a un "bicho raro".
Desde aquel momento, la soledad, ya no encontré un grupo de personas con las que disfrutar, muchos conocidos, pero nadie que sea un amigo/a, cuando me pasa algo que me duele no tengo un hombro en el que apoyarme.
Esa soledad fué dando forma al infierno, esa persona de la que os hablaba que era accesible en el colegio y en la adolescencia, se convirtió en una persona esquiva, desengañada, que intenta sacar la cabeza pero no puede, ahogado por una tristeza y una sociedad decepcionante.
Me siento como un hombre sin piel, al que le duele todo lo que toca, al que le duele cuando le tocan, llevo tiempo ya que me molestan las reuniones familiares, que siento que no encajo en ningún sitio, tampoco me gusta ya salir de copas y forzar las risitas y el postureo...
Me asquea pensar en esta sociedad tan cruel, donde los sensibles están jodidos, los diferentes están jodidos, y mas me asquea que estas personas no tengan una salida fácil, porque de hecho lo que en su gran mayoría hacen es SOBREVIVIR, sobrevivir a un día a día que les produce ganas de vomitar, atrapados y encarcelados en un entorno que les hace daño y que les oprime....aguantando que les juzguen, y que les recriminen no querer formar parte de esta pantomima social.
Veo mucha, mucha toxicidad en la gente en diferentes niveles, a veces los propios padres sin darse cuenta pueden llegar a ser muy tóxicos...
Estoy muy preocupado, hace ya tiempo que no disfruto nada de vivir, y eso me aterra, yo quiero vivir, quiero disfrutar, no creo que hayamos venido a esta vida solo a sufrir.
A veces pienso, "realmente estamos enfermos?" o simplemente vemos cosas que otros no ven? y no somos zombies de la sociedad.
Espero que algún día logremos ser felices, aunque si vives bajo estas reglas del juego es francamente complicado.
Un abrazo para todos.