Creo que deberíais distinguir la realidad de lo que pensais que es la realidad. A veces uno piensa que genera en el otro una sensación y luego resulta que es otra, por muy convencido que se esté de lo primero. Desagradables somos todos en un momento determinado, porque tendemos a ser irascibles, creo que ese es uno de los síntomas de la depresión, yo, por lo menos, puedo ser muy desagradable. Si intentas no relacionarte por ello, impedirás que la gente te conozca y que pueda juzgar por sí misma si merece la pena soportar los ladridos o no. Porque a veces merece la pena soportar algunos ladridos, que no son más que una forma de manifestarse, si descubres que el fondo de la persona te compensa.
Dejad, pues, que os conozcan y no juzgueis (no prejuzgueis) vosotros por los demás, que son mayorcitos para hacerlo solos, a veces, muy mayorcitos (o grandes).....¡aaaaay, mi Tamagotchi!
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